Para comenzar con lo propuesto, debe señalarse que el verbo caravanear no es una voz reconocida en el ámbito general del español
CARAVANEO – BANDEREO
Los dos nombres que constan en el título de este estudio, en la República Dominicana poseen características muy propias. Ambas acciones están ligadas a las actividades políticas de los dominicanos. Como sucede de costumbre con las “cosas de los dominicanos”, estos piensan que los nacionales de ese país son los inventores o creadores de la actividad que tipifica la acción definida por los nombres del título. Es probable que de algún modo el dominicano le haya conferido un rasgo nacional a la actividad o actividades a que se contraen las dos acciones.
Se examinarán aquí las significaciones conocidas en el español común para estas acciones, así como para otros actos parecidos a los caracterizados. Antes de terminar el examen de los dos conceptos se revisarán las nociones que corresponden a la República Dominicana para estos.
Como sucede de costumbre con las “cosas de los dominicanos”, estos piensan que los nacionales de ese país son los inventores o creadores de la actividad que tipifica la acción definida por los nombres del título
Para comenzar con lo propuesto, debe señalarse que el verbo caravanear no es una voz reconocida en el ámbito general del español. Para designar la acción de transportarse en caravana, en español los hablantes y escribientes se sirven de un verbo que acompañe la acción o el nombre, por ejemplo, “viajar en caravana” o bien, otro que transmita la idea.
Para las banderas hay mejor fortuna pues en el español corriente existe un vocablo parecido; sin embargo, tiene otro significado, ajeno a las actividades a las que los dominicanos asignan su bandereo. No es menos cierto también que los dominicanos han logrado cierto reconocimiento para sus voces.
El bandereo de los dominicanos está reconocido en el Diccionario de americanismos de las Academias de la Lengua Española. Allí se hace constar que es el ‘ondeo de una bandera’. Con respecto del verbo caravanear, ese mismo diccionario asienta que en República Dominicana es ‘participar en caravanas políticas’.
El banderear dominicano tiene una definición más acertada aún: ‘En una campaña política, agitar banderas de un partido para promoverlo’. De allí se deriva que el bandereo sea: ‘Exhibición de banderas de un partido político para promoverlo durante una campaña electoral’. Estas acepciones se tomaron del Diccionario del español dominicano (2013).
En lo relativo al caravaneo, puede utilizarse la misma fuente anterior para el verbo caravanear primero, que aparece en ese diccionario de este modo: ‘Participar en caravanas políticas’. El caravaneo, a su vez, se registra como: ‘Acto de campaña política en el que los candidatos de un partido recorren un lugar en una caravana de vehículos’.
Por medio de la lectura de esta sección puede comprobarse que los dos conceptos del título pertenecen a las actividades políticas de los dominicanos. Se menciona, sin que haga falta, que la política constituye una de las ocupaciones más socorridas de los dominicanos, de allí la importancia de estos sustantivos.
ANTES QUE – ANTES DE QUE
“La decisión judicial fue emitida horas ANTES QUE comience este trámite en el resto estado, cuando la prohibición del matrimonio gay que fue declarada ilegal quede oficialmente eliminada a la medianoche”.
El pasaje se ha copiado textualmente, con la omisión de la contracción del artículo con la preposición, es decir, con la omisión de “del” entre resto y estado.
No ha de olvidarse que las lenguas se hacen cada vez más internacionales
La redacción no es “feliz” como consecuencia de la selección de los tiempos verbales. Hubiese sido mejor si se hubiera empleado el verbo comenzar en subjuntivo. Eso naturalmente obligaría a conjugar el verbo quedar en subjuntivo también.
Como puede deducirse del título colocado en esta sección todo lo anterior no es el centro de atención en este caso, sino el olvido negligente de no incluir la preposición DE entre “antes” y “que”.
El tema de referencia temporal en la oración transcrita es un sustantivo; por lo tanto, “antes” debe ser seguido de la preposición DE. Esta es la forma aceptada en la actualidad para la locución conjuntiva.
Este punto ha sido debatido durante largo tiempo por los gramáticos, mas en los tiempos modernos ya no se arguye contra la combinación que se propone, no se la tilda de “dequeísmo”.
Algunas personas piensan que es puro asunto de preferencias nacionales lo concerniente a lo tratado y lo que se propone en estos casos. No ha de olvidarse que las lenguas se hacen cada vez más internacionales. Existe en la vida moderna una marcada tendencia a la uniformización como resultado de los veloces intercambios de mensajes, textos y obras, gracias a los modernos sistemas de comunicación escrita.
CORRER
“. . .pronto comenzará a CORRER anuncios en su página web promocionando bodas en el recinto. . .”
En este comentario se prefiere pensar que el error no es humano (aunque lo es al final); que la falla proviene de las traducciones mecánicas hechas por sistemas automáticos. Al final es humano el error porque debió revisarlo una persona y, si no lo verificó una persona, es un fallo.
..la falla proviene de las traducciones mecánicas hechas por sistemas automáticos..
En años pasados en los Estados Unidos los candidatos “corrían” para (no tras) posiciones electivas en los Estados Unidos de Norteamérica. Esa era la versión que ofrecía en español la prensa oral y escrita. Ya dejaron tranquila las elecciones y los candidatos que uno puede imaginar corriendo tras la posición, para ahora “correr anuncios”. En realidad, esos candidatos se presentaban o presentaban sus candidaturas a puestos electivos.
No se precisa de muchos conocimientos de español para detectar el error. Con solo un poco de conocimiento de inglés se entera uno de que en lengua inglesa es posible to run commercials u otra solución en esa lengua.
En español los anuncios en la prensa escrita o en papel se “imprimen”. En esos medios, así como en otros “se hacen circular”; se “publican”, se hacen campañas publicitarias. Los cambios de normas se “avisan” para con ello alcanzar cualquier fin que se persiga.
Afortunadamente no hubo que correr tras las palabras para encontrar las convenientes en los casos enumerados. Fue una tarea fácil que puede desempeñar cualquier persona que no sea descuidada.
INYECTADORA
“. . .hasta insumos de primera necesidad para la atención médica, desde guantes estériles, INYECTADORAS y algodón, hasta equipos sofisticados de diagnósticos”.
Hace unos años, solo los venezolanos sabían sin titubeos qué cosa era eso que figura en el título de esta sección. En la actualidad, el nombre que la Real Academia entiende que debe ser siempre femenino, es lo que en otros países se denomina con el nombre de ‘jeringuilla’.
En español eso puede ser muy fácil de despejar si se tiene en cuenta que la mayoría de los hablantes no tienen conocimiento de las máquinas inyectoras de plástico que son tan útiles en las manufacturas modernas de mediano tamaño.
No cabe duda, la descripción del instrumento, con la función que este cumple es sobradamente completa
La jeringuilla de la academia es el instrumento que sirve para inyectar medicamentos. Hay que tener en cuenta que en México una inyectora es la persona que tiene por oficio poner inyecciones.
Cuando los venezolanos documentaron el uso de inyectadora, lo hicieron en una obra cuidadosamente elaborada, el Diccionario del habla actual de Venezuela (1994). Allí se la define: ‘Instrumento compuesto por un tubo, émbolo y aguja, que se utiliza para poner inyecciones’.
En el año 2010, el Diccionario de americanismos de las academias de la lengua dejó fuera a México y se centró en Venezuela con la siguiente acepción: ‘Jeringa pequeña en la que se enchufa una aguja hueca de punta aguda cortada a bisel, y sirve para inyectar sustancias medicinales en tejidos y órganos’.
No cabe duda, la descripción del instrumento, con la función que este cumple es sobradamente completa. No se olvidó característica alguna. Esa jeringuilla es la que asienta la Real Academia en su diccionario.
Hasta hace unos años el adjetivo inyectadora solo transmitía el mensaje “que inyecta”, que “sirve para inyectar” y se lo había usado profusamente en economía para referirse a las divisas inyectadas en el mercado, así como a los recursos introducidos en el caudal económico de un país. Con esto se referían los usuarios del lenguaje a la introducción de esos recursos, divisas y créditos de forma rápida.
Es muy probable que las personas (inyectores e inyectoras) que inyectan medicamentos sean algunas de las más temidas en la fantasía infantil.
NOTA
En el artículo de la semana pasada se deslizó un error. Se olvidó colocar las comillas (sin el Marqués) alrededor de “más malo”. Se agradece la observación al señor Borbón. Se reconoce además el empeño de D. Papiro. Se presentan las excusas correspondientes.