Carta a la Primera Dama
Excelentísima Primera Dama de la República
Su Despacho
Ciudad.-
Distinguida Señora
La positiva campaña promocional de valores “¡Bien por ti!”, que su despacho lleva a cabo exitosamente, ha equivocado sus alcances al utilizar, reciente e indecorosamente, una pieza inmobiliaria del paisaje urbano de la capital dominicana. El beneficio de la duda es para usted, a la que no consideramos capaz de haber autorizado el uso abusivo de ese recurso estético y escultórico, para convertirlo en cartel publicitario de abigarrados mensajes que juntos destilan mal gusto y procacidad inadmisible.
Si haber pintado de verde el otrora Monumento a la Independencia Financiera, de 1942, ha sido una afrenta, buscando crearle un fondo de superficie por alto contraste a los letreros, el llenarlo de alusiones como al descuido, al peor estilo “grafiti”, todos de dicha campaña, ha sido aún mucho peor. Ya el daño está hecho y las fotografías y burlas -a pié de fotos-, circulan por el mundo por las agitadas redes sociales. Pero todo es factible de ser resarcido. En consecuencia me permito ofrecerle una idea.
Ordene RESTAURAR el monumento, pero no para devolverle el esplendor que tuvo en su momento inaugural, en el que sin embargo, no exaltaba directamente ni la figura ni las circunstancias políticas de aquellos años, sino el sainete “reivindicativo” de un improbable pago de la eterna deuda externa. No por favor, eso no. Esta vez rebautícelo, con la anuencia del Ministerio de Cultura y la Alcaldía del Distrito Nacional, y dedíquelo a recordar el alzamiento cívico militar de 1965. Ese es el lugar perfecto para ello.
Y devuélvanle sus musas, patéticamente desgastas y desaparecidas en los laterales este y oeste. Ojala también se le grafique la necesaria información, sin vergüenza ni lastre político, que explique en una de esas tarjas, el origen y cambios en el mismo, para educación ciudadana y turística. La comunidad artística, intelectual y culta del país, le dirá, sumamente agradecida “¡Bien por ti!”. Las otras asimilarán los mensajes…
Gracias infinitas por prestarle atención a estas letras.