De ahí pasó ejercer la medicina en Yásica, Puerto Plata, en esas funciones iba de lunes a viernes, todos los días y permaneció por quince años, viajando allí usaba como medio de transporte los carros públicos y para su consulta en las montañas llegaba a través de un caballo.

Trabajó en el Hospital Público Ricardo Limardo, de Puerto Plata, por espacio de dos años y medios, devengando un salario de RD$17.00 mensual.

El doctor Carlos Luis Rivera Martínez contrajo matrimonio con Ana Luisa Bastardo (era hija de Carmen Bastardo y de Federico Antero Pagán (a) Matuca, personaje popular y de múltiples oficios en Puerto Plata y que fue descrito magistralmente por  el historiador y biógrafo, Rufino Martínez en su libro: Del Puerto Plata de ayer, páginas 9 hasta las 14) y tuvieron los hijos: Carlos hijo (médico naturalista), Iván (médico dentista y actualmente Gobernador Provincial de Puerto Plata), Christian (Secretaria Ejecutiva), Mayra (Doctora en Medicina), Mirtha (Doctora en Farmacia) y Eddy Rivera Bastardo (estudio Arte en la ciudad de Leningrado, Rusia). 

Decidió trasladarse a Santo Domingo y allí ejerció la medicina en los hospitales Padre Billini, Clínica Internacional y en el laboratorio del antiguo Marión.

Para ese entonces la consulta privada se cobraba RD$2.00 por paciente.

Nuevamente volvió a Puerto Plata y laboró en la Policlínica de Puerto Plata del Instituto Dominicano de Seguros Sociales como médico general, devengando un salario de RD$225.00 mensual. Fue Director del mismo. Trabajó por veintiún años en esa institución de salud.

Su vivienda se convirtió como la clínica del Dr. Charlie Rivera y allí atendía a sus pacientes con dinero y sin dinero. Siempre asistió a los más pobres de su pueblo de Puerto Plata. No hizo fortuna con la medicina. Su casa vivía siempre abarrotada de pacientes. Se negó siempre a tener consultorio en clínicas privadas de Puerto Plata. Fue un verdadero filántropo dentro del campo de la medicina.

Es un esposo amoroso y padre ejemplar y cariñoso.  Formó a todos sus hijos profesionalmente en alguna de las ramas del saber humano.  Fue un ejemplo a seguir en su carrera de médico y de ciudadano íntegro, honesto y caballeroso. Sus hijos y familiares no tienen de qué arrepentirse de la trayectoria que recorrió en su vida, el doctor Carlos Rivera, hombre de bien y desprendido de lo material.

En la ciudad de Puerto Plata, existieron dos hermanos médicos, que eran los doctores Rafael y Juan Antonio Vásquez Paredes (a) Toño, que al igual del Dr. Carlos  Rivera, deban consultas sin cobrarles a los pacientes pobres, ciertos días de cada  semana.

Jamás se apartó de su juramento hipocrático, que hizo al recibirse de Doctor en Medicina. Nunca vio la medicina como un negocio lucrativo. Vivió alejado de la política partidista. Fue hombre democrático y cooperó económicamente con algunas instituciones políticas revolucionarias y de izquierdas.

Ha rrecibido reconocimientos y homenajes a sus arduas labor como galeno de partes de instituciones de la provincia de Puerto Plata y del país.

Todos los atributos acumulados por el doctor Carlos Rivera, lo hacen merecedor de ocupar un lugar privilegiado en la historia de Puerto Plata. Enhorabuena.