Llega pronto el año nuevo y es imposible evitar un recuento de lo pasado y hacer proyecciones asertivas para un cercano 2022, y más.

Y es que nuestro país necesita un baño de brisa fresca, para que  fluyan aún más destellos de bienaventuranzas que le permita totalmente despegar y volar alto, continuando con el fortalecimiento de los servicios del sistema de gobierno, tanto a nivel local como internacional.

 Nadie duda que la familia dominicana ha sufrido tiempos de sobresaltos y vicisitudes con el COVID 19, sus variantes y secuelas durante la pandemia que todavía perdura.  Así como situaciones de inseguridad y vulnerabilidad personal, familiar, y social debido a la delincuencia y criminalidad que favoreció una negativa perspectiva de incertidumbre, sin visos por décadas de posibilidad de salir de ese hoyo.  

Esa situación creó un desasociego cuya huella permanece, porque imposible parecía sobreponerse a esa bruma de amenazas que socaba las esperanzas mañaneras.

Sin embargo, algo que parecería trajo la providencia es que se percibe un ambiente más halagüeño; se anuncia una necesaria y total reforma policial, continua y concreta.  Y ahora dos mas dos se parece  más a cuatro!

Exacto, se perciben aires de paz, de tranquilidad, y cierta certidumbre de que vamos en dirección de mejorar aquella sensación de medioevo; por lo que se debe  continuar desarrollando gestiones vanguardistas que contribuyan a un rápido desarrollo institucional, y nacional.

No queda mas que pedir a la divinidad que siga iluminando nuestra colectividad, para que la República Dominicana llegue al nivel de no marcha atrás.  Necesitamos, en fin, sentir a cabalidad la sensación de ser ciudadanos y ciudadanas en un Estado de derecho, legitimidad, y prosperidad que perdure con el tiempo.

Nuestro país tiene tantas riquezas, y lo mas importante, su capital humano, gente maravillosa, laboriosa y buena, que hará de su hábitat un lugar maravilloso para el buen vivir.

Bienaventuranzas y mucho amor y paz es lo que necesita nuestro pueblo, y con la gracia de Dios, ese es el futuro de nuestros sueños!

De mi parte, les deseo un feliz fin de año y un inicio de un 2022 donde espero continuaremos conectándonos a través de estas publicaciones, que ojalá sean de su agrado, y de reflexión.