Una “Crónica Invitada”… a propósito de mi reciente ConVersatorio en la Librería de Cultura…muy agradecido. Escrita por Juan Martínez Luque.

Ese Hombre de talla media, distraído, con lentes que adornan su rostro imprimiendo un aire intelectual, mirada suave, delicado en sus expresiones, gestos, semblante.

! Ese es él! El poeta, escritor de cuentos, el fotógrafo, el músico.

Aquella noche, mientras la sala se ocupaba, impaciente por descubrir el verdadero Cesar, sentí un interés extraño por conocer la filosofía, el gesto, la mirada, la retórica, de este hombre que no conocía, y que solo leí una obra suya. Se presentaba de forma incógnita, lo que despertó mi conciencia.

Me pareció sensible, educado, correcto y a medida que avanzaba su discurso lo encontré inteligente, rebelde contra la sociedad inicua, justo en sus alocución y humano en su presentación con frases e historias cercanas a todos, llenas de vida y simplicidad.

Juan Martínez Luque

Escritor espontáneo, duro, real, utilizando un vocabulario que corresponde al verdadero sentido que imprime a sus cuentos de narrativa,

Juega con los sentimientos de nuestra época, sin esconder los problemas del tiempo actual, reflejando en cada cuento aspectos humanos y sociales que nos envuelve de un pragmatismo ilustrado cuando intentamos encontrar el verdadero sentido filosófico de sus historias.

En sus cuentos encontramos un mundo  donde la realidad de un infinito imperceptible y cargado de injusticia, hace que cuento a cuento, nos despojemos de ese ego alter que a menudo nos envuelve y cubre nuestra mente de forma soberbia, evitando ver más lejos que el horizontes de nuestras ideas. Él, de forma innata, conjuga música, imágenes y palabras para hacernos entender ese mundo musical, captado a través de una serie de fotografías, que poco a poco describe con frases de músico que son la base de los componentes que unen todos los elementos que combinan sus obras.

Después de leer sus cuentos editados en su libro “Macaco”, el gusanillo místico que Cesar sabe transformar  en interés activo, despertando emociones a raudales y empujando la lectura de un cuento para empezar el otro, justo el de la página siguiente, porque el que acabamos de leer es interesante y los que faltan por leer se presentan llenos de interés impetuoso, simplemente nuestro subconsciente se alió a Cesar para llegar hasta el fin del “Frufrú de su conciencia” , para dedicar todo nuestro interés en esas líneas escritas con tanta fuerza,  porque también el lector percibe el ruido de una didáctica interesante, perceptible .

Yo estuve allí, el día de su espontáneo conversatorio donde nos envolvió en magia con sus historias de la vida, porque todos nos identificamos algún día con la sapiencia que nuestro cerebro guarda pero que solo se aviva cuando alguien incita a recordar momentos

Por eso hoy, después de reflexionar, me alío a mi pluma y ambos intentamos de forma incondicional, resaltar las cualidades de este hombre de piel curtida, que pasea su experiencia por senderos de otros mundos, para así a abrir su literatura con ejemplos vividos en otras zonas.

Me gustó su obra, lo encontré interesante, me agradó su dialéctica e incluso lo encontré humanista, filosofo contemporáneo, decidido en su idea y eficaz en su forma de presentar.

Simplemente antes de acabar, recordar lo que durante aquel conversatorio surgió como anécdota de interés de todos los que allí estuvimos presentes al hablar de Monterroso y de su cuento:

Cuando el narrador se despertó, el músico estaba allí, una fotografía del lugar apareció sensiblemente en los rostros de los presentes, el novelista expuso y creció y un enorme dinosaurio escribió con el estandarte de un polifacético dominicano.

Él estaba con su aparejo musical, su pluma, una hoja de papel y un “Macaco” rebelde, con sus cuentos grandes como dinosaurios por lo magnánimo de esas ideas llenas de intenciones

ACABÓ, Ramón SABA, agradeció el gesto y todos nos convertimos en admiradores de un personaje tan humilde como el músico fotógrafo, que contaba cuentos sublimes.

El Taller de poesía, representando por el maestro Saba, agradeció la invitación de aquel escritor que nos dejó tan gratos recuerdos.

Dr. JUAN MARTÍNEZ LUQUE