“…Se necesita que el método de trabajo del Partido sea a la vez colectivo (…) esto es, combinado, discutido, aprobado y llevado a cabo por organismos, no por una sola persona, y al mismo tiempo siguiendo un proceso que corresponda a la ley fundamental de los cambios revolucionarios…”

“…el Partido debe adoptar el método de trabajo en equipo o de grupo y debe idear o planear sus tareas y llevarlas a cabo siguiendo en todos los casos el principio de partir de lo particular hacia lo general y que de lo general sea enviado de nuevo a lo particular para que los acuerdos tomados con sentido general sean aplicados en cada caso concreto (…) con medidas concretas o particulares. Esas palabras quieren decir que la idea (…) no debe salir de la cabeza de un miembro del Partido para convertirse inmediatamente en hecho o en realidad, sino que debe salir de la cabeza de un compañero y pasar a ser discutida por el organismo del Partido al que pertenece ese compañero, y ese organismo (…) la estudiaría, desde el punto de vista de la experiencia y los conocimientos que le corresponden como organismo que representa un núcleo o una parte del Partido (…); y si se trata de una idea que tenga importancia política más amplia (…) pasaría a un organismo superior o a varios organismos superiores para ser discutida en los niveles que le corresponden…”.

“Siguiendo ese método de trabajo el Partido mejoraría y aprovecharía para su avance político y para beneficio del Pueblo todas las ideas que se les ocurrieran a todos sus miembros, con lo cual se estimularía la capacidad creadora de cada uno de ellos, pero al mismo tiempo se desarrollaría la capacidad crítica y de análisis de todos los miembros, porque todos tendrían que enjuiciar las ideas de sus compañeros, y a la vez se desarrollaría la capacidad de todos ellos para poner en práctica en el seno del Pueblo las ideas  aprobadas”.

“…el centralismo democrático tiene una contrapartida que consiste en la disciplina consciente; que para poder mantener esa disciplina consciente se debe tener en cuenta que los cuadros se forman en la lucha, pero también participando en la elaboración de las decisiones que les corresponden; es decir, ellos van a la lucha pero aprenden a formular la línea política que dirige esa lucha; se forman como líderes, y al formarse como líderes es lógico que desarrollan también conciencia de la disciplina, y eso hay que hacerlo en todos los niveles para mantener el centralismo democrático como uno de los métodos básicos de trabajo del Partido…”

“…Si el centralismo no está compensado con la garantía democrática, ese centralismo puede conducir a lo que ocurrió en Rusia, en la Unión Soviética, que el Partido fue sustituido por el Comité Ejecutivo, y el Comité Ejecutivo fue sustituido por el Comité Político, el Comité Político fue sustituido por el Secretario General, y el Secretario General, que era Stalin, se metió a todo el Partido en el bolsillo”.

Estos son fragmentos escogidos de la intervención final de Juan Bosch en la Conferencia nombrada “Salvador Allende”, el 11 de mayo de 1974, verdadera piedra angular en la fundación del PLD. En su intervención, Bosch recogió lo medular de los debates e hizo propuestas importantes. No se trata de ideas de un solo individuo, sino del pensamiento colectivo, debatido y construido para dar a luz aquel proyecto concebido para la liberación definitiva del pueblo dominicano. 45 años después ¿siguen vigentes estos postulados?