Hablar de industrialización en la construcción no necesariamente es hablar de sostenibilidad, pero lo cierto es que llevando el concepto de industrialización al campo de la construcción tendríamos la oportunidad de incorporar aquello de producción sostenible a la cuestión constructiva. La duda está por despejarse.

De lo que no cabe duda es que hablar de Walter Gropius es hablar de uno de los referentes de la arquitectura del siglo 20 y además de uno que apostaba por una arquitectura intersecada por la cultura de la industrialización en el diseño. 

Packaged House System

En la primera mitad de los años 40 del siglo pasado, Gropius junto con Konrad Wachsmann, un arquitecto alemán con vida profesional y docente en Estados Unidos, desarrollo el proyecto Packaged House System, bajo lo que era la General Panel Corporation, una empresa del sector de las viviendas prefabricadas.

Estas Packaged House System de Gropius estaban concebidas para ser montadas con paneles prefabricados, apoyados en módulos intercambiables y combinables, con lo que el arquitecto buscaba dar versatilidad en el montaje y diseño resultante, cuestión de que el cliente que encargara el producto tuviera la oportunidad de poder combinar elementos comunes y prefabricados, pero obteniendo un resultado de diseño individual. Estos paneles prefabricados serían de madera tanto para paredes, suelo y techos y lo suficientemente flexibles en cuanto a su modulación para permitir agregar nuevos espacios si así fuera necesario.

Además de esto, la intención con las casas era que fueran fácilmente trasportables y también de fácil implantación en su lugar de destino, incluso con la perspectiva estudiada y desarrollada al detalle por Wachsmann, de poder construir más de una planta o incluso modelos de viviendas colectivas.

Todo cuanto se planificó no fue posible. Las vivienda contaban con muy buena concepción de origen pero con una industrialización poco rentable. Muchas de las piezas y/o componente se habían concebido única y exclusivamente para el sistema y esto limitaba la generalización de los procesos industriales con elementos comunes disponibles en el mercado.

Aproximación y distanciamiento

Si bien la industrialización del proceso constructivo de estas viviendas las encaminaba hacia una optimización de la eficiencia energética (economía de medios), he incluso dada la flexibilidad de los modelos se podía hablar de una relativamente buena adaptación al medio/emplazamiento (características climática y medioambientales);  el hecho de no simplificar la fabricación de los componentes y de sus subcomponentes fue negativamente determinate para el no éxito del proyecto.

Esto es fácil de entender con el siguiente ejemplo: Un perfil IPN 200 es un perfil estándar de fácil localización en el mercado; en cambio un perfil IPN 205 no existe, hay que fabricarlo y esto ya supone un escollo a salvar que supondría, por lo menos, un coste añadido en cuanto a medios y/o recursos.

La industrialización de la construcción,  si viene de la mano de lo ya estandarizado, puede suponer la optimización de medios y recursos a la que tanto aspiramos. El gran desafío es hacer de este proceso completo, un ejercicio de sostenibilidad.