La Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) define el Cambio Climático como "el cambio del clima atribuido directa o indirectamente a las actividades humanas que alteran la composición de la atmósfera mundial y que se suma a la variabilidad natural del clima observada durante períodos de tiempo comparables".
La CMNUCC distingue entre "cambio climático", que es atribuible a las actividades humanas que han alterado la composición de la atmósfera; y "variabilidad del clima", que se debe a causas naturales.
El Cambio Climático ocasiona una serie de eventos climáticos físicos que pueden causar daños y que constituyen amenazas directas o indirectas.
En la actualidad ya se están produciendo cambios ambientales sin precedentes a nivel regional y nacional evidenciados al observar incrementos en el promedio de la temperatura del aire y de los océanos, el derretimiento de los glaciares, la elevación del nivel del mar, así como el aumento de los desastres naturales cada vez más intensos.
El reto de hacer frente al Cambio Climático es enorme, pero representa una oportunidad para que las autoridades, empresas, instituciones y ciudadanos logremos mayor eficiencia y responsabilidad con el medio ambiente
A nivel mundial se reconoce al Cambio Climático como un problema compartido, y por tanto no aislado o reservado sólo para ciertos sectores, sino que abarca prácticamente todas las actividades de la sociedad. Por tanto, para afrontarlo debe ser considerado idealmente de manera transversal.
Las responsabilidades del Cambio Climático (que son compartidas pero diferenciadas) recaen en la reducción de las emisiones de los países desarrollados, estableciéndose mecanismos para ayudar a los países en desarrollo a adaptarse a los efectos del Cambio Climático.
En el escenario internacional ya se han establecido ciertos procesos para atacar este real problema, siendo Naciones Unidas el principal propiciador.
El reto de hacer frente al Cambio Climático es enorme, pero representa una oportunidad para que las autoridades, empresas, instituciones y ciudadanos logremos mayor eficiencia y responsabilidad con el medio ambiente.
Porque todo el esfuerzo no debe recaer de manera exclusiva sobre el Estado o las empresas, sino que además como ciudadanos debemos, con la práctica de valores y el ejemplo, impulsar los cambios que se precisan.