Aunque no la identifica, se informa que el gobierno ha contratado los servicios de una acreditada agencia internacional de relaciones públicas para salir al rescate de la imagen del país, y en particular del sector turístico, afectados por informaciones a todas luces sesgadas e incompletas sobre la muerte de varios turistas estadounidenses en el país en lo que va de año en hechos separados y en ninguno de los cuales hasta ahora, según todas las evidencias disponibles, hay indicios de haber sido consecuencia de acciones criminales.
La campaña contaría con el respaldo de la Asociación Nacional de Hoteles y Restaurantes y de las diferentes asociaciones hoteleras que operan en diferentes puntos del país.
La noticia es positiva, si bien pudiera reprochársele de resultar una acción un tanto demorada, por cuanto desde el principio era previsible el perjuicio que pudiera recibir la que es hoy industria más importante del país, por lo que se imponía una reacción proactiva para salirle al paso de inmediato a lo que presentaba las características de un campaña sucia e interesada. De todos modos, más vale un poco tarde que nunca.
De esperar ahora que la campaña se ponga en marcha rápidamente y que en ella se destaquen los hechos comprobados hasta ahora que ponen en evidencia que tanto el fallecimiento de la turista Leyla Cox como del matrimonio donde ambos aparecieron muertos en la habitación del hotel que ocupaban fueron por causas naturales, que no presentaban el menor signo de violencia, y por tanto permiten descartar haya sido consecuencia de un hecho criminal. Indispensable reclamar espacio para contar el resto de la historia en aquellos medios donde fueron divulgada de forma sesgada, generando dudas y sospechas sobre el nivel de seguridad prevaleciente en el sector turístico, muy superior al que rige fuera de los centros vacacionales y afecta al pleno de la sociedad.
No obstante, por más que se quiera y sobre todo ahora, cualquier hecho criminal que ocurra en el país, tal el atentado contra una figura de la relevancia pública de David Ortiz aquí y precisamente también en los Estados Unidos, aún cuando haya sido víctima de un error, tal como los robos perpetrados en los últimos meses en diferentes complejos que albergan sendas academias de distintos equipos de beisbol de las Grandes Ligas, por citar tan solo estos dos casos así como cualquier otro aunque no tengan relación directa con el sector turístico será utilizado como combustible para alimentar la campaña negativa contra el país.
Es fuera que se lleva a cabo la misma. Y aunque es de saludar las expresiones locales de apoyo al sector turístico, es también fuera donde tenemos que echar la batalla. Pero al mismo tiempo es preciso recordar e insistir en que parte importante de esa guerra nos corresponde librarla aquí en el campo de la seguridad ciudadana, donde hasta ahora todos los esfuerzos desplegados han demostrado ser insuficientes.