Las siguientes respuestas de Moisés al trato de los extranjeros podrían servir de pauta para el manejo del tema migratorio actual.

1-Israelitas y extranjeros, ¿debían regirse por la misma ley?

Si, esto es lo que dice: “La misma ley será para el natural, y para el extranjero que habitare entre vosotros” (Ex.12.49; Nm.15.15,16, 29; Lev 24:22).

2-El descanso semanal en Israel, ¿incluía al extranjeros?

Si, el extranjero también se beneficiaba del descanso semanal”: “…mas el séptimo día es reposo para Jehová tu Dios; no hagas en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu criada, ni tu bestia, ni tu extranjero que está dentro de tus puertas” (Ex 20:10; Ex 23:12; Lev 25:6; Deu 5:14).

3-¿Cuál era el requisito sine qua non para los extranjeros?

Si, este requisito era de tipo cultural: “Y si morare con vosotros extranjero, y celebrare la pascua a Jehová, conforme al rito de la pascua y conforme a sus leyes la celebrará; un mismo rito tendréis, tanto el extranjero como el natural de la tierra” (Num.9:14; Nm 15:14; Lev. 16:29; Lev. 17:12; Lev. 18:26; Num.19:10).

4-¿Podía el extranjero adquirir la nacionalidad de Israel?

Si, y era un trámite muy sencillo: “Mas si algún extranjero morare contigo, y quisiere celebrar la pascua para Jehová, séale circuncidado todo varón, y entonces la celebrará, y será como uno de vuestra nación; pero ningún incircunciso comerá de ella” (Ex 12:48).

5-¿Se permitió alguna forma de maltrato hacia el extranjero?

No, Moisés es muy estricto en este punto: “Y al extranjero no engañarás ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto” (Ex 22:21; Ex 23:9; Lev 19:33; Num. 15:26).

6-¿Tuvo la ley de Moisés alguna protección general para el extranjero?

Esta respuesta es muy interesante: “Y no rebuscarás tu viña, ni recogerás el fruto caído de tu viña; para el pobre y para el extranjero lo dejarás. Yo Jehová vuestro Dios” (Lev 19:10; Lev 23:22; Lev 19:34; Deu 10:19; Deu 24:19-21).

7-¿Hubo también protección para los extranjeros en situación especial?

Cierto, la preocupación de Moisés es muy especial: “Estas seis ciudades serán de refugio para los hijos de Israel, y para el extranjero y el que more entre ellos, para que huya allá cualquiera que hiriere de muerte a otro sin intención” (Num. 35:15; Deu.1:16; Deu.10:18; Deu.24:17).

8-¿Se beneficiaron los extranjeros del 10% de impuesto que pagaban los israelitas?

Cierto, y se que esta respuesta te va a sorprender mucho: “Cuando acabes de diezmar todo el diezmo de tus frutos en el año tercero, el año del diezmo, darás también al levita, al extranjero, al huérfano y a la viuda; y comerán en tus aldeas, y se saciarán” (Deu 26:12; 26:13;14:29).

9-¿Declaró Dios maldición por maltrato al extranjero?

Si, lo que dice es realmente impresionante: “Maldito el que pervirtiere el derecho del extranjero, del huérfano y de la viuda. Y dirá todo el pueblo: Amén” (Deu 27:19).

10-¿No hubo, entonces, ninguna diferencia entre el nacional y el extranjero?

Si, hubo algunas diferencias entre el natural y el extranjero: “Si el forastero o el extranjero que está contigo se enriqueciere, y tu hermano que está junto a él empobreciere, y se vendiere al forastero o extranjero que está contigo, o a alguno de la familia del extranjero; después que fuere vendido, podrá ser rescatado; uno de sus hermanos lo rescatará” (Lev 25:47). “Del extranjero demandarás el reintegro; pero lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano” (Deu 15:3). “[…] ciertamente pondrás por rey sobre ti al que Jehová tu Dios escogiere; de entre tus hermanos pondrás rey sobre ti; no podrás poner sobre ti a hombre extranjero, que no sea tu hermano” (Deu 17:15).

Por la importancia de estas respuestas, ¿nos atreveríamos a leer de nuevo de modo que donde dice ‘extranjero’ pongamos ‘haitiano’? No olvidemos la queja de nuestro Señor: “¿Por qué me llamáis, Señor, Señor, y no hacéis lo que yo digo?” (Lc.6.46).