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Fundación de Puerto Plata en 1502

Nuevamente los Reyes Católicos se ven en la obligación de designar un nuevo Gobernador por la situación desastrosa en que se encuentra la colonia. 

El Gobernador fray Nicolás de Ovando llegó a Santo Domingo el 15 de abril de 1502 con 2,500 hombres, tres naos y veinticuatro carabelas y "conduciendo aves, ganado, vacuno y lanar, artillería, municiones, comestibles, mercancías, y más de mil quinientos personas, entre las cuales había de todo, familias principales, gente buena, y aventureros que venían soñando con adquirir a poca costa grandes riquezas" (Compendio de la Historia de Santo Domingo de José Gabriel García, tomo I, publicado por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, Inc., 1979, página 56).

Cuando Ovando llegó a La Española existían las villas: Santo Domingo, Concepción de La Vega, Santiago y Bonao.

Después de tener el control total de la colonia, Ovando se dispuso la fundación de  otras ciudades.

Ha dicho Genaro Rodríguez Morel: “Como verdadero artífice del nuevo orden social Ovando se vio en la necesidad de ampliar y organizar todas las estructuras de aquella sociedad, por el gran número de personas que trajo consigo. Para ello, comenzó fundando nuevas ciudades y villas, dotando a cada una con respectivos ayuntamientos” (Cartas del Cabildo de Santo Domingo en el siglo XVI. Santo Domingo, R. D., Impresión Amigo del Hogar, publicado por el Patronato de la ciudad colonial de Santo Domingo, 1999, página 14).

De las villas fundadas por don Nicolás de Ovando, fue sin lugar a duda, la villa de Puerto Plata, en el año 1502 y entre sus autoridades más relevantes estuvieron: Francisco de Ceballos, Diego Morales, Juan de Córdova, Bernardino de Santa Clara, Francisco Botello, Juan de Campofrío y Pedro Ruiz de Tapias.

Además, fundó las de Azúa,  Buenaventura, Puerto Real, Lares Guahava, San Juan de  La Maguana, Santa María de Verapaz, Salvatierra de la Sabana, Yáquimo, Salvaleón de Higuey y otras.

Se ha sostenido que la villa de Puerto Plata, fundada por Ovando en 1502, ocupó una meseta o pequeña elevación, que estuvo alejada del Puerto, en forma de semicírculo por tres arroyos, de ahí que sus primeros habitantes, la llamarán como la meseta de El Caño, desde aquel entonces, ha sido el asiento principal de la población.

La villa de Puerto Plata, fue trazada por Ovando por el sistema de cuadrícula o damero. Se ha dicho que la principal vía iba de Norte a Sur, para salir a Santiago; y la otra de Este a Oeste, para de esa manera alcanzar la playa del puerto, las demás calles trazadas paralelas a las mismas.

Tuvo su cabildo y con sus funciones específicas, como sostiene Genaro Rodríguez Morel (Cartas del Cabildo de la ciudad de Santo Domingo en el siglo XVI. Santo Domingo, Impresión Amigo del Hogar, 1999, publicado por el Patronato de la ciudad colonial de Santo domingo, página 16).   

Entre sus funciones, estaban: 

1.- Velar  por el abastecimiento de los mercados;

2.- Construcción de edificios públicos;

3.- Gestionar las rentas del municipio;

4.- Organizar las fiestas populares; y,

5.- Controlar el comercio.

Se ha sostenido que Puerto Plata en el siglo XVI era un pueblo agrícola y ganadero. No hubo explotación minera.

El 20 de diciembre de 1503, se estableció en La Española la esclavitud y el régimen de las encomiendas.

El doctor Tolentino Dipp ha sostenido que: “Los nuevos inmigrantes comenzaron muy de pronto a sufrir los rigores del hambre y del clima. Pocos meses después de la llegada de Ovando sólo quedaban unos 1,500 de los cuales buena parte se encontraba enferma.  Pero poblar la isla era un objetivo mayor de la política colonial de España, ya que era indispensable establecer una sólida base demográfica de origen español para estructurar sobre ella las instituciones que respondieran a la nueva orientación” (Raza e historia en Santo Domingo. Los orígenes del perjuicio racial en América, Tomo I. Santo Domingo, Editora Universitaria, publicado por la UASD, 1974, página 88).

Durante su largo gobierno hizo importantes obras públicas de la isla. Fue un gran constructor.

Basó la economía  en la explotación minera y el sector agropecuario.

En la villa de Puerto Plata funcionó la agricultura y la ganadería.

Durante el gobierno de Ovando existió en la villa de Puerto Plata algunos de los entretenimientos y divertimientos. Donde se celebraban fiestas y demás celebraciones ocurridas en Castilla.

En 1505 se descubrió en la villa de Puerto Plata una mina de cobre  y fue explotada la misma. No hubo el éxito desead.

Ovando dio comienzos a la vida urbana en América.

Como ha sostenido Mira Caballos: “…el mayor éxito del gobierno de Ovando fue el de haber organizado y rentabilizado, por primera vez, la economía indiana” (obra citada, página 133).

El frey Nicolás de Ovando mandó a construir un Camino Real  que comunicara a Puerto Plata con Santiago y La Vega Real, en el año 1505.

Ovando instruyó para que se dispusiera de la construcción de edificios de piedra rústica y ladrillo.

Su poder comenzó a declinar en 1505, de acuerdo con Genaro Rodríguez Morel, se establecieron una serie de medidas encaminadas a debilitar el poder de Ovando, como fueron:

1.- Se derogó una vieja disposición que impedía a los colonos escribir directamente al Rey;

2.- Se nombró a Francisco de Tapia, paniguado de Conchilos, como alcaide de la fortaleza de Santo Domingo;

3.- Se envió a Gil González Dávila para que residenciase al corrupto tesorero de la isla, Cristóbal de Santa Cruz, quien, por cierto era amigo personal del gobernador. (Citado por Mira Caballos, página 104.

A la villa de Puerto Plata al igual que las demás ciudades fundadas por Ovando, por Real Privilegio del 7 de diciembre de 1508 les concedieron blasones.

En cuanto a Puerto Plata, se decía: “un escudo y en él un monte verde de plata, y en las puntas de lo alto una F y una Y de oro, coronadas, y en lo bajo unas hondas blancas e azules”.

En 1508 se dio inició en Santo Domingo, a la industria del ladrillo y de la teja.

El alimento principal de los descubridores y posteriormente de los colonizadores era la harina de trigo; así como los alimentos indígenas: la yuca, el maíz, la batata, el aje, etc.

La historiadora licenciada Vilma Benzo de Ferrer  ha evaluado el gobierno de Ovando, así “Durante su gobierno fueron fundadas un número considerable de villas y se desarrolló un programa de progreso para la colonia, sin embargo su obra se vio manchada por los abusos y maltratos a los indios a los que combatió en las guerras de Jaragua e Higuey, haciendo una gran matanza entre ellos” (Pasajeros a La Española, 1492—1530. Santo Domingo, R. D, Impresión Amigo del Hogar, 2000, página 295).

El 10 de julio de 1509, hizo su arribo a La Española Diego Colón, quien había sido designado como Gobernador, en sustitución de Nicolás de Ovando.

El 5 de octubre de 1511, es creada la Real Audiencia, siendo sus primeros jueces: Ortiz de Matienzo, Lucas Vásquez de Ayllón y Marcelo de Villalobos. Este fue un tribunal para conocer de las apelaciones del gobernador.

Ovando murió en España, el 29 de mayo de 1511.

El 21 de diciembre de 1511, pronunció Antonio de Montesino su famoso sermón en donde denunció la explotación de que eran sometidos los indios en el trabajo.

La parroquia de Puerto Plata se construyó en 1512.

En la isla de la española se establecieron por vez primera los Obispados y la ciudad de Puerto Plata perteneció al Obispado de La Concepción de La Vega.

De acuerdo con el historiador Emilio Rodríguez Demorizi, la primera casa de piedra que se construyó en la villa de Puerto Plata ocurrió en el gobierno de Diego Colón, en 1512, que la construyó allí Francisco de Caballos.

No se ha podido precisar la cantidad de pobladores de la villa de puerto Plata, cuando la misma fue fundada en 1502 por Ovando y todavía se hace más difícil establecer quienes fueron los primeros pobladores.

Según el historiador Lic. Emilio Rodríguez Demorizi: “La población de La Española se transformó, desde 1493, con la llegada de 1,500 españoles que vinieron con el Almirante en su segundo viaje, inicio de la empresa de la colonización. Pero ese contingente se desmedró muy pronto, víctima del trabajo, del hambre y del clima. Lugar escogido por Colón para asiento de la primera ciudad del Nuevo Mundo era tan bello como malsano. Y así la primera población española fue disminuyendo al par que se reducía, con prisa extraordinaria, la población aborigen.