Querida Faride Raful:

Te escribo estas palabras muy conmovida y también muy alegre, porque contigo ha ganado La República Dominicana y hemos consolidado un rinconcito en el espacio público, quienes sabemos que en nuestro país no es tan común, que se tenga noción de lo que es un derecho ajeno, que ni siquiera es ajeno, porque los derechos nos protegen a todos y a todas, aunque no tengamos la educación para comprenderlos y defenderlos.

Espero que alguien te haga llegar esta felicitación que me sabe del alma y que es extensible a tus votantes.

Me voy a permitir hacerte tres recomendaciones que creo pertinentes:

1.-Mantén y afianza tus posturas a favor de los derechos de las mujeres y en contra de odios y discriminaciones hacia grupos vulnerables y tradicionalmente agredidos y maltratados, como los integrantes de la comunidad LGBT.

Los que celebran agresiones y discriminaciones tienen demasiados candidatos y representantes a su disposición. Los que nos oponemos a ello, no tenemos muchas opciones. Si te mantienes como una de las opciones, para quienes no tenemos muchas opciones, aportarás a la democracia, a la tolerancia, a la diversidad, a la puesta en valor de sectores continuamente discriminados y respaldarás a quienes apoyamos una sociedad más inclusiva, menos brutal, menos cruel, menos injusta. 

República Dominicana es un país donde ha prevalecido siempre una mentalidad muy conservadora (no se sabe cómo, porque no ha servido para resolver nada y sí para crear y profundizar problemas desigualdades) que debe ser contrarrestada en alguna medida, para que haya algo de equidad y eso, además, conlleva beneficios para tu carrera:  Hay un espacio político fértil y poco explorado, para quienes desafíen ese viejo y obsoleto conservadurismo extremo, que ha lastimado a mucha personas, que han acumulado muchos disgustos y sufrido muchas injusticias. Y esas personas votan. Y lo harán con fidelidad, cuando confíen en quien les sirva de voz y las ampare y las respete. Vuélvelo parte de tu capital político. Otros capitalizan la miseria, la ignorancia, las discriminaciones y el odio. Haz tú lo contrario.

2.-No seas incondicional hacia el partido al que perteneces. NO votes nunca como un borrego de la bancada, a menos que la iniciativa sea justa y pertinente. Debes mantener tu oposición contra  la corrupción y contra la impunidad y las firmes denuncias contra las irregularidades y asaltos ejecutados desde El Congreso, contra el país, incluso, si tienes que confrontar a tu propio grupo.

Si el PRM pretende reeditar conductas como las del PLD -o como las de Hipólito, durante su horrible mandato- denúncialo, oponte, no te dejes embadurnar con su corrupción, no te enredes en las largas colas de ineptitud y depredación a los bienes públicos, que tienen muchos de tus compañeros ahí adentro.

3.-Revisa tus perspectivas con relación a políticas económicas y a las filosofías y escuelas, en las que se circunscriben algunas de las "soluciones" a las que has hecho referencias. Afortunadamente, y siempre según mi parecer, no han sido demasiadas. Son muy conservadoras y de inclinaciones neoliberales. Concientízate sobre ello y gira más al centro, haciendo propuestas socioeconómicas más coherentes con ciertos postulados de la social democracia, que propugnan por un compromiso acentuado hacia sectores económicos marginales.

Así como la discriminación racial, la homofobia, el fanatismo religioso fundamentalista e irracional y el machismo agreden y les quitan derechos a sectores sociales, el neoliberalismo agrede y le quita derechos a los más pobres. También a la clase media, pero la clase media no lo sabe. Cree que "el enemigo" es quien en medio de una pandemia, se mete de noche en un tumulto a ver si le dan un salami, un pica pollo o un tanquecito de gas. No te sumes a esa visión clasista, enconada hacia los vulnerables, pero tampoco hagas política con reparticiones de dádivas de ese estilo. En cambio, estudia las iniciativas del PLD con los programas de gasto social dirigido a los menos favorecidos. Ese fue un gran acierto del PLD. Encamínate por ahí. Cuando la "competencia" tiene alguna virtud, ubícala y cógela para ti.

Con esperanzas puestas en ti y todo el cariño del mundo.

 Sara