CARNAVAL

“. . .pero lo que es en apoyo popular ya su CARNAVAL pasó”.

El carnaval comenzó en la historia con rasgos de celebración religiosa que después mudó a celebración pagana. En la actualidad es más una fiesta popular bulliciosa, celebrada en las calles, con música y bebidas alcohólicas e ingestión inmoderada de comidas, si el presupuesto personal alcanza para ello.

De la noción primera el carnaval cambió a designar una reunión bulliciosa y desordenada, que era o es una de las características de la celebración del carnaval. En República Dominicana la palabra carnaval ha adquirido sentidos que no posee en otros países. Esas acepciones exclusivas del habla de los dominicanos se explicarán más abajo.

El vocablo carnestolendas se compone de carnis, carne y tollendus gerundivo de tollere, “quitar, retirar”. La preponderancia del vocablo carnaval ocurrió en la época del Renacimiento

Hace años ya, por medio de estos escritos se desarrolló el sentido de la palabra carnaval en el español dominicano en tanto “serie de acciones, hechos, que se hacen, aunque no conduzca a un fin feliz”.

El carnaval que se adivina en la frase transcrita es el que se refiere a un momento o época, que puede tener relación con la vida de una persona o con un período de la historia de algo. Generalmente se refiere a un período dichoso. Se usa con frecuencia para aludir a los años en que alguien despliega sus mejores atributos, sobre todo las mujeres. Se utiliza en sentido negativo, “Ya a esa mujer se le acabó su carnaval”.

La palabra carnaval procede del italiano carnèvale. La palabra en italiano procede de carnelevare, que es un compuesto de carne y levare, la última voz significa “quitar”. En español ya antes existían los vocablos carnestolendas y antruejo que se usaban en lugar de carnaval, especialmente para referirse a los tres días que preceden al miércoles de cenizas.

El vocablo carnestolendas se compone de carnis, carne y tollendus gerundivo de tollere, “quitar, retirar”. La preponderancia del vocablo carnaval ocurrió en la época del Renacimiento.

El Diccionario fraseológico del español dominicano (2016: 99) asienta este carnaval, ya su/tu/mi carnaval pasó, como locución verbal que “Indica que algo ha concluido, o que alguien se hace viejo”.  Esa acepción sintetiza muy bien las situaciones que se expusieron más arriba.

ABSOLVER – ABSORBER

“La historia me ABSORBERÁ . . .”

La historia no puede absorber cosa alguna. La frase que se ha hecho famosa por su frecuente repetición es, “la historia me absolverá”. Esta frase la hizo famosa Fidel Castro Ruz cuando escribió una pequeña obra con ese título para defender sus acciones del “Asalto al Moncada” y exponer sus puntos de vista políticos. Los dos verbos, absolver y absorber, son muy diferentes en sus significados. Esas diferencias se destacarán en el cuerpo de este aparte.

Absorber es atraer y retener una sustancia sólida o líquida, un gas, un líquido o vapor. Es consumir totalmente algo. En materia comercial o política es integrar una organización a otra, con la desaparición de la primera

La forma más expedita para zanjar el asunto es exponer las acepciones del verbo absolver, pues son menos. Se piensa que al hacer esto, lo que permanece fuera de esa esfera de acción de ese verbo caerá en el campo del otro.

Absolver es dejar a una persona libre de un cargo u obligación. Declarar inocente a un procesado. En asuntos religiosos es perdonar el confesor los pecados a un penitente. Gran diccionario de la lengua española (2007).

Absorber es atraer y retener una sustancia sólida o líquida, un gas, un líquido o vapor. Es consumir totalmente algo. En materia comercial o política es integrar una organización a otra, con la desaparición de la primera. Es, entre personas, atraer una toda la atención de otra u otras. Las otras acepciones corresponden al campo de la biología y la física.

Los ámbitos de las significaciones son claros. Si se retienen los de un de un verbo, los del otro se afirman por eliminación.

POSLIBERAL – *POSTLIBERAL

“. . . frente al modelo POSTLIBERAL y democrático vigente. . .”

Llama la atención que personas eruditas permanezcan en el pasado cuando se trata de la ortografía de la lengua española. Se considera un deber para alguien que escribe con regularidad en un periódico que este se mantenga al día con respecto de las recomendaciones y normas de la ortografía española.

No hay que olvidar que los lectores en muchísimas ocasiones aceptan como bueno y válido lo que leen, sobre todo en el estilo, si son escritos de personas que gozan de prestigio en los círculos intelectuales.

El Diccionario panhispánico de dudas es muy claro cuando aclara, “se recomienda usar la forma simplificada pos- en todas las palabras compuestas que incorporen este prefijo

Post- y su variante pos- son prefijos del latín post-, que significa “detrás de” o “después de”. Este pos- es una forma simplificada del prefijo latino post-. La Ortografía académica recomienda emplear la forma pos- cuando la base léxica comienza por una consonante que dificulta la articulación en español.

El Diccionario panhispánico de dudas es muy claro cuando aclara, “se recomienda usar la forma simplificada pos- en todas las palabras compuestas que incorporen este prefijo, incluidas aquellas en las que el prefijo se une a voces que empiezan por vocal (aunque en ese caso la articulación de la -t- presente menos dificultades): posmoderno, posdata”.

Se recomienda con vehemencia a los periodistas, columnistas y articulistas actualizarse para no servir de mal ejemplo. Los escritos por la prensa sirven de modelo para muchos lectores. Los articulistas y columnistas tienen un deber similar al de los periodistas.