I.- EL COVID-19: un aparecido

1.- En cualquier  espacio de tiempo existe la posibilidad que se produzca una  modificación en el orden presente en una sociedad humana como consecuencia de un fenómeno o hecho. La variación puede resultar  por obra de la naturaleza o la intervención de personas físicas.

2.- La situación normal de vida en nuestro país se ha visto sacudida por la incidencia sorpresiva del COVID-19, que ha alterado por completo el quehacer social, económico, político, laboral, familiar e institucional. En la República Dominicana, ha ocurrido una notoria y sorpresiva transfiguración.

3.- No se discute que el COVID-19 llegó   sin que nadie lo estuviera esperando, por  lo que su presencia ha causado estupor. A todo el mundo el virus lo cogió por sorpresa, de improviso, de sopetón.  Por ser súbita su llegada nos dejó a todos con la boca abierta, con las manos en la masa.

4.- La forma como hizo acto de aparición el COVID-19 en cada país, dejando asombrada a gran parte de la humanidad, creando  un  ambiente de espanto y sobresaltos.  Lo que se ve es a medio mundo aterrado y los pelos de puntas.  Se le ha helado  la sangre hasta  al  más exaltado.

5.- El  COVID-19, por el impacto causado por su súbita llegada y los terribles efectos  causados en la especie humana, lo que se observa son mujeres y hombres, hasta de ciencias, desconcertados con la cabeza como una olla de grillos; su mente está hecha un lio; lucen que han perdido el tino; están  fuera de sí. Ni más  ni menos, estamos viendo a personas convertidas de calmadas en atolondradas, de despabiladas a azoradas, y  de serenas transformadas por el virus en alteradas.

6.- Nunca antes, en ningún tiempo tantas personas jamás se habían hecho la misma pregunta de  y qué  es  esto; han inquirido cómo llegó al mundo;  de si el COVID-19 es un virus natural, o creado, se escapó de un laboratorio o forma parte de la guerra bacteriológica.

II.- Salir del COVID-19, una necesidad

7.- Porque el COVID-19 es, además de intruso,  un asesino, destructor, y altamente aniquilador de voluntades, la humanidad entera quiere salir de él lo más pronto posible; cuanto antes; ya.  Con celeridad que ejecute su partida, que sea inmediatamente, al instante queremos verlo lejos y  decirle hasta nunca; que se retire rápido; que tome su destino y  arranque de repente.

8.- Salir del COVID-19  es un deseo colectivo de la humanidad. Se ha hecho un real anhelo, que abandone el planeta tierra es una absoluta pasión convertida en un sueño; una manía liberarnos de la fatídica pandemia.

9.-Nadie se ha formado una idea de lo que es o puede ser el COVID-19. En lo que hay unidad de opinión es que debemos echarlo al instante. Sacarlo para que no siga con su obra macabra de muerte y terror. Arrojarlo de la forma que sea y con el mayor desprecio. Que se largue subrepticia o abiertamente, pero que se retire sin hacer más daño, aunque   lo que merece es arrojarlo al basurero.

10.- Lo que daña hay que quitarlo del medio demostrándole indignación. Porque el COVID-19 ha lesionado a la humanidad merece espantarlo estando nosotros bajo estado de enojo; que el mundo entero le exprese rechazo montado en cólera porque  ha  perjudicado a seres humanos inofensivos y nobles.

III.- El COVID-19 es dañoso

11.- Porque el COVID-19 con sus ejecuciones ha traído  muerte, dolor, lágrimas y luto,  con él no hay que procurar acercamiento;  ninguna clase de relación, ni mucho menos debates o cambios de impresiones. Ese  es un virus que como todos sus iguales  es insociable. Directamente, ni con mediador, la humanidad entera está en el deber de hacer todo lo necesario para no tener el más mínimo roce con ese infeccioso.

12.-  Todo aquello que llega a un ambiente cualquiera a matar hay que  recibirlo con enojo, de mal humor, demostrándole enfadamiento. El   COVID-19, se ha hecho merecedor de demostrarle irritación, que su presencia es despreciable y objeto de necesario distanciamiento.

13.- El COVID-19, está en todas partes con igual condición de misterioso e enigmático, y en los grupos humanos hace labor de maquinador contra  la alegría y la paz espiritual.  Divide a la familia en el mismo hogar creando desconfianza para que sus miembros estén en aislamiento; permanece enredando hasta a los científicos;  es un liante de primera llevando celosía entre las comunidades humanas.

14.- Hasta las personas de pensamiento más lúcido, científicamente se sienten  que no saben qué hacer, llegando  decepcionadas  a razonar en el sentido de que, hasta ahora, es ineficaz cualquier medicina para combatir con éxito al COVID-19. Hay cierta torpeza o signo de no  enfrentar algo que creen que es ficción, aunque no lo es.   

15.- Con todo pesar hay que decir que, hoy por hoy, el COVID-19 se mueve por el globo terráqueo lo más campante, tranquilo, ufano, matando y sembrando el pánico como si nada. Deja a miles de muertos diariamente y, al parecer,  se muestra despreocupado, sereno e indolente.

IV.- El COVID-19 ante los pueblos desprotegido

16.- Lo que se ha visto por la gran cantidad de víctimas que lleva el COVID-19, es que como que cogió descuidados a los hombres y mujeres de  Estado, o algunos estando informados de su llegada, no hicieron caso a la advertencia. La realidad es que la pandemia  ha tomado a sus víctimas desprotegidas, abandonadas a su suerte, privadas de la asistencia sanitaria necesaria para defenderse de un despiadado asesino como el COVID-19.

17.- De seguro que aquellos que tenían a su cargo la responsabilidad de tomar cuantas medidas fueran necesarias para proteger desde el poder del Estado a sus conciudadanos de los efectos nocivos del COVID-19, ahora buscan todas clases de alegatos para justificar sus  inobservancias e imprudencias. Pero el momento no está para argumentaciones, aducir ni argüir, sino para enfrentar lo que ya está entre nosotros.

18.-  Aunque no es momento para pasar cuentas,  la verdad es que el COVID-19, ha revelado que el sistema sanitario, la salud pública de los países  capitalistas, desarrollados o no, ha resultado infuncional. Ha quedado hecho añicos, probando  que es  deficiente, inútil, no ha estado diseñado para darle servicio a la población que debe tener acceso a atenciones  y medicamentos de calidad.

19.- Lo que dice la práctica social  objetiva es que, ciertamente, el confinamiento es la forma ideal y correcta para enfrentar el COVID-19, pero hay que pensar también en las necesidades de esa gran masa de mujeres y hombres  que forman parte del mercado laboral  informal. Ese segmento social  necesita y merece una respuesta de Estado  ante el COVID-19.

20.- En el momento actual se ha puesto de manifiesto lo que es un sistema  basado en la desigualdad de oportunidades, injusto e excluyente. Se nota que el COVID-19 tiene efectos sistémicos demoledores.

V.- El COVID-19 y un motivo para reflexionar

21.- La ocasión resulta muy difícil, pero en el curso de la misma es posible y conviene reflexionar de que estamos en la obligación por sentido humano y social, de examinar, considerar, ponderar y, en general, contemplar la necesidad de cambiar de rumbo porque nuestro país no debe continuar viviendo bajo un estado de tanta pobreza y miseria acumuladas. El COVID-19, ha retratado de cuerpo  entero a este modelo económico y social que es incapaz de satisfacer mínimamente las necesidades más perentorias  de la gran mayoría del pueblo dominicano.

22.- El COVID-19, además de miles de muertos ha golpeado duramente el ordenamiento económico y social de muchos países. Ha vapuleado sistemas de salud pública y educativa; ha permitido fustigar a políticos sinvergüenzas; ha sacado a flote miserias humanas y sociales y ha confirmado la condición sistémica del fenómeno de la corrupción y demás lacras que evidencian lo que es un sistema en plena decadencia.

23.- Las tragedias son dolorosas, pero dejan enseñanzas que, aunque desagradables hacen posible que el ser humano recapacite y se de cuenta lo que es la realidad de la vida. El  COVID-19, ha mandado mensajes a muchos de que se dejen de estar de vanidosos, soberbios, prepotentes y presuntuosos para que  sean modestos y se porten con sencillez ante los demás.  Lo que  es el orgullo vano ha quedado por el suelo con el virus.

VI.- Ante el COVID-19, sacar experiencias

24.- Esta pandemia ha permitido que hombres y mujeres del mundo, recapaciten luego de examinar su conciencia y comprobando la pesadilla que estamos padeciendo. Lo que está sucediendo impone que a la luz de la experiencia cada quien saque sus conclusiones y anote sus lecciones que en el mañana van a ser sus vivencias. 

25.- Cada quien será  responsable y dueño de lo que en el  futuro  diga qué significó y cómo explica lo que es y ha sido el COVID-19. El que quiere burlar su inteligencia, engañar su conciencia, mistificar datos y entrampar realidades, ese es su derecho. Por feliz casualidad, lo que ha ocurrido a nivel nacional e internacional con relación a los efectos del COVID-19, está debidamente reseñado y documentado para una adecuada  información al servicio de las futuras generaciones de historiadores e investigadores.

26.- Todo aquel que procura ser realista se forma su pensamiento partiendo del mundo real, de lo que ocurre o ha ocurrido y es posible comprobar.  Aquel que trata de ser sensato, objetivo y en general pragmático, nutre su formación de la vida real. No es bueno  escribir sobre situaciones  irreales como si fueran asuntos que se tienen a la vista.

27.- Ojalá que los fabuladores no tengan  la posibilidad de recurrir a habladurías, patrañas y otras formas de hacer trabajos de ficción,  con el fin de querer desnaturalizar los hechos tal como ocurren o han ocurrido. En nuestro medio abundan los fabulistas y creadores de imágenes.