El caso de la compañía de construcciones Brasileña Odebrecht, ha tenido una connotación mundial muy negativa, por justificadas razones de violación al juego limpio, en la libre empresa. La razones para accionar sin escrúpulos y sin el más mínimo sentido ético, para sacar de competencia a sus rivales, consistió en sobornar a los funcionarios públicos con un rol decisivo en el otorgamiento de las obras y contratos, aparentemente con un intermediario identificado por sus propios representantes. Claro, Odebrecht inflaba los presupuestos para recuperar los sobornos y ganar mucho más dinero en cada obra, ya que los responsables locales, hipotecaron su moral y no podían o se atrevían a realizar ningún reclamo, en nombre y en defensa del país al cual servían.

Aunque Brasil y la República Dominicana, figuran en los puestos 76 y 103 del Índice de Corrupción Mundial del 2015, respectivamente, el Sistema de Justicia Brasileño, parece que no encaja en la misma medida con la corrupción imperante en las otras áreas del Estado. Muy distinto, sucede con el Sistema de Justicia de la República Dominicana, que sirve a los corruptos locales y no locales, garantizando impunidad.

Sin embargo, la justicia de Brasil y de Los Estados Unidos, se han combinado para poner al desnudo, la corrupción colectiva que ejecutó Odebrecht, en más de una docena de países latinoamericanos y africanos. Odebrecht, ha sido obligada a citar las naciones, los nombres de los funcionarios y los montos de dinero, con lo que obtenían ventajas oficiales, para ejecutar obras civiles sobrevaluadas. Los nombres de los funcionarios dominicanos, involucrados en este escándalo, al parecer y por lógica, son del dominio y control de la justicia americana y brasileña, pero pueden ser obtenidos por cada país que se interese. Estamos seguros, que tanto en Brasil como en Los Estados Unidos, se conocen todos los nombres, no solo al Señor Rondón.

El Señor Ángel Rondón, ha sido señalado por la Odebrecht-Dominicana, como el hombre que recibió 92 millones de dólares (4278 millones de pesos dominicanos), para ser entregados a las autoridades sobornadas.

Rondón, pretende hacerse el loco encubriendo sus cómplices y participantes directos del reparto. Dicho mercader, tiene suerte que esa información de los nombres de los funcionarios involucrados, están en control de la justicia brasileña y americana, porque de lo contrario, este podría sufrir desde un infarto, secuestro y hasta un atentado, como acaba de padecer, el juez encargado de investigar Lava Jato, que murió en un muy sospechoso accidente aéreo.

Aquí, los que detentan el poder, se comportan igual a su jefe, sin escrúpulos…La falta de escrúpulos, la corrupción y la impunidad, “parieron” la irrepetible e inimitable marcha del pasado enero 22. Ya los “calladitos” comenzaron a mover sus cuerpos y pronto, podrán unidos, hacer más sin quedarse de brazos cruzados, contemplando el paso del funeral de la patria, en manos de PLD.