Un poderoso documental en 4 episodios que retrata acontecimientos sociales y políticos de la década del 1960, en los que participó de manera directa o indirecta Robert F. Kennedy, quien fue fiscal general de los Estados Unidos nombrado por su hermano John F. Kennedy (asesinado en 1963), y senador a la hora de caer asesinado a balazos con 42 años.
No es un examen de la historia política estadounidense. Lo que más destaca es la conversión de un individuo de la oligarquía estadounidense, que en su vida política actuaba dentro de los preceptos de ley y orden -y creyente de USA como policía del mundo-, a un individuo que cuestionó todo en lo que creía, como la guerra de Vietnam e igual el modo de hacer política en USA, criticó los desajustes sociales que mataban de hambre a miles de norteamericanos y se fue del lado de los pobres, de los negros, de las mujeres desamparadas, de los trabajadores latinos esclavizados con jornales de 2 dólares diarios.
Y es claramente obvio en la orientación del director.
El asesinato de que fue objeto es apenas una excusa para conocer el cambio sensible que se vive cuando se entra en contacto y en carne viva con el escenario doloroso sobre el que se revolotea el American Dream.
Es el último episodio que brinda datos de cómo se pudo elaborar tan portentoso documental cargado de estupendas imágenes en una estructura narrativa singular y alto sentido del gusto del público al que va dirigido (repasa asuntos muy actuales como el descrédito de la política y la imagen que se tiene de que los políticos son todos mentirosos y mafiosos).
Se monta en la nostalgia y la tenaz investigación y recolección de datos que elaboró, como si fuera un guión, Paul Schrade (91 años), miembro del buró político de Robert y quien fue herido de bala en la cabeza en el momento en que mataban al senador ese 5 de junio de 1968 a medianoche, en el pasillo que conducía del salón principal a la cocina del hotel Ambassador de Los Ángeles, en el oeste de Estados Unidos.
Sirhan Sirhan, tenía un revólver Iver Johnson calibre .22, que disparó en seis ocasiones. Entonces el documental establece que se trató de un complot y que solamente se apresó y condenó al palestino Sirhan Sirhan, que hubo un pistolero que escapó de la escena del crimen, que se desaparecieron pruebas, que hubo impunidad arropada por la policía.
Refuerza así el objetivo del documental: ilustrar cómo la gente debe y puede convertirse en individuos conscientes y participativos en la política. Cuatro episodios en Netflix.