Estimados aspirantes a legisladores,

Actualmente la República Dominicana, como prácticamente todo el planeta, enfrenta una gran incertidumbre por lo que nos deparará el futuro a corto y mediano plazo. Lamentablemente, sobran razones para prever que muchos avances en materia económica y social serán sofocados por la pandemia del COVID-19. También está claro que la población más vulnerable será la más golpeada por la crisis, pues es cierto que todos atravesamos la misma tormenta, pero también hay que tener claro que vamos en distintas barcas. Un ejemplo basta para ilustrarlo: mientras unos están confinados en viviendas de clase media o alta, con acceso a servicios básicos de calidad, otros están recluidos en espacios que carecen de las condiciones mínimas para ser llamados “viviendas dignas’. 

En este contexto, las autoridades que resulten electas, a nivel Presidencial y del Congreso, tienen un gran desafío. Para los fines de esta misiva, me enfoco en el poder legislativo, atendiendo al importante rol que puede desempeñar en el proceso de volver a dinamizar la economía y garantizar el acceso de toda la población a los servicios elementales. 

De ahí que me animé a escribir esta carta, como lo hice hace algunas semanas con los candidatos que se disputaban las alcaldías del país, con el fin de presentarles algunas iniciativas que, desde el sector Vivienda, consideramos relevantes desde hace años, y más aún en este momento tan particular. 

Es importante precisar que la relevancia de estas propuestas se sustenta no solo en su valor para el empuje de esta actividad productiva, sino para toda la economía, pues no debemos obviar que se trata de un rubro particularmente compenetrado con otros sectores clave, como el comercio y la industria, y con potencial para fungir como principal motor del crecimiento en esta próxima etapa.

Además, la vivienda digna no está llamada a ser un lujo, como ocurre actualmente, sino un derecho, y las autoridades tienen el deber de garantizar las condiciones para que la ciudadanía pueda ejercerlo. 

Desde el Congreso Nacional es mucho lo que se puede hacer. Entre otras medidas, desde el sector vivienda hemos propuesto ponderar e impulsar acciones legislativas en los sentidos siguientes:

1- Aprobación de una ley de vivienda que contemple la política nacional de vivienda y la creación del Ministerio de Vivienda. Mediante esta iniciativa se aprobaría la estrategia país para eliminar el déficit habitacional, que puede incorporar medidas como: 

– Comprometer al Estado para proveer de viviendas a las familias en condiciones de pobreza extremas (1er Quintil). 

-El diseño de un plan de subsidio a la vivienda dirigido a las familias del 2do y 3er Quintil de la economía

-La creación de un plan de subsidio del costo del financiamiento para la primera vivienda. Se puede implementar EL MODELO PANAMENO de subsidio de tasas hipotecarias, que plantea que sea el Estado a través de la compensación de impuestos sobre la renta, quien asuma el costo o interés, total o parcial, de los préstamos hipotecarios.

-La creación del Fondo Nacional de la Vivienda para los Trabajadores. 

2- Creación de la figura de gestor urbano, que, bajo la supervisión y lineamientos de las instituciones estatales, será responsable de la tramitación y emisión de permisos y licencias de construcción. Esto ayudará a agilizar procesos que, en la actualidad, son tan complicados y lentos que representan una traba para la inversión.

3- Conformar las comisiones de vivienda en las dos cámaras legislativas, de modo que las iniciativas asociadas a esta materia puedan ser recibidas y procesadas por estos canales. Esto también permitiría un mayor seguimiento y dinamismo en el curso de las propuestas.

4- Modificar la Ley 171-07, sobre incentivos especiales a los pensionados y rentistas de fuente extranjera, para crear nuevos mecanismos que fomenten la construcción de viviendas para este público. 

5- Crear mecanismos para que el sector Construcción pueda asegurar la integración de todos los trabajadores al Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), incluyendo la transformación del Fondo de Pensiones de los Trabajadores de la Construcción (FOPETCONS) a una Administradora de Fondos de Pensiones (AFP).

6- Aprobar las modificaciones a la legislación de alquileres actual para incentivar la inversión en inmuebles para alquiler y proteger adecuadamente tanto al inquilino como al propietario. A modo de ejemplos no limitativos de estas modificaciones podemos citar: a) que los procesos de términos de contratos sean ágiles, b) que se permita la actualización del precio acorde con la inflación y c) asignarle a un Fondo de Garantía para la Vivienda la función que tiene actualmente el Banco Agrícola, entre otras.  

7- Modificar la ley 87-01, que crea el Sistema Dominicano de Seguridad Social (SDSS), para que los trabajadores que hayan cotizado más de cinco años tengan derecho a acceder al 25% de sus fondos de pensiones para adquirir su primera vivienda de bajo costo; entendiendo que esto no atenta contra el espíritu del sistema, como muchos pueden argumentar, pues tener una vivienda es el mejor ahorro para una vejez digna. La vivienda es el 4to pilar del sistema de pensiones

8- La creación de las figuras de la Nuda Propiedad e Hipoteca Inversa se puede impulsar como medida complementaria, a fin de garantizar el buen uso del 25% de los fondos de pensiones destinados a la primera vivienda.  

9- Legislar para crear leasing habitacional. Es una fuente de financiamiento que lleva un buen tiempo en otras economías latinoamericanas. Consiste en un contrato de arrendamiento de la vivienda con compromiso de compraventa.  Si se genera este contrato, después de 15 o 20 años, un inquilino puede optar por adquirir la vivienda pagando un remanente. 

La mayoría de las propuestas de esta lista vienen siendo empujadas por la Asociación Dominicana de Constructores y Promotores de Viviendas (ACOPROVI) desde hace años y todavía podría ampliarse más. En el sector Construcción y con respecto a la política nacional de viviendas, los pendientes son muchos, igual que en otros frentes sociales.

Impulsando iniciativas en esta dirección obtendremos resultados que trascenderán lo coyuntural y nos ayudarán no sólo a reforzar la actividad económica, sino a corregir viejas deudas sociales y estar mejor preparados para eventualidades futuras. 

Como legisladores, ustedes asumirán parte importante de la responsabilidad sobre las tareas a emprender en todos los campos. Confiamos en su buena voluntad para impulsar la transformación que los dominicanos y las dominicanas merecemos. Lo importante es que tengamos legisladores que se enfoquen en el largo plazo, en soluciones definitivas.  Que el norte sea: “Pensar en las generaciones futuras y no en las elecciones futuras”.

Héctor Bretón Sánchez

23 de mayo 2020