En los actuales momentos se ha desatado una "fiebre irracional" promovida principalmente por las autoridades encargadas de perseguir el tráfico y distribución de drogas, en el sentido de obligar a la República Dominicana a tener "carteles de carta", en ausencia de los verdaderos "cárteles de la droga", todo con el mero objetivo de "poner mostaza excesiva a la noticia", cubriéndola en este afán de una sensación desmedida y envergadura con ansias, olvidándose que ya por el hecho de ocupar cientos de kilos, aderezados de posteriores muertes por encargos como consecuencia de la información revelada por los "sapos", esto tiene una real connotación e importancia nacional, sin embargo, la autoridad quiere penetrar en la opinión pública hasta donde diga "cirilo".

Si nos vamos de repente a la historia de la palabra "cartel", nos encontraremos que la misma comienza en el imperio romano cuando se utilizaba la palabra "charta", de un significado similar a su homónima en español, papel escrito empleado para comunicarse. Posteriormente pasó al español como "carta", tal cual la conocemos hoy en día.

Luego, al idioma francés pasó como "cartel", así como se lee, que significa carta, y en nuestro idioma, es un galicismo que cambió de significado, ya que esta palabra se refiere a un aviso en un lugar público. Asimismo fue importada al alemán como "kartell", pero, no cambió de significado.

Ya en los años 40, las mafias alemanas radicadas en los Estados Unidos de Norteamérica se comunicaban principalmente por medio de cartas (kartell), razón por la cual a estos grupos se les comenzó a conocer con el nombre de "cárteles".

En los actuales momentos, si revisamos las definiciones descritas en el Diccionario de la Real Academia Española, encontraremos una combinación de conceptos bastante interesante, muy a tono con las formas de operación de los denominados "cárteles": "organización ilícita vinculada al tráfico de drogas o de armas" y "convenio entre varios empresas similares para evitar la mutua competencia y regular la producción, venta y precios en determinado campo industrial", quedando establecido con dichas definiciones que de lo que se trata es que los "cárteles de la droga" son "monopolios ilícitos que controlan la producción, venta y precios de las drogas", y yo me pregunto: el llamado cártel de cibao produce drogas y controla precios en toda esa región? El otro, nombrado por las autoridades como dizque "cártel de samaná", cuantos kilos de cocaína produce en un mes y en qué forma controlan los precios? Ambos, en cuáles terrenos extienden sus plantaciones?

Ahora bien, si nos vamos a la práctica, podremos verificar como operan los reales cárteles de las drogas en países como Colombia, Bolivia, México y Perú.

Por ejemplo, en Colombia muchos conocimos el temido "Cártel de Medellín", el cual reunió los clanes o familias de los Ochoa, Escobar Gaviria, Cundinamarca o Rodríguez Ancha y de Pereira, y estuvo liderado por el "Patrón" Pablo Escobar Gaviria, llegando a controlar casi el 95% de  la producción, venta y precios de las drogas en ese país. Con menos alcance que este, también en este país conocimos el "Cártel de Cali", presidido por los hermanos Gilberto y Miguel Rodríguez Orejuela, y los "Cárteles de la Costa, Guajira, Bogotá, Santander", entre otros.

En México, los cárteles son grandes productores de marihuana y adormidera y controlan la mayor parte de las drogas que ingresan a los Estados Unidos, reconociéndose en la actualidad una lucha férrea entre dos grandes: el "Cártel de Juárez," el cual controla una de las principales rutas de drogas hacia EE.UU y fue socio del Cártel de Sinaloa y actualmente unido al grupo Los Zetas, y los "Cárteles Unidos", compuestos por los de "La Familia, Sinaloa y del Golfo".

Es decir que, una vez analizados los conceptos citados de manera inicial y descritas de manera resumida las formas de operación, composición y alcance de los más importantes cárteles de las drogas, no resultaría difícil establecer que los "cárteles" se encuentran estructurados, según lo ha establecido Luis Guerrero Agripino, en su obra "La Delincuencia Organizada": "en varias fracciones o familias y los capos de los mismos se han ido convirtiendo en grandes propietarios de tierras donde se explotan plantaciones, esconden los laboratorios y utilizan pistas de aterrizajes. Cuentan con ejércitos privados, sofisticadas armas y aparatos de telecomunicaciones".

En nuestro país dichos cárteles han llegado a tener sus extensiones o personas de confianza adheridos a ciertos grupos mafiosos, ahora bien, un "cártel de la droga" como tal no lo hemos tenido, y roguemos a Dios que eso nunca ocurra, aunque los grupos que han sido desmantelados con un gran esfuerzo de la autoridad dominicana, poseen algunos rasgos operativos heredados de los cárteles, incluyendo la pista de aterrizaje que ha sido improvisada en la Autovía del Este, sin embargo, no sigamos "forzando el mingo" al utilizar de manera errónea este término.

Autoridades dominicanas que persiguen el narcotrafico y el lavado de activos, continuen en su lucha sin precisar de falsos precedentes o expectativas. Los males que representan esas organizaciones acechan a nuestros hijos y duermen con los ojos abiertos en esta tierra.