"Algún día se tirará de la manta del dinero negro del fútbol… y los presidentes iremos a la cárcel, y yo el primero".

"En el fútbol, Jesús, todo está sucio. Lo único limpio es el balón, y todo el mundo le da patadas".

Estas dos frases aparecen recopiladas en el libro "Negocio Redondo", de Miguel Angel Nieto, (Premio Don Balón de Ensayo Deportivo 1996,  páginas 47 y 89, respectivamente).  La primera, de Jesús Gil y Gil, presidente a la sazón del Atlético de Madrid, y la segunda se la dice José María Ruiz-Mateos, presidente del Rayo Vallecano, al mismo Gil y Gil.

Este libro "se adentra en ese negocio redondo, hasta ahora oculto, en el que político e intermediarios, comisionistas y jugadores enfangados, dirigentes abyectos y periodistas silenciados y sospechosamente silenciosos participan hurtando a la hincha la limpieza del deporte. Un libro impactante que deja al descubierto tanto los intereses que se ocultan tras la pasión del fútbol como la variada jauría humana que lo rodea".

"Negocio Redondo" es un libro donde se denuncia, con pelos y señales, y con nombres y apellidos, todas las transacciones turbias que acontecen en el fútbol de España, salpicando a algunos países, tanto en Europa, como en otras latitudes.

Traemos esto a colación ante el gran escándalo que se ha producido en el seno de la FIFA, que esta semana celebró sus elecciones del Comité Ejecutivo.

El pasado miércoles el suizo Joseph Blatter fue electo para un cuarto período al frente de la FIFA (Federación Internacional de Fútbol Asociado). Pero esta estas elecciones estuvieron precedidos por una avalancha de denuncias de actos corruptos por parte de varios miembros del Comité Ejecutivo del organismo rector del fútbol mundial. Incluso, el mismo Blatter fue denunciado.

Pero el Comité de Etica de la FIFA, que es designado por el mismo Blatter, desligó al presidente de todo hecho, y suspendió a los presidentes de las confederaciones Asia, el catarí Mohamed bin Hammam y la CONCACAF, Jack Warner de Trinidad-Tobago. El primero era el único contendiente que tenía Blatter en pos de la presidencia de la FIFA, y Warner (un hombre que desde siempre ha sido denunciado en actos corruptos) cometió el "error" de alinearse con el árabe.

Fuera los dos del camino de Blatter, el suizo se quedó como único candidato a la FIFA, logrando el voto de 186 federaciones nacionales, de las 203 que sufragaron el pasado miércoles.

A Mohamed bin Hammam se le cuestionó haber ofrecido y entregado dinero (40 mil dólares) a miembros de la FIFA del área del Caribe (incluyendo a la República Dominicana) a cambio de lograr su apoyo, todo coordinado por Warner. Ese fue el gran pecado de ambos.

Pero Blatter, que preside la FIFA desde 1998, ha estado entregando dinero a todas las federaciones del mundo desde que tomó las riendas del fútbol. Incluso, el pasado año, durante el Mundial de Sudáfrica 2010, entregó un bono especial a todos los miembros ante las buenas ganancias de la FIFA.

Blatter ha estado entregando los dineros de la FIFA para programas de desarrollo, pero la supervisión de estos dineros es muy tímida, solo importándole contar con el apoyo de esos miembros. Entre las denuncias que acusaban a Blatter, se habló de que había  entregado un millón de dólares de las arcas de la FIFA a la CONCACAF para que Warner lo utilizara como considerase conveniente y así ganarse sus votos.

El negocio redondo de Blatter es que tiene casi 12 años entregando dinero de la FIFA a los miembros, lo que le vale para mantenerse dominante, pero los que ofrecen "su dinero" para granjearse apoyo son suspendidos. Ha convertido a la FIFA en una máquina de generar dinero, el que y reparte para asegurarse el apoyo, y al mismo tiempo se las ingenia para anular todo lo que se le oponga a sus propósitos. No acepta nada que cuestione su manejo al frente de la FIFA.

La situación que se presentó en el seno de la FIFA la semana pasada llamó la atención de los principales patrocinadores, quienes mostraron "preocupación" por los escándalos de corrupción denunciados. De igual forma se han pronunciado federaciones con peso específico, como Inglaterra y Alemania, alarmados por la forma en que se gastan los dineros de la FIFA.

En principio, Sep Blatter aseguró el pasado que no había crisis, pero sorprendentemente el martes declaraba que el escándalo por presunta compra de votos ha dejado a la FIFA "temblando en sus cimientos".

La situación era tan escandalosa, que la Federación Inglesa, donde nació el fútbol, solicitó que se aplazaran los comicios. Pero Blatter no cayó en la trampa. Sabía que un aplazamiento podría dar al traste con sus pretensiones de reelección.

Tras ser elegido, Blatter anunció su propósito de llevar a buen puerto el barco de la FIFA que ha estado navegando por "aguas turbulentas".

Pero claro, ya hizo su negocio redondo: rompió las cabezas de los que quisieron adversarle, fue reelecto y estará al frente de la FIFA por los próximos cuatro años, para completar un período de 17.

Pero tendrá que hilar fino, porque tendrá los ojos de mucha gente supervisando todo lo que haga, investigando como y a quien le entrega los dineros de FIFA.

Y, para concluir, los dejamos con estas líneas del prólogo de Miguel Angel Nieto en su "Negocio Redondo": "Este libro cuenta lo que ocurre fuera de los estadios. Nombra a quienes hacen de la ilusión colectiva su negocio particular". (Pag. 15).