Apreciado José Carlos,

Ayer, día martes que contáramos a 22 del mes de octubre del 2013, fue celebrado el primer intento de conocer la audiencia de fondo en contra de los imputados Miguel Ángel Bautista, Josaías Benjamín Mota Lorenzo, Máximo Darvin Almánzar Guerra, Argenis Antonio Batista Rodríguez, Jorge de Mancebo, Dyango Xavier Ramírez e Irving Frank Matos Herasme, quienes se asociaron para darte muerte de una forma cobarde, irracional, despreciable y sin piedad, dejando toda tu familia marcada para toda la vida por tu ausencia irreparable.

Debo decirte que el proceso que inicias junto a tu madre, hermanos, tíos, abuelos y todas las personas que te aman, de servir de ejemplo vivo a través de una sentencia ejemplarizadora en contra de tus asesinos no será en forma alguna muy fácil, ya que existen muchas vías de “dar vueltas al juicio”, y una vez este pueda celebrarse, los hechos cobardes volverán a llover sobre ustedes, y es por ello que pido fuerzas al Cristo del Madero para que anche sus espaldas y puedan con éxito sobrellevar la cruz designada, la cual ha venido a profundizar la unión existente en toda tu familia y con ella la de toda una sociedad dolida y estuprada de tantos abusos e inseguridades.

Nuestro Código Procesal Penal en sus Artículos 305 y siguientes establece la parte técnica sobre las reglas del juicio, lo cual en sentido general, es aplicado con objetividad en la mayoría de los tribunales unipersonales y colegiados de esta jurisdicción, sin embargo, como el “pibe del infierno” no duerme muchas veces en su cama, debemos “andar vivos con la oración” y con “el mazo dando” en cada audiencia celebrada, ya que uno de nuestros objetivos es lograr, como Sociedad, la pena máxima en contra de tus malditos asesinos.

Te cuento que reconozco que físicamente no estás, y es la ausencia del abrazo fraterno que muchas veces llama a los tuyos a extrañarte sin medidas, ya que no es lo mismo pensar al ser humano que algún día volverá, que imaginarte sin verte, descansando solo en la memoria de los que te aman siempre, sin embargo, Dios lo decidió así y para ello nos regaló por un tiempo tu presencia en esta tierra, y, como dice Mauriac que “la muerte no nos roba los seres amados, al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo, ya que la vida sí que nos los roba muchas veces y de manera definitiva”, pues, sigues aquí junto a tu Familia, siendo ejemplo de bondad y de lucha para espacio un terrenal que una vez creyó no merecerte y que hoy te bendice con la eternidad. La vigilia con la oración serán nuestras mejores armas. Buen acampar siempre!