Montado el frustrado operativo para desaparecer a José Figueroa Agosto, Christian Almonte o como quieran llamarle, surge uno de los casos en la historia del narcotráfico de la República Dominicana que más alimentaría el morbo inútil de la población, dado el comportamiento farandulero y promiscuo que tenía el primero, lo que aprovechó la autoridad en muchas ocasiones para entretener a los descerebrados y así "tapar" las caras de los grandes personajes vinculados a este y que la investigación jamás desvelaría. A cambio de la impunidad, muchos hombres y mujeres recibieron las dadivas informativas y hasta se masturbaron y eyacularon con los videos. Qué vergüenza!, aunque otros digan: y e´malo?.
Sin embargo, no todo ha sido sombras y tinieblas, ya que hubo actores en este caso penal que dieron la cara por las migajas que arrojó la investigación: los fiscales litigantes, quienes sembraron para la posteridad una real "cátedra de litigación estratégica" sobre la base de un interés patriótico, ya que sólo reciben un pendejo salario por jugársela, y los jueces del colegiado, quienes en igualdad de condiciones que los fiscales, rindieron una sentencia que servirá de referencia por muchos años, ya que la misma posee en su estructura una clara señal jurisprudencial en la materia y un mensaje para todo aquel que insista en lavar cuartos del narcotráfico y que la autoridad, mientras tanto, les dé la gana de procesar.
El ministerio público litigante, quienes no estuvieron al frente de las investigaciones, compuesto por los Licdos. Milcíades Guzmán, Wendy Lora Pérez, Agustín De La Cruz e Ybo René Sánchez, manejaron con maestría la narración, la prueba con todas sus extensiones, la argumentación, una refutación sin desperdicios y los alegatos de cierre divididos en cuatro brillantes exposiciones, conformando así un discurso jurídico que podría bien circunscribirse en un marco de referencia para la oratoria forense.
Los jueces, Licdas. Gissel Méndez, Yulí Tamari y Tania Yunes, brillaron con luces propias al estructurar una decisión histórica, la cual tuvo como base exclusiva lo que fue "el juicio oral", trabajando a profundidad el concepto de "determinación de la pena", el cual sostiene que la pena debe determinarse según el grado de culpabilidad, ya que de este modo se obtiene la finalidad político-social de restablecer la paz jurídica perturbada y con ello fortalecer la conciencia de la población imponiendo a los autores de los delitos las sanciones que han merecido vinculadas directamente a la gravedad del hecho, a pesar de que lo que se entiende por "merecido" no es algo escrito con precisión para ser visto con una mira telescópica.
Asimismo, dicha sentencia en alguna forma dejó cuestionada la inconclusa investigación del ministerio público, toda vez que dispuso que la sanción impuesta a Madelin Bernard, tuviera una modalidad de cumplimiento diferente a las demás sanciones. A mi modo de ver las cosas, esta persona no debió ser ni siquiera procesada por el ministerio público, toda vez que ella se convirtió en una víctima del crimen organizado, del proceso y de la propia autoridad, ya que estuvo de manera inminente expuesta a la muerte, perdió parte de su familia y por una debilidad en la custodia de las pruebas por parte del ministerio público, su pudor, aunque descuidado por ella, fue ultrajado públicamente de manera sucesiva, todo lo cual está por encima del daño que ella pudo haber ocasionado al bien jurídico protegido.
Concluida esta etapa del proceso, queda para enmendar en algún momento la impunidad exhibida por las autoridades en el curso de la investigación a favor de muchos y en perjuicio de tantos, y es por ello que yo sutilmente me pregunto: Debieron los fiscales y jueces jugárselas en la forma que lo hicieron? Son ellos condones del sistema? Quien cuidará de estos y sus familias una vez dejen sus cargos? Sus hijos le agradecerán el compromiso asumido?. Ojalá y una vez más no me encuentre con alguien que suele decirme: "el Estado ni agradece ni guarda rencor", y yo afirmó: Que gran responsabilidad acaba de contraer el "Chapulín Colorado".