Pero…¡ojo con los sobornos!
El Presidente de la Cámara de Diputados declaró recientemente que el hemiciclo que preside tomará la iniciativa para emprender la revisión de las condiciones contractuales firmadas con la Barrick Gold“hasta que el país reciba lo que es justo por la explotación de la minera….” Es la primera instancia del Estado que se pronuncia en forma tan determinante y una importante decisión que se debe reconocer al joven Diputado Abel Martínez. Ha pesado la intensa presión de algunos medios, expertos, instituciones y reconocidas personalidades que reclaman insistentemente la reformulación de las condiciones en las cuales se hizo la concesión de explotación a la minera canadiense. Varios Senadores también se han sumado a las declaraciones del Presidente de la cámara baja.
Aunque el resultado del estudio y las recomendaciones que pueda hacer el Congreso Nacional al Poder Ejecutivo, no sea vinculante para que este tome obligatoriamente una decisión definitivaya pesar del Presidente haber dicho “que se siente con las manos atadas” ante este contrato, la presión popular es demasiado grande para que el Poder Ejecutivo desestime una contundente propuesta de enmienda que seguro hará el Congreso Nacional. Esto hace inminente la revisión del ominoso contrato con la Barrick Gold.
Muchos de los Senadores y Diputados que aprobaron este Contrato, aun son legisladores y aunque algunos de ellos, lamentablemente, siguen defendiendo la iniquidad de haber contribuido a la aprobación de una concesión como ésta, se sabe que la gran mayoría de quienes ledieron su visto bueno en el año 2009, están dispuestos a enmendar el error que cometieron y contribuir a una revisión que otorgue condiciones más equitativas y favorables al Estado Dominicano.
Algunos medios de prensa le dieron amplia cobertura a las declaraciones de Manuel Rocha, Presidente de Pueblo Viejo Dominicana Corporation, cuando dijo que la minera dejaría al país US$11,000 millones. Sin embargo, esos medios complacientespasaron por alto que esa irrisoria cantidad que alude el ejecutivo de la minera, es lo único que el Estado dominicano recibiría en los 25 años de vigencia del contrato. La declaración trataba de deslumbrar a la población con esta insignificanciaque se recibiría a cambio del inestimable valor de una mina que tiene riquezas por más de US$ 50,000 millones pertenecientes a nuestro patrimonio. Es obvio que estas declaraciones se hicieron para desalentar el ya indetenible movimiento nacional que exige la revisión del contrato.
Las presiones externas no estarán ausentes en este proceso de reivindicación patrimonial. El Embajador canadiense George Boisse expresó que “inversionistas Internacionales están pendientes en el caso Barrick Gold….” Esto debe tomarse como una advertenciacon doble sentido; presionar para desalentar la intención de la revisión del contrato o una sana preocupación por la seguridad jurídica para la inversión extranjera.
Es natural que los grupos económicos internacionales involucrados en esta minera quieran mantener este contrato leonino que les favorece en todas sus partes y no extraña que la diplomacia intervenga en su favor, sin embargo, nada puede impedir que el Estado dominicano se decida reformular las condiciones de un contrato que le sustrae su patrimonio de una manera tan onerosa. No se trata de pedir la recisión del contrato ni de expulsar la Barrick Gold del país. Con lo que se busca no se interfiere en la estabilidad jurídica que requiere la inversión externa. Solo se busca que la minera siga explotando el yacimiento en condiciones contractuales más equitativas para la República Dominicana.
Se rumora que, como lo harían en el 2009, los responsables de la Barrick Gold, se estarían “moviendo” con mucho dinero. Estarían tratando de silenciar voces y comprar opiniones para mantener las actuales condiciones del contrato. .Mientras la población se moviliza para conseguir la revisión, la Barrick “se mueve” para dejar el contrato como está. ¡Ojo! Hay que evitar el soborno.Esperemos que la gran reserva de oro que nos pertenece a todos, no se compre con unos cuantos dólares a unos pocos indignos. El esfuerzo de los congresistas, expertos y personalidades, debe seguir firme en la defensa de nuestro patrimonio
¡Bien por la Cámara de Diputados y especialmente por su Presidente, Abel Martínez y el Diputado Carlos Gabriel García, quien ha tomado el reclamo de la revisión como estandarte!
¡Bien por Osiris de León, Ramón Alburquerque y todos los técnicos que exponen insistentemente en cualquier foro los detalles del oprobioso contrato!
¡Bien por la Z-101 y todos los medios que contribuyen a crear conciencia de la necesidad de revisar este contrato!