Como político se destacó, ocupando las posiciones siguientes: Diputado por el Distrito de Samaná, de noviembre de 1899 a abril de 1902, siendo elegido Presidente del Congreso Nacional el día 3 de mayo de 1901, durante el gobierno de Juan Isidro Jimenes; Diputado al Congreso Nacional en 1901; Gobernador Civil y Militar del Distrito de Puerto Plata, de mayo a octubre de 1903, en el gobierno de Alejandro Woss y Gil.

Ayudó al derrocamiento del gobierno de Horacio Vásquez, en 1903. Fue encarcelado y exiliado.

Desde la posición de gobernador de Puerto Plata promovió la Revolución Unionista, de horacistas y jimenistas, prescindiendo de sus caudillos, lo cual lo llevó al Poder el 25 de octubre de 1903, formando un gobierno provisional  en Puerto Plata. (9)

En diciembre de 1903 el bando jimenistas dominaban casi la totalidad de la República, excepto la ciudad de Santo Domingo y Sosúa, que se encontraba controlada por el general Jesús María Céspedes.

Fue presidente de la República, desde el 25 de octubre de 1903 hasta el 12 de enero de 1906, cuando fue derrocado por su propio Vicepresidente de la República, Ramón Cáceres Vásquez.

Durante su gobierno comprometió parte de la soberanía nacional, a través de un Acuerdo Financiero, apoyado por los norteamericanos.

Rufino Martínez ha dicho al respecto: “Frente al problema de la deuda pública, que databa de años, pero agravada, entonces por las exigencias de acreedores extranjeros, apoyados por el Gobierno Norteamericano, se decidió por un Acuerdo Financiero que comprometía parte de la soberanía nacional. Dentro de su moral política, que perseguía el mando de cualquier manera, para organizar la nación dominicana y no para beneficio y placer de su persona, familia o amigos, nada mejor que las rentas aduaneras fuesen percibidas por un agente que escogiera el Presidente de los Estados Unidos, el cual Agente sería una garantía cierta de la distribución de fondos entre los acreedores, así como de la parte que recibiría el Gobierno Dominicano. Consiguientemente el poder exótico que haría respetar esa recaudación, apoyaría al Gobierno, lo que vendría a significar poner término a los asaltos del poder con los recursos de las aduanas. Otro medio tuvo el mismo Morales para derrocar a Woss y Gil. En febrero de 1905 se firmó la Convención por representante de nuestro Gobierno  y el de de los Estados Unidos. El acuerdo debía ser sancionado posteriormente por el Congreso Dominicano y el Senado Norteamericano. Luego dio el Presidente Morales el Decreto del Modus Vivendi, que entró en vigor a partir del primero de abril. Estipuló éste la distribución de las rentas aduaneras y la manera como se debía retener, en calidad de depósito, la parte correspondiente a los acreedores, y creó para ello la Receptoría General de Aduana, bajo la dirección de empleados norteamericano”. (10)

El gobierno norteamericano apoyó el gobierno de Morales Languasco.

El general Demetrio Rodríguez al enterarse del apoyo estadounidense al gobierno de Morales Languasco, dirigió una carta al cónsul alemán en Santo Domingo, con fecha 19 de febrero de 1904, solicitando que el emperador alemán Guillermo II, reconociera como presidente a Juan Isidro Jimenes y que no se cedería a los Estados Unidos de América ninguna parte del territorio dominicano.

Hubo desordenes y destrucciones a propiedades estadounidenses y amenazas  a personas de aquel país. En donde fue muerto el maquinista militar John G. Jonson, el 1 de febrero de 1904. Se acusó de dicha muerte al general Nicolás Arias (a) Manasa, quien fue apresado y fusilado por tropas gubernamentales, el 21 de marzo de 1904.

Donde más hubo combates fue en San Pedro de Macorís y Sánchez.

Jaime de Jesús Domínguez ha sostenido: “La abierta toma de posición del representante diplomático de los Estados unidos de América a favor del gobierno de Morales Languasco estuvo en el centro de la contienda bélica.

“El Encargado de Negocios estadounidense W. F. Powell era partidario y así se lo comunicó al Departamento de Estado, de una mayor participación de los Estados Unidos de América en la política interna dominicana, con el fin de apoyar a los gobiernos y poner fin a las insurrecciones”. (11)

Durante el gobierno de Alejandro Woss y Gil el país atravesó por una situación económica bien difícil. Se vio obligado a tener que renunciar de la presidencia de la República y marcharse al exilio.

Morales Languasco, quien a la sazón era el Gobernador provincial del gobierno encabezado por el general Alejandro Woss y Gil, se lanzó contra el mismo en la Revolución Unionista, o mejor dicho en la Revolución de Octubre.

A la caída del gobierno de Woss y Gil, se adueñó Morales Languasco de la situación y de ahí viene un rompimiento y una nueva lucha llamada Revolución Desunionista, siendo la misma sangrienta y angustiosa para el país, desalojando  a los jimenistas del gobierno para afianzar más a Morales Languasco por medio de unas elecciones generales. Dicha revolución duró seis meses. En ésta murió el Ministro de Guerra y Marina, general Eliseo Cabrera, el 23 de enero de 1904 a consecuencia de heridas recibidas el 21 de enero de ese año en Los Montones, de San Pedro de Macorís. Cabrera había lucha contra el general Demetrio Rodríguez.

Notas

9. Conformó su gabinete así: Ministro de Interior y Policía, General Carlos Reynoso; Ministro de Justicia e Instrucción Pública, Enrique Jiménez; Ministro de Hacienda y Comercio, Enrique Pou; Ministro de de Relaciones Exteriores, Miguel Emilio Alfau; Ministro de Fomento y Obras Públicas, Eladio Victoria; Ministro de Guerra y Marina, Eliseo Cabrera; y Ministro de Correos y Telégrafos, Carlos Ginebra. Ver. Juan Ventura. Presidentes, juntas, consejos, triunviratos y gabinetes de la República Dominicana. 1844—1984. Santo Domingo, Talleres ONAP, 1985, páginas 42 y 43.

10. Rufino Martínez. Diccionario biográfico—histórico dominicano. 1821—1930, segunda edición. Santo Domingo, Editora de Colores, 1997, página 363.

11. Jaime de Jesús Domínguez. La sociedad dominicana a principios del siglo XX. Santo Domingo, Editora Taller, 1994, página 88 (Colección del Sesquicentenario de la Independencia Nacional, Vol. VII).