Excelentísimo señor presidente Danilo Medina y honorable ministro de la Presidencia, Gustavo Montalvo:
Lo primero que debemos reconocer es el gran paso de avance de la implementación del sistema de atención 9-1-1. A partir de ahora habrá un antes y un después. Sin embargo, es propicia la ocasión para recordarles que la materia prima del nuevo sistema, y de la seguridad ciudadana en general, son los policías. Estos tienen más trabajo con el mismo salario. Vamos a ponernos en el lugar de ellos y preguntémonos: ¿Cómo puede un policía mantener su familia, educar sus hijos, pagar agua, luz, alquiler de casa, teléfono con el salario de RD$6,000?
Señor Presidente y distinguido Montalvo: Cásense con la gloria e implementen un aumento salarial de al menos RD$25,000 para los alistados, yendo en escala con los rangos y formación policial. Esto no es una gran cantidad de dinero para quienes tienen que ver con la vida de los ciudadanos. Estoy convencido de que por el problema social que tenemos, nuestros gobiernos deben priorizar la inversión en la seguridad ciudadana, en igual proporción a la educación y salud.
Como son magos “buscándosela” para sobrevivir, en nuestros barrios la gente teme más a los policías que a los narcos. Estos últimos mueven el dinero en el vecindario. Y los policías reprimen el vecindario dizque combatiendo la delincuencia, pero a muchos de ellos se les ve cobrando peajes donde los vendedores de drogas o macuteando (chantajeando algunos) en los negocios de la zona.
Igualmente, el joven que vende drogas no lo hace por placer, sino inicialmente por necesidad. El que está en el “punto” vendiendo no gana gran cosa, el buen dinero lo recibe el distribuidor y el que trafica a gran escala. Les puedo afirmar que a cualquiera de nuestros jóvenes que se le consiga un empleo sencillo jamás arriesgará su vida vendiendo sustancias tóxicas.
En ese orden, estoy haciendo dos peticiones. Una: que de la misma forma que el Presidente está recorriendo el interior del país los fines de semana, comience a visitar nuestros barrios para escuchar de viva voz los problemas. Dos: Una forma efectiva de combatir la delincuencia es que el Estado gestione con empresarios locales y extranjeros la instalación de empresas de zona franca en los barrios más populosos. Si el gobierno da seguridad y facilidades a empresarios como Pepín Corripio, Los Vicini, irán gustosos a barrios como Capotillo o Gualey a poner sus fábricas. Así con el sector privado se puede resolver el problema social de la delincuencia generando empleos en el corazón del barrio.
Periodista Roberto Valenzuela