Los bancos múltiples, así como el resto del sector financiero, lograron en la primera mitad de este año beneficios superiores al pasado y una mejoría sustancial en la mayoría de los indicadores financieros, y lo interesante es que este comportamiento se produce en medio de una economía que presentó cierta ralentización en el crecimiento en el primer trimestre y además las entidades debieron cumplir con el impuesto del 1% de los activos, gravamen que afortunadamente tiene los días contados.

De acuerdo a los resultados preliminares, publicados por la Superintendencia de Bancos en su página web, los activos de los bancos múltiples  ascendieron a RD$915,267 millones, que representa un aumento de 22.8% en relación a junio del pasado año; mientras el patrimonio alcanzó la suma de RD$81,010 millones, lo cual equivale a un incremento de 10%. Ambas tasas superan el crecimiento nominal de la economía.

Los bancos múltiples lograron utilidades que ascendieron a RD$10.580 millones, pagaron impuesto sobre la renta por un monto de RD$2,295 millones y el beneficio neto ascendió a RD$8,285 millones. En este semestre sus utilidades netas fueron mayores en RD$2,295 millones a las obtenidas en junio de 2012. Hay que reconocer el esfuerzo de funcionarios y las tesorerías  para lograr en un semestre de “vacas flacas” mejorar la rentabilidad en esa magnitud.

Y hablando de rentabilidad es importante comparar las utilidades con el patrimonio de las entidades y también con el monto de los activos y  entonces entra en caja el ROA (rentabilidad sobre los activos) que ascendió a 2.44%, una mejoría de 30 puntos en relación a 2012 y el ROE (rentabilidad sobre el patrimonio) alcanzó un 25.73% un incremento de 17% en relación a 2012. Estos resultados, calificados de muy buenos de acuerdo a los estándares internacionales, son en realidad un promedio y cuando nos vamos a cada entidad resulta que los dos bancos privados mas grandes (Popular y BHD), presentaron un ROA de 2.94 y 3.27, respectivamente y un sobresalientes ROE de 35.10 y 35.37.

Pero no solo las utilidades miden el desempeño de una entidad, y por ello son necesarios ciertos indicadores financieros y prudenciales y uno de los más importantes es el Indice de Solvencia, el cual nos dice con cuanto patrimonio cuenta la institución financiera para afrontar los diferentes tipos de riesgos de todos los activos y contingentes. A junio de este año el Indice de Solvencia promedio de los bancos múltiples ascendió a 16.51%, que supera en 6.51 puntos porcentuales al Indice requerido por la Norma de Adecuación Patrimonial (10%).

La cartera neta de préstamo de los bancos, que representa una de las principales fuentes de ingresos, alcanzó la suma de RD$510,074 millones, lo cual representa un aumento en 26.5% en relación a junio de 2012(los préstamos al sector privado aumentaron 15%), y la excelente calidad de esa cartera se refleja en el indicador cartera vencida/cartera bruta que fue de apenas 3.13%, una reducción de 22 puntos en relación a 2012. Para esa cartera vencida los bancos mantienen provisiones 8.4% mayores a lo requerido por el Reglamento de Evaluación de Activos. En el caso de los dos bancos privados más grandes, la morosidad se reduce a 1.33 y 2.81% respectivamente y mantienen provisiones por 187.38 y 163.60%.

La liquidez de los bancos, para resistir eventuales retiros de depósitos, es un indicador relevante y a junio de este año la relación entre disponibilidades y las captaciones de los bancos múltiples fue de 24.37%, es decir por cada peso captado la banca múltiple en promedio mantiene 24.37 centavos disponibles.

Estos excelentes resultados, medidos por estos indicadores, así como otros relacionados con la estructura de activos, pasivos, capital y gestión, demuestran que la banca múltiple y todo el sector financiero dominicano, mantienen un proceso sostenido de fortalecimiento; lo cual es un resultado de múltiples factores, como son la reforma financiera iniciada el 16 de agosto de 2004, el mantenimiento de un clima de estabilidad, crecimiento y confianza; la mejoría en la calidad de la supervisión, y el buen gobierno corporativo de las entidades financieras.