En los últimos tiempos observamos como nuestra población está siendo más enfática en sus protestas y exigencias a las autoridades.  El movimiento en torno al 4% es un gran ejemplo de esto.  Estas protestas serían todavía más efectivas si se plantearan acciones específicas y consistentes con una estrategia a largo plazo.  Hoy queremos abundar sobre el tema de crecimiento sostenible, con el fin de apoyar nuestra capacidad de protesta.

El desempleo y la calidad del empleo son factores críticos que deben abordar nuestras políticas sociales.  Encabezamos la lista en materia de desempleo en América Latina:  14.4% vs 7.6%. De los 3.8 millones de dominicanos perceptores de ingresos, el 48% no ha alcanzado ningún grado de educación secundaria, y el 52% de los trabajadores pertenecen a categorías ocupacionales que en promedio ganan menos de RD$10,000 mensuales.

Para poder reducir el desempleo y mejorar la capacidad de ingreso es necesario crecer de manera sostenida.  Un modelo de crecimiento hacia dentro, basado en el crecimiento del consumo,  está limitado por nuestras propias capacidades y por los bajos niveles de ingresos que tenemos. Vemos que los países que han tenido igual o mejor desempeño económico que el nuestro son aquellos que se basan en dos pilares: Exportaciones e Inversión.  En un informe realizado por la Universidad de Harvard (Marzo 2011) sobre nuestra situación: "República Dominicana: Visión país en el 2030″, nos muestra que, en los países de alto crecimiento las Exportaciones representan un 51% del PIB, con un crecimiento promedio de las exportaciones del 10% anual y una Inversión Bruta anual de 28% del PIB. Cuando comparamos, estos indicadores con República Dominicana 2005-2009 nos quedamos muy cortos: Exportaciones 19% del PIB con un crecimiento del 0%.; Y la Inversión Bruta 18% del PIB.

El bajo desempeño de nuestras exportaciones es el reflejo de la falta de una estrategia exportadora bien definida combinada con una rentabilidad decreciente de exportar.  No existe en el país una estrategia integral para promover las exportaciones.  Adicionalmente el incremento acumulado de los precios en pesos de las exportaciones en el período 2005 – 2010, fue de 8.2%, mientras que Índice de Precios al Consumidor promedio se incrementó en un 36%.  Es decir que el ingreso de nuestros exportadores aumenta a un ritmo mucho más lento que sus gastos.  Esto es un reflejo de una política monetaria enfocada en mantener un tipo de cambio bajo como ancla del manejo de la inflación.  Esta es una política que fomenta la inversión en el sector importador a costa de un desplazamiento de nuestras exportaciones.De hecho, en el período 2005 – 2010 nuestro déficit acumulado de la balanza comercial fue de US$40,273 millones, el doble de los que nos ha ingresado por remesas.

CUAL DEBE SER NUESTRA APUESTA?

Definitivamente debemos cambiar el rumbo ya!  Debemos ejecutar una estrategia a  corto, mediano y largo plazo.  En primer lugar las políticas económicas deben complementarse y despolitizarse, permitiendo la ejecución de una política monetaria que permita flexibilizar el tipo de cambio y permitir un ajuste gradual, aunque las tasas de interés no se ubiquen en niveles como los observados en el 2007.

La estrategia de promoción de exportaciones debe iniciarse lo antes posible, incorporando todos los elementos relevantes.  En el informe de Harvard se muestra a cuáles rubros y sectores debemos darle prioridad y apoyar.  El mismo estudio pone sobre la mesa los demás elementos de la estrategia: facilitar el acceso a los recursos financieros a los productores del sector exportador, capacitar la mano de obra que se destinará al mismo, entre otros.  Los exhorto a bajar este informe de la página del Ministerio de economía www.economia.gov.do, y leerlo detenidamente.

El desarrollo de una estrategia de educación consistente con este modelo es un elemento clave de éxito. Debemos poner en acción una estrategia de aumento de la productividad para el 45% de los empleados que superan los 40 años de edad con bajos niveles educativos.  Para generar beneficios a corto plazo es necesario un plan de capacitación técnica, que facilite la integración de la mano de obra actual al aparato productivo del sector exportador.  Un sector exportador rentable, permitiría a estos empleados capacitados de mayor productividad, ganar mejores ingresos, en el corto plazo. En el mediano plazo, estaría garantizando que los hijos de estos hogares permanezcan en las aulas en vez de desertar sus estudios por la necesidad de trabajar para aportar económicamente en casa. En el largo plazo podríamos contar con más y mejores profesionales formados, con unas cuentas externas más limpias, y con un crecimiento económico más diversificado y sostenible.