PARA MÍ, Francia es la tierra de la libertad.

Cuando tenía solo 10 años, escapé con mi familia de la Alemania nazi a Francia, en ruta hacia Palestina. Temíamos ser detenidos en las fronteras. Cuando el tren cruzó e Rin, dejando a Alemania atrás y entramos en Francia, respiré profundamente. De la tiranía a la libertad; del infierno al paraíso.

Nunca he olvidado ese sentimiento. Retornó siempre que visité Francia.

Lo recordé de nuevo esta semana, cuando vi un muy anunciado “informe investigativo” sobre el “antisemitismo en Francia”. Un montón de propaganda sin sentido.

"EL ANTISEMITISMO en Francia” es ahora la última moda en Israel. Un enorme esfuerzo propagandístico se invierte en esta campaña. El objetivo es inducir a los judíos franceses a venir a Israel, “hacer aliyah” (una corrupción atroz del hebreo).

Los judíos en Francia, de acuerdo con “informes de investigación”, se enfrentan a un peligro terrible. Bien pudieran esperar un segundo holocausto En cualquier momento. Son atacados en las calles. Tienen miedo de llevar la kipá en público. Por el bien de sus hijos, deben venir a Israel. Rápido. ¡Ahora!

Cuando empecé a ver el material en la televisión más atentamente, me di cuenta una particularidad: casi todos los judíos varones entrevistados llevaba una kipá. Que extraño. Casi nunca me encontré con un judío francés llevando una.

Entonces me noté otra particularidad: Me parecía que todos los judíos entrevistados parecían del norte de África. En particular, argelinos.

Además, todos los incidentes violentos mencionados fueron causados por musulmanes. No ocurrieron en los Campos Elíseos, sino en los suburbios, donde los musulmanes pobres del norte de África viven hacinados con judíos pobres del norte de África.

¿Por qué están sucediendo estos incidentes? ¿Por qué allí? ¿Y qué tienen que ver con el antisemitismo francés?

CUANDO OIGO hablar del “antisemitismo francés”, imagino la larga tradición de la aversión de la Francia cristiana hacia los judíos. Incluso después de la Revolución Francesa, que liberó también a los judíos, había mucho antisemitismo en Francia. No hay más que recordar el caso Dreyfus a finales del siglo XIX, cuando un oficial del ejército francés que era judío fue falsamente acusado de ser un espía alemán y enviado a la isla del Diablo, en la Guayana francesa.

Masas de franceses desfilaron a lo largo de los Campos Elíseos, al grito de “¡Muerte a los judíos!”. Uno de los espectadores era un periodista judío de Viena, llamado Theodor Herzl, quien llegó a la conclusión de que todos los judíos debían salir de Europa y establecer un Estado propio en Palestina. Así nació el sionismo.

Este tipo de antisemitismo cristiano que emana (creo) de la historia del Nuevo Testamento sobre la muerte de Jesús, siempre ha existido en Francia, como lo fue en la mayoría de los demás países cristianos. Desde el Holocausto se ha convertido en un fenómeno marginal. Creo que esto es así igualmente en Francia.

LA ANIMOSIDAD entre musulmanes y judíos que se está produciendo ahora en los suburbios de París es algo totalmente diferente, y no tiene nada que ver con los antisemitas. También se da la circunstancia de que ambas partes son semitas.

Comenzó en Argelia hace mucho tiempo. Los franceses conquistaron el país y se establecieron allí en grandes cantidades. Entonces hicieron algo bastante inteligente: confirieron la ciudadanía francesa a los judíos locales, pero no a los musulmanes, que constituían la inmensa mayoría de la población. Como solían decir los antiguos romanos: “Divide et impera”.

Cuando la Guerra de Independencia de Argelia estalló (en 1954), los judíos, orgullosos franceses, se pusieron del lado de los opresores contra los oprimidos.

Más que eso, cuando el ejército francés mostró signos de querer marcharse de Argelia los colonos establecieron una organización militar clandestina, la OAS, para aterrorizar a los musulmanes. Los judíos locales se involucraron. Poco a poco, los colonos franceses empezaron a regresar a Francia, y los judíos permanecieron en Argelia, y la OAS casi se convirtió en una organización judía.

De alguna manera yo estuve involucrado. La Organización para la Liberación de Argelia, sal sentir que la victoria del FLN estaba cerca, estaba muy preocupada porque los judíos dejaran Argelia. Dado que los judíos desempeñaban un gran papel en la vida económica e intelectual de Argelia, los líderes del FLN temían que un éxodo tal sería una gran pérdida para el estado emergente.

Ellos se me acercaron con la solicitud para crear una organización en Israel para apoyar la independencia de Argelia. Cuando establecí el Consejo Israelí para la Independencia de Argelia, ellos nos pidieron publicar material en hebreo, que ellos tradujeron al francés y distribuyeron entre los judíos.

Fue en vano. Al final, Charles de Gaulle fijó una fecha para la retirada del ejército francés, más de un millón de colonos franceses huyeron a Francia a la carrera, y con ellos prácticamente todos los judíos.

Los judíos de Argelia no vinieron a Israel. Estaban demasiado bien integrados en la cultura francesa. Los judíos de Marruecos y Túnez se dividieron: los educados fueron a Francia y todos los demás aquí.

Lo que está sucediendo ahora es la continuación del conflicto argelino en el territorio francés. El odio que gobernó las calles de Argel y Orán se libra ahora en las calles de París y Marsella.

¿Trágico? Por supuesto. ¿Triste? Sin duda. ¿Antisemitismo? En absoluto. No tiene nada que ver con este antiguo flagelo europeo.

Para obtener una imagen real, hay que comparar el número de actos de violencia de los musulmanes contra los judíos en Francia con el número de actos de violencia de cristianos franceses contra los musulmanes.

No he visto este tipo de estadísticas, probablemente debido a que Francia insiste en que no hay ninguna diferencia entre las mujeres francesas y de todos los colores, razas y credos.

Sin embargo, yo apuesto confiado que los incidentes contra los musulmanes superan enormemente a los incidentes contra los judíos.

El neofascismo francés, dirigidos por la muy capaz Marine Le Pen, está centrado totalmente en el odio de los musulmanes, mientras que hace todo lo posible para halagar los judíos. Algunos judíos están, incluso, en su partido. Ella nos admira, nos ama, y hasta ella se apartó de su propio padre porque no podía contenerse de proferir frases que reflejaban algún antisemitismo residual.

ENTONCES, ¿DE dónde viene el antisemitismo francés actual?

Pues hay algunas buenas razones.

Básicamente, el sionismo y el antisemitismo son gemelos. Es moderno el antisemitismo europeo que creó el sionismo moderno. Como mencionaba, Herzl se convirtió en sionista cuando vio el antisemitismo (francés). Mi familia vino a Palestina debido al antisemitismo  (alemán). Así, más o menos, hicieron todos los judíos de Israel.

Se podría decir que si no existiera el antisemitismo, los sionistas habrían tenido que inventarlo.

Según la ideología sionista, el Estado de Israel existe como un refugio para los judíos perseguidos. Dondequiera que los judíos en el mundo están en peligro, los salvamos y los traemos aquí. (No importa que Israel sea quizá el lugar menos seguro para los judíos en el mundo.)

Cuando el antisemitismo es demasiado débil para hacer el trabajo, hay que ayudarlo, como lo hicimos en Irak en 1952, cuando Plantamos bombas en sinagogas para alentar a los judíos a irse y venir aquí.

Parece que ahora hay cierta escasez de antisemitismo. Los judíos rusos ya no vienen, ni tampoco las de Estados Unidos. Por eso Francia debe llenar el vacío.

Existe también una explicación más cínica. Israel construyó un elaborado aparato para traer a los judíos. Hay agentes de inmigración en embajadas de Israel. Existe la Agencia Judía, una organización mundial dedicada principalmente a traer judíos a Israel. ¿Qué pasaría con toda esta serie de emisarios, organizadores, burócratas, funcionarios políticos y otros si no existieran los judíos que aspiran a venir aquí y besar el suelo a su llegada?

Afortunadamente existe esta “ola de antisemitismo” en Francia, y todo el mundo está absolutamente ocupado. Los políticos hacen discursos, los periodistas producen emotivas series de “investigación”, el alma sionista s agita, el sionismo está en plena marcha. Llegan aviones llenos de judíos con kippah. ¡Aleluya!

¿QUÉ LES sucede a con todos los inmigrantes que “hacen aliyá” una vez que onza vienen aquí?

Esa es una buena pregunta. Algunos burócratas están encargados de tratar con ellos. Nosotros tenemos todo un ministerio entero dedicadoa a “la absorción de inmigrantes”. (Podría decirse que es el trabajo menos deseado para un político, una especie de espacio de estacionamiento hasta que venga algo mejor.)

Una vez que los nuevos inmigrantes están aquí, muchos sionistas parecen perder interés en ellos. Prácticamente, todos los inmigrantes procedentes de países islámicos desde el nacimiento del Estado, ellos y sus descendientes, se quejan ahora haber sido discriminados.

El problema está ahora en el centro de un intenso debate. Una comisión encabezada por un poeta ciego judío oriental acaba de emitir un amplio informe, exigiendo que todos los libros de historia se reescriban para dar cabida a los políticos judíos orientales, rabinos, artistas y escritores, sobre la base de la paridad con los judíos de ascendencia europea.

Las estimaciones semi-oficiales dicen que aproximadamente el 30 % de los nuevos inmigrantes “franceses” con el tiempo volverán a Francia. Esto parece ser aceptado como algo normal.

Pero si el 70 % se queda con nosotros, eso será una ganancia neta. Bienvenus, mes amis!