("Temo que un Brexit pueda marcar no sólo el comienzo de la destrucción de la UE sino también el de la civilización occidental". Donald Tusk, presidente del Consejo de Europa, entrevista al periódico alemán Bild)
Aunque suene tremendista, la salida del Reino Unido de la Unión Europea (Brexit) por el voto soberano de su población, es solo uno de los síntomas de procesos de largo alcance que se dan hoy en los países occidentales.Tanto que forzaron para evitar que Grecia se saliera de la Unión y del euro (Grexit), tema que comenzó a hablarse en 2009 causando alarma general, y ahora en un abrir y cerrar de ojos lo hace uno de los miembros más importantes, el Reino Unido, la segunda economía europea después de Alemania.
Resultados sorprendentes
Los resultados del referéndum sobre la permanencia o no de Gran Bretaña en la Unión Europea han sorprendido a todo el mundo. Las casas de apuestas ni las encuestas daban al leave (salir) como ganador frente al remain (permanecer).
El 51.9 % de los votantes británicos escogió el jueves romper los lazos entre el Reino Unido y el bloque comunitario, frente a un 48.1 por ciento que prefería mantenerse en la UE, en una consulta en la que se alcanzó el 72.1 % de participación.Ese escenario precipitó el anuncio de dimisión del primer ministro británico, el conservador David Cameron.(Cable de Efe).
La pregunta que recorre Europa es si Unión podrá sobrevivir al humillante revés infligido al proyecto de integración que nació de las ruinas de la Segunda Guerra Mundial y se tomó décadas en cristalizar.
El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker no consideró que la Unión esté “en peligro de muerte”, pero reconoció que habrá que tomar nota de las lecciones del referendo británico. “No creo que la Unión desaparezca de repente. Pero a más largo plazo, podríamos asistir a su lento declive y a la emergencia de algo diferente”, analiza Chris Bickerton, especialista de la UE en la Universidad de Cambridge. Bickerton prevé una deriva hacia una Unión “más flexible”, lo que no será fácil. “Entramos verdaderamente en territorio desconocido. No creo que los dirigentes europeos hayan creído verdaderamente que el Brexit era posible, en todo caso no cuando negociaban con el primer ministro británico David Cameron, si no habrían cerrado un acuerdo muy diferente”, analizó. (Cable de AFP)
Hay quienes se alegran
Rafael Poch, en su columna de La Vanguardia, de Barcelona, lleva la voz cantante de quienes celebran el Brexit como un triunfo del pueblo británico y una derrota para aquellos políticos europeos sumisos a las directrices de EEUU. Dice: “En el seno de la UE los estados europeos, excepto Alemania, son muy poco soberanos, pero en la escena internacional, en el seno del mundo multipolar, la propia Unión Europea no es soberana. Tanto en economía… como en política exterior, la Unión Europea ha sido y es un apéndice de la gran política de Estados Unidos. ¿Y quién era el perrito faldero de Washington en la UE?: el Reino Unido. Luego han salido otros, por ejemplo Polonia y los países bálticos en el ámbito de la defensa, pero eso son actores pequeños. Sólo el Reino Unido ha sido constante en su fidelidad hacia sus parientes de ultramar. Ese vector ha sido siempre más importante para Londres que el continental.Las lágrimas del torpe Gobierno alemán, que ha intentado privatizar la UE con el disolvente resultado que se está presenciando, son mucho más creíbles que las francesas. Con Francia es diferente.La Francia gaullista fue la única potencia significativa europea que ejerció soberanía. Es aquí donde el papel de caniche de Washington, al que Francia se ha sumado en los últimos años, es más problemático. Francia tenía una política exterior autónoma. Francia practicaba sus propias recetas económicas estatistas, radicalmente diferentes a las del liberalismo británico. Hay memoria de ambas cosas.
Es evidente que estratégicamente esa Europa sin soberanía en el mundo se saca de encima un lastre con el Brexit. El Leap, un curioso think tank europeísta parisino hacía hace poco la lista.“Gestión catastrófica de Lady Ashton de la política y la diplomacia europeas, ciega sumisión a la defensa de los intereses político-financieros americanos que han conducido a la UE a la guerra en Ucrania, a la ruptura con Rusia, a la otanización de la Europa del Este, a sostener a potencias antidemocráticas y a alimentar fuerzas terroristas en Oriente Medio…”Con el Brexit la UE mejora sus condiciones, su correlación de fuerzas interna, para avanzar en una posición más autónoma e independiente. Otra cosa es que se materialice.
¿Quépasará con Escocia e Irlanda del Norte?
Los resultados de este referéndum podrían desatar una crisis constitucional con respecto a Escocia e Irlanda del Norte. El referéndum ha mostrado un país completamente dividido con Irlanda del Norte y Escocia que votaron mayoritariamente a favor de la permanencia, con picos especialmente altos en ciudades como Edimburgo (74%), y una Inglaterra (con la importantísima excepción de Londres) y una Gales decididas a dejar atrás el proyecto europeo.
El mapa de resultados muestra que casi toda Inglaterra ha apostado mayoritariamente por marcharse del proyecto comunitario salvo contados feudos proeuropeos. La victoria del Brexit en territorio inglés y galés ha sido incontestable y ha terminado decantando una balanza que se mantenía equilibrada gracias a Escocia. La lucha entre el norte y el sur la han ganado los segundos.
Un cable de AP fechado en Edimburgo resumida así el panorama: “La sorpresiva decisión de Gran Bretaña de salir de la Unión Europea podría culminar con la división del Reino Unido.Aunque la mayoría de los votantes en Inglaterra y Gales respaldaron la campaña por desprenderse del bloque de 28 naciones, las otras dos regiones del Reino Unido, Escocia e Irlanda del Norte, votaron por permanecer. Líderes nacionalistas de ambos países prometieron dejar al Reino Unido si ese es el precio para mantener a sus naciones conectadas por completo a Europa. Escocia, en donde los nacionalistas que ya ocupan el poder perdieron por escaso margen un referendo independentista en 2014, parece enfilada a dejar el Reino Unido en caso de que sus vecinos ingleses no encuentren una negociación que les permita permanecer en la Unión Europea. "Escocia enfrenta la posibilidad de salir de la Unión Europea en contra de su voluntad. Creo que es democráticamente inaceptable", dijo la primera ministra Nicola Sturgeon.
Los nacionalistas irlandeses en Irlanda del Norte, indicaron que la votación británica ha renovado sus exigencias de un referendo de toda la isla para unificar a las dos partes de Irlanda luego de una división de 95 años. Argumentan que el retiro de Gran Bretaña de la Unión Europea obligaría a las dos zonas de Irlanda a renovar sus controles aduanales y de seguridad en lo que sería la única frontera terrestre del Reino Unido con un estado de la Unión Europea, la República de Irlanda.
Sinn Fein, ya en el poder en el gobierno de unidad de Irlanda del Norte y está en posición de convertirse en el principal partido de oposición de la República de Irlanda, insiste en que se le debe dar la oportunidad a cientos de miles de ciudadanos irlandeses que viven en Irlanda del Norte de decidir si desean o no salir del Reino Unido.
En Dublín, el primer ministro irlandés, Enda Kenny, convocó a una reunión de emergencia del gabinete luego de que el mercado bursátil irlandés sufrió la peor caída en Europa, un reflejo al hecho de que el principal socio comercial de Irlanda es Gran Bretaña. Así pues, el adiós a Europa puede suponer también el adiós de Escocia e Irlanda del Norte, que quieren convocar sendos referéndums en los que se planteen su futuro.
Por otro lado, escurioso que quienes más van a sufrir las consecuencias del Brexit son precisamente los que han optado por quedarse. Los jóvenes han votado mayoritariamente a favor de la permanencia en la UE, mientras que ha sido la población de más de 65 años la que decantó la balanza.
Un camino largo y difícil
Una cosa es que la población vote a favor de que el Reino Unido deje la Unión Europea y otra es materializar ese mandato. Se calcula que podría como mínimo cuatro años, tal vez 10, y tal vez nunca llegue a materializarse, al menos completamente. Pese a ello, reportó Efe, los líderes de la Unión Europea pidieron al Reino Unido que inicie el proceso de su retirada del bloque comunitario cuanto antes.
Aunque el Tratado de Lisboa[i] establece las pautas de este procedimiento en el artículo 50, el primer movimiento ha de partir del estado miembro, que debe notificar a la UE su deseo de abandonar.De hecho, el gobierno de Londres no está obligado a proceder inminentemente, es más, los partidarios de romper con Bruselas han manifestado ya su preferencia por aguardar, puesto que, pese a meses de campaña, la fórmula que regiría sigue siendo una incógnita.
Los plazos, a priori, están marcados, si bien los dos años establecidos en la normativa comunitaria podrían ampliarse siempre que lo autoricen los otros 27 socios. Expertos en Derecho europeo creen que, dada la complejidad, las negociaciones podrían llevar hasta una década y los propios defensores del divorcio asumen que, como mínimo, serían necesarios cuatro años.Inevitablemente el Parlamento británico querrá meter su cuchara, en un proceso que obligaría a revisar hasta 80,000 páginas de acuerdos comunitarios.
Mientras tanto, una petición ciudadana ante el Parlamento británico para que el Reino Unido celebre otro referéndum sobre la permanencia en la Unión Europea (UE) superó ayer sábado los 1.5 millones de firmas.La petición, que cuenta ya con 1,553,163apoyoscolapsó ayer la página web de la Cámara de los Comunes, debido al alto número de personas que entraron para adherirse a la propuesta.
El texto, impulsado por un ciudadano que se identificó como William Oliver Healey, pide a los diputados la "implementación de una norma por la cual, si el voto por salir o quedarse (en la UE) está por debajo del 60%, con una participación inferior al 75 %, debería convocarse otro referéndum".Un mensaje en la página web oficial señala que el Parlamento considerará ahora esta petición para su debate, lo que se compromete a hacer con todas las iniciativas ciudadanas que reúnan más de 100,000 firmas.La comisión de peticiones se reúne este martes, cuando podría decidir si aprueba celebrar un debate sobre el asunto.
El Gobierno, independientemente de su constitución, tendrá que resolver un proceso sobre el que no hay precedentes, excepto la salida de Groenlandia, que ni siquiera es un estado, sino un territorio que formaba parte de Dinamarca, ocurrido hace más de 30 años (en 1985), cuando la UE no era tampoco la unión política en la que se ha convertido hoy en día.
El mayor enigma: EEUU y la OTAN
No hay que olvidar que el Reino Unido es firmante de la Carta del Atlántico[ii], y cofundador de la OTAN.[iii]Dejar irse al Reino Unido, apunta un observador, significaría aceptar el derrumbe de todo el sistema de dominación anglosajona sobre el mundo. Trascendió al respecto que el Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos ha trazado un plan para “anclar” el Reino Unido a las estructuras de la alianza atlántica.Se ha decidido impedir por todos los medios la nominación del líder conservador del Brexit, Boris Johnson, como primer ministro y, en su lugar, favorecer a una personalidad de “consenso” supuestamente capaz de “reconciliar” a los británicos entre sí. Esa personalidad negociaría las modalidades para la salida de la Unión Europea. Por su parte, la UE propondría reemplazar los acuerdos actualmente en vigor por una serie de disposiciones prácticamente idénticas. Al final de ese proceso, el Reino Unido habría perdido su asiento en el Consejo Europeo pero seguiría de facto dentro del Mercado Común.
El presidente estadounidense Barack Obama, quien participó activamente en la campaña a favor del remain, habría designado a la canciller alemana Ángela Merkel para dirigir las operaciones en el seno de la Unión Europea y a George Osborne, actual número 2 del gobierno británico, para organizar el “consenso” en el Reino Unido.
Por cierto, el presidente de la Unión Europea, Donald Tusk, convocó al Consejo Europeo que sesionará este miércoles en presencia del secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg.
Así que, todavía falta bastante por ver y oír.
[i]Firmado por los representantes de todos los estados miembros de la Unión Europea (UE) en Lisboa el 13 de diciembre de 2007, es el que sustituye a la Constitución para Europa tras el fracasado del tratado constitucional de 2004. Con este tratado, la UE tiene personalidad jurídica propia para firmar acuerdos internacionales a nivel comunitario.
[ii]La Carta del Atlántico es una declaración conjunta suscrita el 14 de agosto de 1941, a bordo del USS Augusta, «mientras navegaba en algún punto del Atlántico». La Conferencia del Atlántico se celebró del 9 al 12 de agosto de 1941. Intervinieron el Presidente Franklin Delano Roosevelt en representación de Estados Unidos y Winston Churchill por parte de Gran Bretaña. En ella se manifiesta haber juzgado conveniente «hacer conocer ciertos principios comunes en la política nacional de sus respectivos países, en los cuales descansan sus esperanzas de lograr un porvenir mejor para el mundo».
[iii]La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) también denominada Alianza del Atlántico o Alianza del Atlántico Norte, es una alianza militar intergubernamental basada en el Tratado del Atlántico Norte o Tratado de Washington firmado el 4 de abril de 1949. La organización constituye un sistema de defensa colectiva, en la cual los Estados miembros acuerdan defender a cualquiera de sus miembros si son atacados por una facción externa.