El escrutinio es la parte más delicada de todo el proceso electoral. Justamente, constituye el momento más solemne, donde incluso los observadores internacionales hacen mayor énfasis, lo cual es un buen insumo para hacer los cierres concluyentes o sus informes finales como misioneros o veedores de las elecciones en América. (Diccionario Electoral, tomo I, A-K, 384-390).

La obra referencia ofrece una definición partiendo de la etimología, refiriendo que proviene del Latin scrutium, de secrutari, acto de examinar algo,  y se emplea para hacer referencia a la búsqueda e indagación de algo específico. Refiere también dicho término, en el tema político electoral, la función pública mediante el cual, una vez concluida la jornada electoral, se verifican y consolidan los resultados de las votaciones. Es un conteo, valorización y consolidación de los votos emitidos. Textualiza el momento crucial del proceso electoral, con el cual se concluye un complejo ritual de actividades interrelacionadas.  A través de él se conoce el número de votos depositados y otorgados a cada candidato o lista de candidatos y, en consecuencia, se establecen los ganadores a cargos públicos. (… Diccionario…p. 284)

Respecto al término, la fuente establece  que es el que se hace en las mesas receptoras del voto; es el más usado, estipulándose un uso de 98 % en los países del mundo. Señala que de 295 países que componen el mundo, solo siete han implementado en sus jurisdicciones el voto electrónico en sus procesos: Bélgica, Estonia, Brasil, Estados Unidos, Venezuela, India y Filipinas; cinco países han prohibido su implementación.

El diccionario de referencia da cuenta que dicho ritual -escrutinio- no solamente incluye un simple recuento de votos emitidos, sino también es referido a número de electores que votó en cada casilla o mesa electoral, al número de los votos emitidos a favor de cada uno de los partidos o candidatos, al número de votos en blanco, nulos, así como también, al número de boletas sobrantes de cada elección (…).

(Ibídem)

Respecto a la figura del escrutinio, la legislación electoral en Latinoamérica establece tres criterios básicos para clasificar los votos: válidos, blancos nulos. Por ejemplo, en México, Nicaragua, Uruguay y Venezuela no existe el criterio del voto en blanco, por el hecho que si así se expresa, ipso facto es nulo. En el Salvador se consideran abstenciones las boletas que no tengan marcas algunas. Ahora bien, cabe señalar que si hay boletas sobrantes, en ningún caso se consideran abstenciones.

Este pequeño resumen no estaría completo si no tocamos el aspecto de que con frecuencia se ha llegado a confundir cómputo y escrutinio. El diccionario hace una distinción marcada, ya que no son sinónimos, como se ha interpretado. El cómputo es más restringido y se contrae a la simple labor cuantificadora, mientras que el escrutinio refiere, además, una labor calificadora, lo que quiere decir que abarca todo el conjunto de actos mediante los cuales se contabiliza, se valora y se califica el voto, y se derivan sus consecuencias jurídicas y políticas.

Un punto para considerar en este tema es el de la experiencia política respecto de la democracia electoral. Se ha demostrado que el proceso electoral algunas veces puede producir resultados con diferencia respecto de los votos realmente depositados en las urnas, y por lo general, según las estadísticas, los resultados han favorecido a las elites instaladas, según lo establece, la fuente, citando a Lehr (1981), «quién escruta elige».

Y digo una cosa, al momento de estar publicando este trabajo, quien escribe, ha sido miembro de la JCE, en calidad de suplente (dos periodos), y confieso que, por lo menos mientras he jugado el papel de referencia,  nunca, -incluido mi papel de observado internacional-, pero nunca, he visto o he apreciado un montaje de fraude en que se hayan retorcido los resultados para favorecer otras candidaturas que no haya, efectivamente, alcanzado los votos para ganar las elecciones. Pero, bueno, el enfoque no se orienta a este comentario, sin embargo, catalogo válido el comentario en este sentido.

Entrando en la parte final es importante destacar que la fuente referida, en su página 388 nos brinda un significativo abanico de elementos en esta materia. Es decir, plantea que este se realiza en diferentes etapas o fases debido a que se puede poner en práctica por órganos diferentes. En este sentido, la fuente nos orienta hacia la existencia de varios tipos, según la fase del proceso, entre los cuales destaca los siguientes: 1) Preliminares: Son los que están a cargo de las mesas de escrutinio preliminares, quienes los realizan una vez es cerrada la votación. 2) Intermedios, refieren que su objeto es llevar a cabo la totalización de los resultados que corresponden a la circunscripción electoral que abarca los distritos correspondientes a un número determinado de mesas o áreas electorales (…). 3) Los definitivos, que tienen por objeto la totalización general de los resultados electorales correspondientes a toda una circunscripción. Siguiendo con el planteamiento, establece que su realización corresponde generalmente al órgano electoral correspondiente.

Finalmente, el comentario o anotación muy bien puede terminar que lo que habría que considerar es tomar en cuenta al mecanismo de control y que existe una prerrogativa a cargo de las organizaciones políticas, que es valerse de los recursos que la ley pone en sus manos para accionar respecto a los resultados que en el fondo podrían, incluso, dar lugar a la anulación de la votación llevada a cabo ante la mesa o bien de la votación general, de manera total o parcial