Sorpresa ha sido para muchos el allanamiento en la Federación de Fútbol Dominicano de este miércoles por parte del PEPCA. Y la defensa inmediata, esperada ‒y tal vez incluso hasta justificada‒ es que se trata de una “persecución política” por parte del Gobierno.

Yo no le llamaría así en primera instancia, aunque sí creo que ha sido un momento que se presta para conjeturas y especulaciones. Hacer pública una investigación que no tenía un mes, ni dos, sino siete, precisamente cuando el presidente de esa institución anuncia su candidatura, puede interpretarse de esa manera. Que la oficina especializada de la Procuraduría haya escogido este mes para realizar el allanamiento da el pie a la letra para la defensa de Osiris Guzmán y quienes son muy críticos con el gobierno. Por supuesto que todos vamos a pensar que se trata de una persecución. Pero no nos apresuremos tanto.

El presidente de la federación tiene más de quince años haciendo muy poco por el fútbol dominicano. Ha manejado más de 123 millones de pesos recibidos de la FIFA y más de 100 millones del Estado dominicano. Según la investigación de la Procuraduría, se le investiga por una malversación de 51 millones de pesos. Durante años distintos periodistas, dirigentes y federados han denunciado mal manejo de los fondos, nepotismo, violaciones a los estatutos y reglamentos, tanto de la FIFA como de la propia federación, abuso de poder y otras tantas ilegalidades. Nadie nunca se interesó ni hizo nada. Pero además, durante la visita de Joseph Blatter al país, ambos presidentes fueron recibidos por Danilo Medina en el Palacio Nacional. Es por eso que ahora, desde que se anuncia la candidatura por el PRM en San Cristóbal y se allana la federación, todo el mundo lo tilda de persecución.

La candidatura a senador sonaba desde hace mucho tiempo. No fue sino una confirmación luego del asesinato del profesor Febrillet. Algo que de por sí suena muy conveniente también para Osiris Guzmán. Y aquí pongo un alto: no estoy sugiriendo que esta muerte haya sido obra oculta del ahora candidato, pero sí hay que aceptar que ha resultado muy conveniente.

Por otro lado, la aspiración de Guzmán y su posible victoria le otorgaría una inmunidad total para no ser juzgado. Así que también es una excelente jugada de su parte para eliminar toda posibilidad de ser destituido y llevado a los tribunales. Esto supone que la investigación podría lograr dos cosas: una, que el presidente continúe como candidato, y la otra es que de encontrarse pruebas suficientes de corrupción, vaya a juicio.

Sin dudas el Partido Revolucionario Moderno cometió un grave error al escogerlo como candidato. Una persona tan cuestionada jamás debería ser la opción para un puesto de tanta importancia en el Estado. Si Osiris Guzmán ha fallado como administrador de una federación, imaginen pues como sería de legislador, manejando aún más dinero.

Si tomamos en cuenta lo ocurrido con otro senador ‒este del partido de Gobierno‒, podemos pensar que se trata de una injusticia enorme. Pero para todos aquellos seguidores del fútbol que hemos denunciado una y otra vez el daño que la gestión de Guzmán ha hecho a este deporte, resulta en un acto de justicia gratificante.

¿Debería el Gobierno descontinuar esta investigación y permitir que un candidato acusado tantas veces en los medios compita por una senaduría? En mi opinión, no. Lo que si habría que aprovechar y recordarle al Gobierno es que investigue de la misma manera a sus candidatos, especialmente a esos que ya han sido llevados a los tribunales y descargados con “No ha lugar” por un “tecnicismo jurídico”. Que también se investigue a los implicados en casos como el de OISOE, las plantas de Punta Catalina y otros que se diluyen con el pasar de los días y se borran de los titulares con nuevos ataques al embajador estadounidense o a los haitianos.

Que no escatime el Gobierno a la hora de realizar las investigaciones, ni las demore tanto como en este caso que discutimos hoy. Ya que como dijo José Martí: “En la justicia no cabe demora: y el que dilata su cumplimiento, la vuelve contra sí.”