Chameco es todo un personaje folclórico puertoplateño y de alma limpia. Logró inmigrar a New York y allí trabajó por largos años en fábricas como operario y en hospitales en calidad de enfermero.
Se le reconoce como un hombre serio, honesto y responsable. Es un ciudadano ejemplar en el más amplio sentido de la palabra.
En la ciudad de Puerto Plata, ejerció el oficio de barbero y zapatero profesional por muchos años en su juventud.
Es un gran conversador de diferentes tópicos del acontecer nacional e internacional.
Es un excelente gourmet en la cocina de su hogar. En sus años de juventud participó en amenas tertulias en su ciudad de Puerto Plata.
Fue un simpatizante del escritor y político, profesor Juan Bosch. Ha estado muy ligado al Partido de la Liberación Dominicana (PLD), desde su fundación en 1974.
Nunca se ha visto envuelto en problemas judiciales en New York y mucho en menos en su ciudad natal de Puerto Plata. Habla inglés.
Es un hombre sumamente bien enterado de lo que acontece en la provincia de Puerto Plata. Nunca ha vivido de la política partidista en su país. Ayudó económicamente en las elecciones presidenciales de 1998, donde salió ganador el doctor Leonel Antonio Fernández Reyna a través del Frente Patriótico Nacional, entre el PLD y PRSC.
En sus primeros años ejerció el oficio de barbero y, posteriormente, de zapatero profesional, donde adquirió habilidades y maestría para ese digno y excelente oficio. Si hubiese continuado ejerciendo el mismo hubiese hecho fortuna.
Chameco Caraballo deberá de aparecer al lado de esos grandes maestros de las zapaterías puertoplateños, como fueron: Don Luis Alejandro Lockward (a) Maestro Danda, don Armando de los Santos (a) Mando, don Fillon Walter Simons, don Ramón E. Castillo, don Félix Cabrera, don Carlos Hernández, don Andrés Moore, don Ángel María Hernández (Gangui), don Pablo Clase, don Héctor Francisco Jiménez Mercado (a) Papito, Francisco Estrella (a) Pancho Pupitre, Manuel Morales (a) Morcillón, entre otros.
Hoy en día vive de su pequeña pensión que recibe del gobierno estadounidense y de su pequeño Hotel Sarah que regentea en la calle Imbert No 13, de la ciudad de Puerto Plata, desde el año 1985.
Diógenes Caraballo nació de cuna humilde en la ciudad de Puerto Plata, el 17 de junio de 1931, es el quinto hijo de los señores Felipa de Jesús Caraballo y Leovigildo Diloné.
Tiene los hermanos: José Felipe, Manuel Enrique (murió), Lorenzo (falleció), Digno (a) Nino, Francisco, Petronio (falleció) y Malay Caraballo (murió).
Chameco Caraballo recibió sus primeras letras de parte de la maestra Adria Marte.
Hizo sus estudios primarios en la Escuela José Dubeau, dirigida por Amelia Ricardo, teniendo de profesores a Emilio Mckinney, Adria Marte, Amelia Ricardo y otros. Llegó hasta el séptimo curso de primarias.
Fueron sus condiscípulos: Félix Gerónimo Escaño Peña, Vicente Colombo, Jeffrey Smith, Luis Smith, Conrado Manuel Hipólito y otros tantos.
Casó en primeras nupcias con Ana Virginia González y procrearon dos hijos: Miriam y Carlos Manuel Caraballo González.
Contrajo segundo matrimonio con María Altagracia Padilla y tuvieron tres hijas: Corina, Suani y Saylly Caraballos Padilla.
Trabajó en el muelle de Puerto Plata como obrero portuario en la carga y descarga de mercancías para la exportación e importación.
Aprendió a recortar pelos con el maestro Luis Sánchez y Chiqui Diloné, ejerciendo dicho oficio durante algunos años.
Luego, se inclinó en aprender a arreglar zapatos con el maestro Andrés Moore. Terminó de aprender con el maestro don Vidal Campuzano (a) Dindo en su Zapatería La Maravilla, en la avenida Mella No. 134, de Santo Domingo. Allí duró trece años trabajando, luego se trasladó de nuevo a Puerto Plata. Trabajó durante quince años en ese oficio. Tuvo un taller de zapatería en Puerto Plata, que adquirió prestigio y fama, por sus atenciones y excelentes servicios a los clientes.
. Se le consideró un zapatero completo. Se hizo un maestro de la zapatería. Al final abandonó la sastrería y la zapatería.
Cuando ganó la presidencia de la República, el profesor Juan Bosch en 1962, logró conseguir trabajo en la Chocolatera Industrial Sánchez, de Puerto Plata, trabajando como operario en el cuarto frío de la misma, por espacio de ocho meses.
En la década de los años 60 comenzó a inmigrar a New York una gran cantidad de Puertoplateños, enclavados principalmente, de la parte de abajo, en busca de nuevos horizontes en su quehacer cotidiano. Entre esos Puertoplateños estuvieron: Digno Caraballo (a) Nino, Vicente Colombo, Agustín Cabrera, Rafael Almánzar (a) Villalona, José Francisco Batista La Hoz, José Batista, Agripina Vásquez (a) Pina (fallecida), Elena Wells de Hernández, Prudencio Castillo Peña (Santico), Félix Vásquez, Silvestre Morel (a) Danda, Bernardo Mercado (a) El Gordito, Ana Lee, Leonidas Vásquez Almonte, Pedro Henríquez Medrano (fallecido), Andrés Hernández (a) El Chino, Salvador Gómez, José Antonio Peña (a) Totolo, Fausto Gabriel Martínez (a) Susi, José Antonio Santos (a) José Panana, Ramón Antonio Díaz Castillo (a) Pelú, Miguel A. Valdez de los Santos, Felipe Reyes Regalado, entre otros. A partir de éstos comenzarán a llegar familiares y amigos, como esposos, hijos, hermanos, nietos, amigos, etc.
El 17 de abril de 1964 inmigró Chameco Caraballo a New York en busca de cambiar su situación económica. Allí trabajó en dos fábricas, una de plásticos; y la otra, de correas como operario.
También, fue técnico de elevador manual en New York.
En New York realizó un curso de enfermería. Trabajó en algunos hospitales y sirvió de manera privadas a gentes particulares y allegadas. Se ha especializado en la medicina natural. En New York sus servicios de enfermero eran solicitados. Su último paciente que tuvo allí fue a su amigo inseparable y chef de cocina: Vicente Colombo (1934—2003). Colombo en New York se hizo un excelente y cotizado chef internacional de cocina. Adquirió vasto conocimientos en el arte culinario, habiendo recibido reconocimientos y elogios.
En la ciudad de Puerto Plata, le ha prestado sus servicios de enfermero a varios conterráneos en diferentes enfermedades. Su último paciente fue el periodista y profesor Rafael Díaz Gómez (a) El Chino.
Chameco Caraballo es un hombre afable, sencillo, amable y cariñoso.
Los puertoplateños y los neoyorquinos se han acostumbrado a ver la cabeza de Chameco Caraballos pelada al caco. Dicho estilo lo hace ver más joven y de menos edad.
Es alegre, contento y feliz. Ha disfrutado la vida plenamente. Desde hace muchos años se afeita los cabellos de la cabeza y la usa raspada por completo. Eso lo hace más joven y atractivo entre las féminas
Se le vez en la ciudad de Puerto Plata montado un pequeño vehículo. No le ha hecho daño a nadie y mucho menos ha tenido problemas en su vida, tanto en Puerto Plata como en New York. Es un ejemplo a seguir.
De New York salió por la puerta ancha. Puede regresar cuando le dé la gana. Se hizo ciudadano estadounidense por las ventajas y beneficios que ésta ofrece, el 7 de mayo de 1980.
Ha viajado a New York, Curazao y Aruba.
En su Taller de zapatería formó a varios zapateros puertoplateños.
Es inquieto y gran conversador.
Es digno y merecedor de un cálido reconocimiento u homenaje por sus largos años como barbero y zapatero, en su ciudad de Puerto Plata.
Ha vivido orgulloso de la vida y se considera un ser privilegiado por la vida.