Porque… “La sabiduría de la vida consiste en

la eliminación de lo no esencial”.

*****

"Se puede ser un gran sabio y

seguir siendo un eterno niño ante

los problemas de la vida".

F. Foerster.-

Como dice la canción: “Me canse de rogarle,/me canse de decirle que yo sin ella muero”. Así les deberíamos decir a nuestros políticos pero, nada de nada, nadita de nada, todo continua por el mismo sendero, el mismo que podría terminarse en cualquier momento frente a un precipicio abismal, que toda la sangre de los pendejos y de los que provocaron el desastre, jamás podría llenar. Así podría acontecer, llegado el momento del hastío y la fatiga por reclamarle lo mismo a nuestros políticos y, además, “honorables” representantes. Y con eso, no creo faltarle el respeto, ni mucho menos, a nadie.

Por todas partes es lo mismo. Un “destinado” se  inventa o copia -porque en eso somos especialistas-, un show peligroso pero muy llamativo en cuanto a lo mediático y, cuyas consecuencias no salen en las crónicas de “logros” del mismo pero, que causan tensión, destrozan los nervios y convierten un paseo común, en un acto de tortura y perdidas menores en la economía privada. Ese desmadre, muchos lo alabaron inocentemente y por eso el espectáculo continuó llevándose a cabo, cuando a todas luces es un tremendo disparate.

Esto último, lo atestiguan cientos que se ven atrapados en las desgraciadas caravanas o carreteos, llevadas a cabo por nuestros políticos militares y policiales, incapaces de ponerle fin a ese acto que nació solo con el propósito de elevar un ego, con el pretexto de evitar “muertes y accidentes”. A todo esto, sin que los morbosos que preparan y se soslayan con las “estadísticas” de muertos y desastres, hagan referencia  a los innumerables “toques”, “besos” y contactos entre los vehículos que transitan a un velocidad ridícula.Siendo testigos mudos de estos hechos, las micas y las defensas de los vehículos de los pendejos, sometidos a este absurdo.

Y, la gran pregunta a nuestros “honorables” sería, hasta cuándo continuaremos con este desmadre de inventos y alabanzas estúpidas, que nos hacen parecer y comportar como si todos fuésemos algo menos que párvulos irresponsables, todo porque las autoridades no hacen su trabajo, porque solo molestan a los pendejos, porque solo saben ser prepotentes y todo, por negarse al cambio y establecer la dictadura de la ley que tanto reclaman los pendejos de este país, eso sí… ¡pero, para todos!

No hacen cumplir la ley y por eso se producen los mal llamados operativos de carreteo. No producen el cambio institucional debido y por eso hay que permitir y negociar con los transgresores de las leyes. Hasta la coronilla se ha demostrado que la saturación de personal en un área solo reporta un éxito efímero y más, mediático. Se niegan admitir que el modelo utilizado, esta demodé.

Se niegan a admitir que el problema no es solo de medios y recursos disponibles sino, de la calidad profesional de los ejecutantes y que estos solo están haciendo un símil que les ha sido enseñado por sus instructores. Por eso continuamos como una noria dando vueltas y vueltas alrededor del problema.

Mientras las autoridades llamadas a poner el orden no sean entrenadas adecuadamente y se les inculque conciencia sobre lo que significa ser una autoridad, saber ejercer la misma y los “representantes” permitan esto, continuaremos por el mismo camino.

En una ocasión expresamos que en las condiciones que se encuentran esas autoridades, les pueden proporcionar mil vehículos mensuales y nunca habrá suficientes para hacer su trabajo, porque son contados los miembros que tienen el sentido de pertenencia institucional; de tener una ordenanza o reglamentación que se vea sujeto a llevar. Y, lo grave es, que la situación no cambiará porque es difícil que una institución, cual que sea, con tantos y con tan malos parches, se reedite por sí  misma, simplemente, porque los actores o protagonistas no lo permiten.

Consideramos que los organismos de servicios no son culpables de la situación, ni siquiera sus jefes, más bien, consideramos que son los políticos, que no permiten esta reingeniería. Si fuese lo contrario, en vez de contratar “expertos” para hacer estadísticas y crear “imagen” y, en vez  contrataran expertos instructores extranjeros en cuestiones policiales y los políticos lo permitiesen, entonces, la cosa cambiaría. Así nomás.

E-mail:rafaelpiloto1@hotmail.com

Twitter:@rafaelpiloto01