BLANDITO
A simple vista la palabra blandito parece solo un diminutivo de blando. Esto así porque en español americano el sufijo –ito se utiliza para formarlos. En esta sección se va a demostrar que en el español dominicano este blandito es algo más que el diminutivo de blando. Se evidenciará que el caso dominicano no es el único en que el vocablo del título, al usarse en diminutivo cambia el significado de la palabra de su origen.
Cuando se lee “blandito” hay que interpretarlo con el sentido de más blando. Blando comunica la idea de que se deforma o cede con facilidad; es suave, dulce o tierno. Es benévolo, tímido, perezoso. Todo esto en el español internacional.
En Venezuela el blandito es la persona ‘que disimula sus verdaderas intenciones o forma de ser’. Así consta en el Diccionario del habla actual de Venezuela (1994). A mucha distancia de allí se sitúa la acepción que para el mismo vocablo se acepta en Cuba, país en el que (donde) se llama de este modo al homosexual. Dato este extraído del Diccionario del español de Cuba (2000).
Como se mencionó antes, la terminación –ito indica pequeñez, disminución de la dimensión del contenido de la palabra a la cual se adjunta, sobre todo en los casos en que estos son sustantivos. De la misma manera puede servir esta terminación para convertir en cariñosa o afectuosa una denominación, cuando adquiere la connotación hipocorística, que excluye en muchas de las ocasiones el rasgo diminutivo.
En algunas hipótesis el sufijo puede hacer cambiar completamente el significado de la palabra básica como se apreció en los ejemplos citados más arriba para Venezuela y Cuba. Esto es, no siempre el sufijo aminora la sustancia semántica del sustantivo que le sirve de base de derivación.
En República Dominicana hay varios ejemplos, la palomita del niño no es un ave. El cochecito del niño no tiene relación con el auto de los españoles.
El blandito dominicano es una persona con poca fuerza o ninguna. Es alguien que no colaborará para levantar algo, no porque sea haragán, sino porque carece de energía. Este es el lugar en que debe hacerse la comparación entre las acepciones americanas y lo aceptado en el español general para blando.
No anda descaminada el habla dominicana cuando le atribuye este valor a blandito si se piensa que en otros aspectos, más bien abstractos, lo blando opone poca resistencia, es débil, y quien tiene poca fuerza física o baja resistencia en República Dominicana es un blandito.
DRAMÁTICO
“Aunque para las personas el cambio de estación no sea tan DRAMÁTICO, para las plantas, que se organizan según las horas de luz. . .”
Cada vez con mayor frecuencia se lee el uso del vocablo del título en los escritos periodísticos. Si eso ocurre en la prensa escrita, en el habla la frecuencia es aún mayor. La influencia para que esto ocurra llega desde los predios de otra lengua. Se verterá aquí una opinión con respecto a la tendencia actual entre los hablantes. El detalle se leerá en lo que sigue.
Con respecto de este adjetivo del título, se está en presencia de un vocablo que ha evolucionado a través de la historia de la lengua. Este ha ido adquiriendo nuevas connotaciones que más adelante se han traducido en acepciones agregadas a las tradicionales.
En un principio el significado se limitó a lo pertinente o relacionado con el drama. Por extensión, se sumó a dramático el sentimiento de lo que causa pena o angustia. No se entrará aquí en la explicación acerca de cuán inherente a las personas estos dos sentimientos son, porque es algo obvio.
La Real Academia en el diccionario oficial de la lengua ha insertado un matiz al asunto; dramático es lo que es ‘capaz de interesar y conmover vivamente’. En otras palabras, lo dramático es ‘de intensa emoción y ansiedad’, así lo escribe el Diccionario de uso del español (2007). Como puede notarse ya, lo que se busca es descartar la posibilidad de que estos sentimientos puedan experimentarlo las plantas; por eso solo se insiste en estas acepciones.
No cabe duda alguna de que el concepto tiende a ampliarse y, por ello, el Diccionario integral del español de Argentina (2008), consigna que dramático es: ‘Que conmueve, impresiona o preocupa por ser muy triste, crítico o grave’. Esto es, se adentra en la explicación de las razones que producen la conmoción o impresión.
La última palabra del párrafo anterior más próximo a este la utiliza también el Diccionario del español usual en México (2002) e introduce matices a su definición: ‘Que produce mucho sufrimiento o es doloroso en extremo, que tiene consecuencias terribles o muy penosas’. No conforme con seguir la redacción de los demás diccionarios este incluye una acepción americana: ‘Que pierde el control de sí ante la menor adversidad, que exagera las dificultades o las penas’.
La clave para dar con el uso que hace el escritor y periodista redactor de la cita la provee el Diccionario de uso del español actual (2012). Al final del apartado para el vocablo del epígrafe, en lo relativo a la semántica se expresa de este modo: ‘Su uso como adjetivo con el significado de ´drástico, espectacular o llamativo´ es un anglicismo innecesario. . .’ A esto puede añadirse que algunos descuidados lo utilizan en tanto sinónimo de “notable, sensacional, asombroso, considerable”. Esto se inscribe en el tenor de la lengua inglesa en la que en el teatro y la literatura entienden que dramatic se aplica a lo intenso, excitante, que mantiene el interés.
En portugués aceptan que es dramático lo patético. En italiano calificarían de dramma familiare lo que se representaría en español por “tragedia familiar”. En esa lengua drammatico es a menudo lo que se urgente, grave, considerable, desesperante, o crítico.
Los franceses pueden hablar de acontecimientos de la vida real y llamarlos dramáticos cuando estos son muy graves, peligrosos, penosos. De alguna forma se asemeja esto con el uso de la expresión dominicana “cualquier drama” que registra el Diccionario de americanismos (2010), ‘Suceso de resultados lamentables de grandes proporciones o que se repiten reiteradamente’. Hay que tomarla como una hipérbole. No se comenta como pleonasmo.
No hace falta abundar más en lo desafortunado que resultó el uso de dramático en la cita. Cabía mejor emplear en la oración reproducida arriba, notable, considerable, significativo.
PUERTA CIRCULAR
“Como una PUERTA CIRCULAR, poco a poco entran y salen los amigos y familiares”.
La primera reacción del lector de la frase copiada es entender que se trata de una puerta que tiene forma de círculo. Esa es una rareza, a menos que sea una de esas pequeñas puertas suspendidas, de dos batientes que se mueven en ambas direcciones y permiten ver por encima y por debajo de ellas.
Ahora bien, de la lectura del entorno del artículo se desprende que no se trata de una puerta diseñada en forma de círculo, sino que la escritora deseó expresar otra idea y erró la dirección.
Los dos verbos que se encuentran en la frase permiten hacerse una idea del tipo de puerta cuya denominación equivocó la escritora; que es una clase de puerta que permite el tránsito de personas en dos direcciones, entrar y salir, sin necesidad de interrumpir la circulación.
El nombre que se le escondió fue el de “puerta giratoria”, que de acuerdo con el Gran diccionario de la Lengua Española de Larousse es, ‘la formada por dos o cuatro hojas montadas sobre un eje común sobre el que giran’. Estas puertas son muy útiles en locales comerciales que permiten la entrada y salida desde el exterior en países de clima frío o, donde padecen el rigor de inviernos fríos. Estas puertas se encierran entre dos elementos a ambos lados que impiden la entrada libre de aire frío cuando aquellas giran sobre el soporte.