Hace unos días el ministro de Educación, Andrés Navarro, encabezó un excelente encuentro de tres días con estudiantes de todo el país. Esa iniciativa reviste de gran importancia porque es la primera vez que un ministro escucha al principal activo de la enseñanza, los estudiantes.
Las intervenciones del alumnado, los temas fueron diversos y muy importantes, pero hay uno que me llamó la atención: pidieron que se incluya la materia de educación sexual en las escuelas. Un tema tabú, que al igual que el aborto, la homosexualidad, es manipulado por las intolerantes iglesias dominicanas.
Ojalá se incluya la educación sexual en nuestras escuelas, pero que se haga con una dosis de tolerancia hacia los homosexuales, negros, haitianos.
Hay sectores de las iglesias, con mentalidad de la Edad Media, que venden la idea que la homosexualidad es una enfermedad que se puede curar: desviación, una maldición y que se van derechito al infierno. Por esa falta de conciencia, hay familias que, al ver que sus hijos prefieren a alguien de su mismo sexo, pagan a prostitutas para que se acuesten con ellos.
La ignorancia, que es lo mismo que falta de educación, lleva a que en República Dominicana haya persecución, acoso constante a los homosexuales, llevando a algunos de estos, para “guardar la apariencia”, a tener matrimonios arreglados con amigos o amigas.
Una de las cosas que llamaba la atención del saliente embajador de Estados Unidos, James Brewster, son los términos peyorativos, como mariconcito, pajarito. Se puede escribir un libro de tantos términos insultantes: “el hijo de fulano es pato” o “ella es pata”; “a ese funcionario se le moja la canoa; “al profesor se le sale una pluma”; “él vuela” o “se pone los hombres de mochila”… Todo eso es bullying: es acosar, molestar, hostigar, agredir a un ser humano indefenso.
Es bueno que razonemos, antes de hacer bullying, lo mal que se sienten estas personas, que además no escogieron nacer homosexual o lesbiana. Nadie elige nacer hombre, mujer, negro, blanco, rico, pobre…
Me ha molestado sobremanera una foto en las redes sociales, en que un policía, que aparenta ser homosexual, recibe todos los comentarios hirientes. Le pusieron al lado una foto del tirano Rafael Leónidas Trujillo Molina, indicando que “a los maricones Trujillo lo mataba”.
En las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional hay muchos homosexuales, lesbianas, incluyendo generales. Eso es de lo más natural, son seres humanos; para realizar cualquier labor no importa el genero, sino la eficiencia. Durante la administración de los gobiernos del PLD tengo conocimiento de dos jefes de policía que son homosexuales, quienes han debido guardar la apariencia para no ser víctima de la tenaz persecución, rechazo propio de una sociedad atrasada.
En fin, que se eduque sin prejuicios, para que no se discrimine a nadie por su sexo, raza, religión o posición social.