La República Dominicana y el mundo atraviesan momentos difíciles en su historia.

Vivimos en momentos cuando el signo de los tiempos parece ser que los seremos humanos vamos perdiendo nuestra condición humana.

El odio, la violencia, el racismo, la corrupción y la impunidad parecen ser pan nuestro de cada día.

Pero en los momentos difíciles, la historia siempre encuentra quienes la iluminan.

Eso fue y seguirá siendo Peng Sien Sang Ben para la República Dominicana, un faro de luz, un guía en medio de la oscuridad.

En un país tan autoritario como República Dominicana, Peng Sien fue demócrata.

En un país tan conservador como República Dominicana, Peng Sien fue progresista.

En un país cuyo Estado condena a la mujer a condiciones infrahumanas de salud; en un país cuyo Estado pretende decidir por ella que hacer con su cuerpo, Peng Sien fue feminista.

En un país tan desigual, tan poco justo, que condena a sus hombres y mujeres a vivir en la pobreza, Peng Sien siempre estuvo del lado del trabajador, del obrero, de quien no tuvo ni pudo.

Un ser humano extraordinario que marcó a todos los que tuvimos la oportunidad de tratarlo.

En mi relación de compañero de partido con Peng Sien, siempre aprendí y me maravillé de su asombrosa sensibilidad, de su sabiduría: un hombre de avanzada, de futuro.

Pocos de tu calibre, Peng Sien. Fue un honor ser tu compañero.