"Dígale que he recibido siempre los versos que me ha mandado, y que elija como tema de composición alabar la paz y concordia entre los ciudadanos" – José de Calasanz (Año 1630)
Confieso que San José de Calasanz, fundador de las escuelas pías en el mundo, es uno de mis héroes. Muchos no han oído de el, pero fue un hombre clave en la educación Católica, con un gran coraje moral. Muchos no saben que el fundador de la orden católica de Escolapios no solo aceptó niños judíos y musulmanes en sus escuelas, sino que también aseguró que fuesen tratados con igualdad frente a los estudiantes Católicos. Pocos saben que fue amigo del científico Galileo Galilei e incluso envió a algunos de sus Escolapios a estudiar con él. Calasanz compartió y defendió la visión heliocéntrica de Galileo del cosmos, aun después de Galileo ser condenado. Esto causó oposición hacia él y su congregación en círculos influyentes, por lo que eventualmente fue destituido de su cargo como superior general de los Escolapios. Para Calasanz, la moralidad y la verdad estaban siempre por encima de la ignorancia y la mentira.Aun después de su destitución, Calasanz seguía defendiendo la tolerancia, la diversidad y la paz entre personas con diferentes costumbres e ideologías
Como católico de formación Calasancia, me indigna la falta de respeto hacia el embajador de EEUU James Brewster y su esposo. ¿Cuantos “Cristianos” en este país no han violado a niños, o robado, o golpeado a su mujer? Cuando esto pasa, ni lo envían fuera del país como he oído a muchos sugerir sobre el señor embajador, ni lo condenan a un infierno eterno si este se "arrepiente". Sin embargo, a los homosexuales se les trata como plaga, como el demonio mismo en persona, a quienes hay que tenerle miedo ya que muchos creen que "sus prácticas podrían influenciar a nuestros hijos". Pero ojalá ver al señor embajador influenciar a nuestros hijos con su ejemplo de trabajo y dedicación, no solo en el sector privado, sino también en servir humildemente a su país sin tener ninguna necesidad de hacerlo. Ojalá ver al señor embajador y a su esposo, juntos desde hace 25 años, influenciar a muchos que viven en la promiscuidad a pesar de haber jurado fidelidad a su pareja ante los ojos de Dios. Ojalá ver a niños crecer defendiendo el respeto al derecho ajeno y la tolerancia como manera de vivir.
Me preocupa particularmente como el cardenal Nicolás de Jesús López Rodríguez ha pedido recientemente al embajador Brewster, que “se vaya con su orgullo gay a otra parte”, pues nunca lo oí referirse al pedófilo exembajador Wesolowski con la misma energía y voracidad. Mientras tanto,Wesolowski se pasea por la Via della Scrofa en Roma. Yo pregunto, ¿no es esta falta de humanidad el peor ejemplo para nuestros hijos?
Muchos que rechazan al señor embajador se apoyan en que el libro de Génesis dice que “Dios hombre y mujer lo creó”. ¿Pero no dice también la Biblia “ama al prójimo como a ti mismo”?¿Por qué no también apoyarnos en versículos de la Biblia que promueven el amor y la tolerancia?
Romanos 14:2-4 Uno tiene fe en que puede comer de todo, pero el que es débil sólo come legumbres. No permitas que el que come no menosprecie al que no come, y no dejar que el que come no juzgue al que come, porque Dios lo ha aceptado. ¿Quién eres tú para juzgar al siervo de otro?
Mateo 7:1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.
Mateo 7:3 ¿Y por qué miras la mota que está en el ojo de tu hermano, y no te das cuenta de la viga que está en tu propio ojo?
Mateo 7:12 Así que todo lo que queráis que hagan con vosotros, así también haced con ellos, porque esta es la Ley y los Profetas.
Juan 8:7 Y como ellos insistían en preguntarle, se incorporó y les dijo: “El que esté sin pecado sea el primero en arrojar la piedra contra ella”.
El embajador Brewster no ha llamado a la homosexualidad, sino a la tolerancia y el respeto hacia grupos muchas veces marginalizados y rechazados por la sociedad. El señor embajador ha llamado simplemente a la comprensión, al amor y al respeto en la diversidad. Su mensaje, al igual que el mensaje de San José de Calasanz hace 500 años, es que empecemos a practicar un poco más lo que profesamos en nuestros templos. Yo me pregunto, ¿Qué tiene eso de malo? ¿Es pecado vivir en armonía junto al prójimo?
Salmos 133:1 ¡Mirad cuán bueno y agradable es que los hermanos vivan en armonía!
El señor embajador no es un ladrón. No es un violador. No es un asesino. Al contrario, ha sidosiempre un ciudadano ejemplar. Al margen de su orientación sexual, su familia, su trabajo y su feson los principios que rigen su vida. Es simplemente una persona más, al igual que cualquier otra persona, y su inclinación sexual es un asunto personal de él y de él solamente, no de ninguno de nosotros.
Yo como heterosexual, al igual que muchos, tal vez nunca comprenda el por qué alguien se incline hacia la homosexualidad, y realmente no es algo que me interese saber. Pero quisiera sugerir (o predicar) que sobre todas las cosas, el respeto, la tolerancia, y amor al prójimo, ya sea rico, pobre, católico, judío, musulmán, homosexual o heterosexual, sirva de compas moral para nuestra sociedad.