En el año 2016, el entonces presidente Evo Morales celebró un referendo para modificar la constitución para poder postularse para un cuarto mandato en los comicios presidenciales del 2019. Los bolivianos votaron por el no. El partido de Evo Morales, el Movimiento al Socialismo (MAS) elevó una instancia al Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP) que en el 2017 anuló el referendo y eliminó los límites a la reelección presidencial.

Morales, se presentó a la reelección en el 2019. Al principio, el conteo de los votos proyectaba una segunda vuelta entre este y su entonces rival, Carlos Mesa. Sin embargo, el conteo fue interrumpido 24 horas después y al reanudarse, los resultados dieron como ganador al entonces presidente en primera vuelta.

El cambio de tendencia generó fuertes protestas en Bolivia por las sospechas de irregularidades en las votaciones. Evo Morales, renunció el 10 de noviembre de 2019 y salió del país. La vicepresidenta del Senado, en ese entonces, Jeanine Áñez, asumió como presidenta interina.

ENMENDANDO UN ERROR HISTÓRICO

Bolivia repitió el pasado domingo 19 las elecciones generales anuladas el año pasado por denuncias de fraude en favor del entonces presidente Evo Morales quien buscaba la reelección.

A pesar de que la jornada electoral transcurrió en calma y sin mayores incidentes, los resultados definitivos aún no se tenían este jueves. Pero, la información de boca de urna le daba amplia mayoría a Luis Alberto Arce, el candidato del MAS, el partido de Evo Morales.

Los sondeos proyectan que Arce obtendría más del 53% de los votos, similar al porcentaje que Morales obtuvo en el 2005. Jeanine Áñez, la presidenta interina, reconoció la victoria de Arce y exhortó a los bolivianos a tener paciencia y madurez a la espera de los resultados oficiales. Por su parte, desde Buenos Aires, Argentina, Evo Morales insiste en regresar a Bolivia, inmediatamente Luis Alberto Arce sea confirmado como presidente.

UN RESULTADO SORPRENDENTE

Si bien, se proyectaba el triunfo de Arce en la primera vuelta el pasado domingo, nadie esperaba su consagración como presidente sin balotaje. Las encuestas lo mostraban como favorito, pero ninguna llegó a descartar la posibilidad de una segunda vuelta. En primer lugar, situaban a Luis Alberto Arce, en segundo lugar, a Carlos Mesa, y en un lejano tercer lugar a Luis Fernando Camacho, pero ninguna encuesta proyectó que Arce ganaría con más del 50% de los votos.

De acuerdo a los sondeos y al conteo iniciado se proyecta una victoria de Luis Alberto Arce sobre Carlos Mesa con cerca de 20 puntos porcentuales, algo que no marcaron ninguna de las mediciones, previo a las elecciones. Una nota que eleva el sentido de confianza y transparencia es que, apenas salieron los resultados de boca de urna, la presidenta interina Jeanine Áñez ha reconocido a través de un tuit el triunfo de Luis Alberto.

Nadie esperaba que, sin tener los resultados oficiales, la presidenta exhibiera esa actitud, lo que podría interpretarse como señal de la contundencia de los resultados. Tomando en consideración que es una realidad opuesta a lo que esperaba Jeanine Áñez.

Un resultado contundente y sin dejar espacios a dudas en estas elecciones es algo muy positivo, puesto que un resultado no claro podría poner a Bolivia a las puertas de un gran conflicto civil con un resultado catastrófico para aquel país. Todavía está fresco en la memoria colectiva, la violencia general desatada tras el derrocamiento de Evo Morales. De manera que, este contundente resultado, aleja el fantasma de la confrontación directa.

¿QUÉ ESPERAR DE LUIS ALBERTO ARCE?

Para algunos, Luis Alberto, podría ser una marioneta de Evo Morales y de Álvaro García Linera. El primero representó el liderazgo popular y el segundo, fue el ideólogo del gobierno de Morales. De ahí que esperan que el líder y el ideólogo sean el poder detrás del trono.

Sin embargo, se ha de tener en cuenta que Luis Alberto, fue el artífice o la principal figura en uno de los más grandes aciertos del gobierno de Morales: la economía. Luis Alberto Alce fue ministro de economía de los gobiernos de Morales desde el inicio hasta su final, con una breve interrupción por asuntos de salud relacionados con sus riñones.

Aquel modelo exitoso dio un crecimiento económico sólido y sostenido que logró estabilidad en Bolivia, clave del éxito de los gobiernos de Evo Morales. La nacionalización del sector de los hidrocarburos, fue una de las primeras grandes medidas tomadas que se temía produjera una fuga total de empresas y capitales extranjeros. Empero, las empresas expropiadas siguieron invirtiendo y no se marcharon de Bolivia, pues el economista Luis Alberto Alce, con maestría por la Universidad de Warwick, Reino Unido le generó grandes dosis de confianza.

Arce, es un hombre inteligente que sumó el voto de la clase media, además las empresas cufian en él. No tanto así en Evo Morales o Álvaro García Linera. Es que en Arce se dan los elementos para desarrollar el ejercicio pleno del poder y desde ese punto no hay que esperar que sea una marioneta de Evo Morales.

Otros aventuran que podría pasar como en Ecuador donde Lenin Moreno llegó a la presidencia a través de una candidatura decidida por su mentor Rafael Correa y que una vez en el poder rompió con él y se volvieron feroces enemigos. De nuevo, hay suficientes elementos para descartar que esto ocurra en Bolivia, pues Luis Alberto Arce, el hombre que llega al Palacio Quemado es garantía de estabilidad política y económica en aquel país.

LOS RETOS DEL GOBIERNO DE ALCE

Por lo pronto Arce tiene, en primer lugar que disminuir el déficit fiscal, uno de los grandes problemas de la economía de Bolivia que se ha disparado estos últimos años ante la disminución en los ingresos que puedan solventar el gasto púbico.

El segundo desafío será reconstruir una economía devastada por efecto de la pandemia y las aprensiones de un posible rebrote, lo que dificulta el impulso del sector privado. En Bolivia, más del 70% de la población activa se desenvuelve en la informalidad.

Como tercer desafío se le presenta a Luis Alberto, diversificar el aparato productivo, ya que al igual que otras naciones latinoamericanas, Bolivia depende mucho de la exportación de recursos naturales. Una baja en las reservas de hidrocarburos, sin una diversificación del aparato productivo, podría convertir el sistema económico boliviano en una bomba de relojería.

Mientras tanto, con más del 80% del recuento electoral y con el MAS acumulando ventajas, como el partido más votado con Luis Alberto Arce acercándose a los 2,500,000 votos, líderes de diversos países han empezado a felicitarlo, entre ellos, los presidentes: Lenin Moreno de Ecuador, Sebastián Pinera de Chile y Martin Vizcarra de Perú.