En la vida de Juan Bosch hay 3 exilios. El mayor que duró desde 1938 hasta 1961, el segundo del 1963 al 1965 y el tercero del 1966 hasta 1970. Cuando Bosch salió en enero del 1938 hacia Puerto Rico tenía 27 años de edad, una esposa embarazada, un hijo, muchos cuentos, una novela y la clara determinación de alejarse de la dictadura trujillista. ¿Cuando Juan Bosch salió del país? En algunos textos se muestra confuso. “Cuando salí del país, en diciembre de 1937 ó en enero de 1938, la mayoría del pueblo no usaba zapatos” (v. XXXIX, p. 248). En otros textos habla de finales del 1938 e incluso de que estuvo dos años en Puerto Rico, pero nada de eso es cierto. Sabemos que llegó a Puerto Rico en enero del 1938, ya que a inicios de ese mes estaba dando un discurso en Boca Chica, por tanto no podía ser en diciembre del 1937. Él mismo lo aclara en otros textos: “Yo salí de la República Dominicana en enero de 1938, y de Puerto Rico, donde viví un año…” (v. XXXIX, p. 257). No era un destino cualquiera, allí había nacido su madre y muerto su abuela materna. Aunque en este exilio mayor Juan Bosch duraría sólo un año en Puerto Rico, cuando fue derrocado en 1963 esta isla sería su residencia hasta su retorno luego de finalizar la Guerra de Abril en 1965. El primer contacto con nuestra isla vecina la tuvo a finales del 1930 cuando viajando entre Barcelona y Venezuela hizo escala en Puerto Rico y participó en la búsqueda de ayuda a los damnificados del ciclón San Zenón.

¿Qué importancia tuvo que fuera Puerto Rico el primer destino de su exilio. En el 1985 le confesaría al Dr. Leonel Fernández que: “—En verdad —dice— lo que yo he tenido en la vida es una suerte increíble. Si yo no hubiera podido salir de la República Dominicana en enero de 1938 no habría podido desarrollarme, ni como escritor ni político; y si de Puerto Rico no hubiese ido a parar a Cuba mi vida habría sido completamente distinta. Así, pues, mi vida no ha sido más que el resultado de la suerte y eso, naturalmente, tiene su sentido” (v. V, pp. 506-507). Suerte tuvo Juan Bosch el poder salir hacia Puerto Rico y suerte que ya lo conocieran allá al llegar. “Cuando yo me fui a Puerto Rico a finales del año 1937 (ya aclaramos el error de esa fecha. dam), fui a solicitar trabajo a la Biblioteca Central y la señora que me entrevistó me preguntó si yo era puertorriqueño. Yo le dije que no, que yo era dominicano. Me preguntó mi nombre y yo le dije que me llamaba Juan Bosch. Ella dijo: ¿Juan Bosch? ¿Entonces usted es el cuentista dominicano? Es decir, ella me conocía, ¿por qué? Porque sin yo saberlo los cuentos míos que se publicaban en la revista Bahoruco, de Horacio Blanco Fombona, que era hermano de un conocidísimo escritor venezolano que se llamaba Rufino Blanco Fombona habían llegado a esa isla” (v. XXXIX, p. 378). Imposible que hubiese calculado ese curso de acción en su vida, pero lo que pasó luego en su vida indudablemente, tal como le dijo al Dr. Fernández, se debió a que su primer destino en el exilio fue Puerto Rico. Y gracias a esa visita a esa Biblioteca Bosch terminaría siendo el editor de la primera publicación de las Obras Completas de Eugenio María de Hostos.

Todas las dudas y angustias que acompañaban a Bosch al llegar a Puerto Rico por la situación que pasaba su patria bajo la dictadura de Trujillo y en especial la situación de miseria que vivía la mayoría campesina de su nación encontraron una primera respuesta en la lectura intensa de Hostos. “La respuesta a todas esas preguntas, que a menudo me ahogaban en un mar de angustias, me la dio Eugenio María de Hostos, 35 años después de haber muerto. Si mi vida llegara a ser tan importante que justificara algún día escribir sobre ella, habría que empezar diciendo: Nació en La Vega,República Dominica, el 30 de junio de 1909; y volvió a nacer en San Juan de Puerto Rico a principios de 1938, cuando la lectura de los originales de Eugenio María de Hostos le permitió conocer qué fuerzas mueven, y cómo la mueven, el alma de un hombre consagrado al servicio de los demás” (v. VI, p. 50). Literalmente Bosch sintió que nacía de nuevo al encontrarse con este caribeño de talla universal, padre de la educación dominicana y abanderado por la independencia de su patria que todavía continua siendo colonia del imperialismo norteamericano. Bosch vivirá un segundo renacimiento semejante a este cuando a finales de los años 60 leería la obra de Carlos Marx.

Leer Hostos fue definitivamente un hecho altamente relevante en su vida. “Leer todo lo que escribió me causó un profundo impacto. Desde mi niñez había tenido una preocupación social particular; me dolía ver el estado de miseria en que vivían los campesinos. Cuando comencé a escribir, los campesinos eran los personajes de mis cuentos y el mensaje de Hostos provocó en mí la necesidad de hacer algo por ellos” (v. XXXIX, p. 331). Si cuando Bosch salió del país pensaba dedicarse exclusivamente a la literatura, es indudable que la lectura de Hostos lo impulsó a hacer algo más que cuentos para enfrentar la penuria que vivían sus compatriotas. Pero eso lo veremos en la próxima entrega.

¿Cómo salió Bosch de República Dominicana cuando la dictadura sospechaba de todos y controlaba todo intento de fuga? Ya vimos que en una carta a Trujillo le solicitaba a mediados del 1937 la posibilidad de ocupar un cargo diplomático, pero la respuesta no llegaba. “No podía continuar viviendo en el país porque Trujillo me había enviado un mensaje diciéndome que sería nombrado diputado. Para poder salir, persuadí a un amigo médico para que hiciera un falso diagnóstico a mi esposa diciendo que ella necesitaba recibir un tratamiento médico en Puerto Rico” (v. XXXIX, p. 331). Fue una maniobra inteligente de su parte, porque su fama como escritor y el excelente trabajo que realizó en la Oficina de Estadística lo había puesto en la mira de Trujillo, y el camino que le esperaba era convertirse en un servidor de la dictadura. Manuel Núñez sintetiza de forma precisa el hecho de su partida: “En 1937, Mario Fermín Cabral le informa que Trujillo ha decidido nombrarlo diputado. Comprendió entonces que de quedarse en el país quedaría atrapado en las redes de un régimen oprobioso, y prepara, consciente de ello, meticulosamente su salida del país. Simula una enfermedad de Isabel, su esposa, que, en aquellos momentos se hallaba embarazada de su hija Carolina, y logra sacar a su familia del país. Sólo dos personas sabían que él no regresaría al país. El escritor Virgilio Díaz Ordóñez, quien era Presidente del Ateneo y el historiador Emilio Rodríguez Demorizi, ambos eran, a su vez, funcionarios importantes del régimen. Al salir hacia Puerto Rico tenía apenas 90 dólares” (v. VIII, p. XI).

Lo que no menciona Núñez que uno de los detonantes para que Bosch decidiera salir del país lo antes posible fue la matanza de haitianos. “Fue en el Ateneo donde una persona nos dijo que se había producido una matanza de haitianos en la Línea Noroeste hacía diez días o algo así… Me afectó mucho la matanza de los haitianos. Yo había vivido en Haití. Dos hermanos míos habían nacido allá. Rechazaba con vehemencia, con una fuerza tal vez exagerada, cualquier alusión racista. Me parecía pecaminoso que se considerara inferior a un ser humano porque fuera negro… Asqueado por la matanza, decidí irme del país. No había un criterio político en esta decisión.” (v. XXXVIII, p. 327). Era un hecho tan despiadado que Bosch no toleraba vivir bajo el gobierno de un monstruo como Trujillo. El tema del antihaitianismo de la dictadura de Trujillo volverá a ser tema en Bosch cuando escribe una famosa carta en Cuba a varios amigos que le visitaron en 1934. El humanismo de Bosch y su capacidad de analizar los problemas sociales allende los chauvinismo nacionalista lo hará defender varias veces al pueblo haitiano, cuestión que en el presente resulta tan chocante cuando líderes del PLD pregonan consignas racistas y anti-haitianas.

Bosch llega a Puerto Rico y encuentra trabajo como editor de las Obras Completas de Hostos gracias a la fama de su obra narrativa que le antecedía. Llega convencido de que su vocación era la literatura y no la política, pero eso cambiará rápido, en pocos meses descubrirá que debe asumir la causa de la lucha contra Trujillo y la construcción de un régimen en su país que impulsara la democracia y la justicia social.