La situación socioeconómica en la que se encuentra Haití ha provocado que quienes intervienen en la cadena productiva de ese país, vean afectados sus negocios además de impedir la entrada de nuevas inversiones extranjeras.
Ante este panorama, el mercado cambiario ha sido uno de los sectores más vulnerables, pues en los últimos tiempos se ha visto un incremento en la escasez del dólar, a pesar de las inyecciones que realiza el gobierno haitiano con esta moneda.
La devaluación de la moneda local también ha sido otro de los factores que han llevado en detrimento de su economía. Recientemente el gobernador del Banco Central de Haití, Jean Baden Dubois, realizó una rueda de prensa donde explicó que existen limitaciones para la estabilización del mercado cambiario y que sería urgente que se aborden las perturbaciones relacionadas con la escasez de efectivo en dólares en el mercado, así como el aumento de la desintermediación.
Según reportó el medio Van Bèf Info, el pasado 25 de marzo, estas transacciones impactan negativamente la reserva neta de divisas del país.
A esto se le suma la exigencia de las autoridades haitianas de pedir el pago en dólares de los intercambios comerciales que se realizan dentro del país. La situación ha incentivado, además, el mercado negro en la compra y venta de divisas.
El economista y vicedecano de Economía de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), Antonio Ciriaco Cruz explica recientemente, que estos cambios bruscos de las reglas del juego en la actividad económica, reflejan la falta de institucionalidad que ha caracterizado a ese país durante las últimas décadas.
“Estas amenazas, deteriorarán aún más las condiciones de vida de los haitianos”, sostuvo.
De acuerdo con el medio de comunicación haitiano, Le Nouvelliste, el exgobernador del Banco Central de Haití, Fritz Alphonse Jean, ha manifestado que cada mes llegan US$260 millones para los beneficiarios en ese país y que la diferencia entre la tasa de referencia del Banco Central y la tasa de transacción es de 15 gourdes, lo que significa que si se multiplica por 15 la pérdida de estas personas, se habla de una pérdida de 4,000 millones de gourdes para las personas que reciben dinero del exterior.
El economista, Antonio Ciriaco Cruz, considera que esta situación ralentizará cualquier proyecto de entrada de inversión extranjera, restringirá el comercio con sus principales socios comerciales (EE. UU. y República Dominicana), aumentará la migración de haitianos hacia la República Dominicana y limitará el comercio transfronterizo y fronterizo en los puntos de mayor intercambio.
“La inestabilidad política, la débil institucionalidad, más la ausencia de reformas económicas y políticas han provocados salidas de inversiones y de un alto números de ciudadanos haitianos a otros países como República Dominicana, EE. UU., Canadá, Brasil y Chile, entre otros”, aclara.
A pesar de que el ministro haitiano de Economía y Finanzas, Jonas Coffy, recordó que el pago de cualquier servicio o producto debe realizarse en la moneda nacional, en correspondencia con las leyes vigentes, el gobierno haitiano no está aceptando el pago en gourde por parte de los empresarios, situación que aleja a los inversionistas extranjeros.
"Este panorama evidencia que ese país intenta dolarizar su economía de manera sutil", sostiene Ciriaco Cruz.
Además de los problemas macroeconómicos que existen en Haití, la inseguridad, los saqueos y la alta tasa de informalidad, han hecho que empresarios decidan no invertir en ese país y motivado a otros a mudar sus negocios a República Dominicana.
Muestra de ello es el reporte que realizó el periódico Listín Diario, de fecha 19 de marzo de 2021, donde se expone el caso del comerciante Ondené Charles de Lemonade (Haití), quien se vio obligado a cerrar el establecimiento que tenía en Delma, un suburbio cerca de Puerto Príncipe y que decidió mudarse a República Dominicana.
“En Haití hay muchos problemas, te saquean los negocios, te secuestran, te atracan, no hay forma de vivir, por eso emigré a República Dominicana; pero vuelvo cuando todo se estabilice”, afirmó Charles.
Su decisión es reflejo del creciente desaliento y desconfianza de los empresarios haitianos al tiempo que como advierte Ciriaco Cruz una baja en el intercambio comercial con Republica Dominicana y una alerta sobre el incremento de la inmigración ilegal a través de la frontera.