En la medida que se acerca el 2016, se acrecientan las actividades de los partidos y los precandidatos a cargos electivos. Los carteles, vallas y anuncios radiales y televisivos copan todos los espacios. Junto a estos las actividades cotidianas y el ensordecedor ruido de las Disco-light, en los barrios, comunidades, pueblos y ciudades.
De acuerdo a datos de especialistas en materia política, en la actualidad existen en el país cerca de 30,000 aspirantes y aspirantes a cargos electivos, a regidores, regidoras, alcaldes, alcaldesas, diputados, diputadas, senadores, senadoras y a la presidencia de la República. Muchos con grandes discursos, otros y otras con pocas palabras, pero todos y todas presentándose como los salvadores, ante una población sedienta de cambio, de atención y de solución a problemas colectivos, familiares y personales.
En una reciente e informal encuesta realizada en los municipios de Haina y San Cristóbal, se les preguntaban a las personas si conocían a las y los aspirantes a los diferentes cargos electivos. Todas respondieron conocer por lo menos en foto o medio de comunicación a varios de éstos y éstas.
Nos toca ahora participar de estos movimientos alternativos, con fuerza y decisión como, forma de empezar a sustituir a los que siempre nos han engañado y quieren seguir haciéndolo.
Al preguntársele si conocían de sus programas o propuesta a desarrollar, nadie admitió conocerlas. Esto es grave. Yo tampoco he escuchado propuesta alguna de ningún candidato, candidata o precandidato interesado en ser electo a un cargo público en laproxima contienda del 2016.
Me pregunto, si no tienen programa, ¿se deberá a que no tienen capacidad para hacerlo? ¿no conocen la realidad de la localidad? o ¿no tienen intención de realizar una gestión acorde con las necesidades y expectativas de la gente? ¿Será que tienen un plan oculto, que nadie debe saber, pero que probablemente muchos tengan que sufrir? ¿O realmente tienen una interesante propuesta y quieren sorprender a la ciudadanía con acciones loables de soluciones y respuesta a las demandas sociales? No tengo la respuesta, contésteme usted que está leyendo este artículo.
En la actualidad hay en el país muchos reclamos y mucho sufrimiento de sectores sociales por el incumplimiento de las funciones públicas de personas electas para cargos electivos públicos en las pasadas elecciones: por la ausencia de transparencia en el manejo de los recursos y por la incapacidad y falta de voluntad mostrada para atender sus responsabilidades.
Muchas o casi todas las personas que fueron beneficiadas con el voto en la contienda electoral pasada y que no han cumplido con sus funciones, desean continuar en la misma posición o ser elegida en otros cargos.También otras que fueron electas anteriormente y perdieron por incumplimiento, hoy quieren pintarse de interesadas en la gente y presentarse como las más pulcras para el mismo cargo u otro.
Pero lamentablemente para ellos y ellas, la población ya no piensa como antes. El pueblo votante ha abierto los ojos. En la mayoría de los casos posee múltiples necesidades sin resolver, con múltiples promesas incumplidas, pero con decision de que la historia en lo adelante sea diferente.
Las tantas decepciones, la malversacion de fondos y los históricos incumplimientos por parte de los lideres partidarios electos, han provocado que la poblacion comience a definir su propio rumbo y a construir su propio liderazgo. Fruto de esto es que vemos los movimientos y partidos emergentes, con gente capaces, reconocidas por su historia de lucha y entrega a la causa justa del pueblo empobrecido.
Nos toca ahora participar de estos movimientos alternativos, con fuerza y decisión como, forma de empezar a sustituir a los que siempre nos han engañado y quieren seguir haciéndolo. Por otro lado, debemos empezar a participar de manera decidida en las organizaciones comunitarias de nuestro sectores. Desde ellas impusar procesos organizativos y formativos para lograr un nuevo liderazgo, basado en principios éticos y acciones transformadoras a favor de la mayoria. Tambien realizar acciones de solidaridad y de integracion social para, juntos y juntas, encaminar soluciones y exigencia a los responsables de tomar decisiones a favor de las mejores causas públicas.
Es el momento de definir con quién estamos; si con el candidato que nos utiliza o con el cambio social que tenemos que construir desde nuestras comunidades y barrios, desde nuestras organizaciones, desde nuestra gente y desde los movimientos que forman y que lideran personas con trayectoria de lucha por los mejores intereses de nuestro pueblo.