Entró diciembre y acompañando a la Navidad, la campaña electoral. Esta campaña es más grande que las últimas, porque se estará eligiendo al presidente, senadores, diputados, alcaldes y regidores. Hacía mucho que esto no pasaba, más de veinte años.
Con la campaña electoral se activa la gente, comienzan los análisis en cada esquina, discusiones, muchas reuniones, repartición de cargos, promesas, caravanas, “bandereos” o mejor dicho “toque de bandera”, como lo explicó un miembro del Comité Político del PLD, cenas, fiestas, romo. Mucha alegría es lo que trae todo esto.
Pero si algo bueno trae la campaña, es la esperanza con que la gente se mantiene durante ésta. Sin importar cuántas veces los diferentes candidatos han dicho lo mismo y no cumplen, todos los seguidores de éstos creen que al final encontrarán luz.
En julio o agosto del año próximo, después de las elecciones, los perdidos sabrán que no conseguirán nada porque su candidato perdió y los ganados les llegará la frustración de que una vez más fueron engañados.
Dentro de cuatro años, diciembre del 2019, estaremos en lo mismo, cargados de esperanza y luchando por nuestros candidatos.