A fin de poner en contexto a todos los que nos hagan el honor de leer nuestra entrega de esta semana, la cual desarrollo para mostrar, a mi juicio, que el abuso de poder, por lo menos en caso de Bellas Artes Bonao, igual que en la dictadura, todavía campea por su fuero, todo lo cual el Patronato de Bellas Artes, lo acaba de vivir. En este sentido, para su mejor entendimiento, cabe, a modo de ambientación, hacer una retrospectiva sobre el edificio que actualmente alberga dicho palacio del arte y la cultura, quien tras la lucha tesonera de un patronato, conformado mayormente por gestores culturales de más de 50 años trabajando la cultura de este pueblo, desarrolló, de una estructura en ruina, el mejor edificio para la cultura y el arte de provincia del país.
Como conexión histórica, este espacio ha jugado distintos y variados roles según los intereses políticos y sociales, su génesis se enmarca como una estructura arquitectónica, construida por el dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, en la villa del Bonao, en el año 1952, como local del partido dominicano, el cual estuvo funcionando hasta el 30 de mayo de 1961 tras el ajusticiamiento del dictador que gobernó el país a horca y cuchillo desde el año 1930. Veamos algunas fases de su historia.
1ra. fase: En esta fase, inmediatamente después de la muerte del dictador, las masas enardecidas de dicho pueblo-como sucedió en el todo el país-, penetró al edificio y sacó todos sus ajuares; mosaicos, inodoros, cuadros, espejos y demás enseres, dejando como se dice el pueblo, solo el cueco. Cabe reseñar que luego del ajusticiamiento, ese edificio el cual jugó el rol de antro de las más aberrantes planificaciones para subyugar al pueblo, a lo largo del tiempo, su parte frontal exhibió como testigo de esos tiempos, unas efigies realizadas por José Vela Zanetti, uno de los más connotados muralistas españoles, traído al país por el dictador para estampar su régimen en las paredes de sus grandes edificios disfrazados de murales.
En el caso concreto del partido dominicano, dicho edificio, disponía una simbología especial, la palmita del partido dominicano, y de forma imperceptible, también exhibía cuatro imponentes columnas de hormigón armado que de forma subliminal mantuvieron viva, como sello distintivo la dictadura, porque en cada una se recreaba el eslogan del partido dominicano, que se conformaba, tipo acróstico, de las iniciales del nombre del dictador. Por tanto, cada columna, de izquierda a derecha norte a sur, significaron, RECTITUD (De Rafael), LEALTAD (de Leonidas), TRABAJO, de Trujillo y de último, MORALIDAD, de Molina. (El patronato las intervino convirtiendo ese fatídico recuerdo, en arte; teatro, pintura, música y danza).
2da. fase: Esta fase se empalma con los años 70´s, en cuya década, el país fue azotado, primero, por los doce años del Dr. Balaguer y el ciclón David, que dejó al pueblo de Bonao con cientos de damnificados, pero a la vez, una juventud empoderada de la lucha en contra de los crímenes de ese periodo de oprobio, lo cual, como una transposición de sentimientos lo expresó a través de los clubes de los años 70´s. Por efecto y consecuencia, es entonces, que dicho espacio físico fuera utilizado para alojar damnificados, dentro de las más precarias condiciones de salubridad y decoro. Incluso, su patio llegó a ser un conuco y sus antiguas oficinas letrinas y baños a la intemperie. Bajo esas mismas condiciones, en mismo edificio, se alojaron varios grupos culturales dentro de los que la historia destaca a; Juventud Ardiente, La Pipa, Amantes de la Paz y otros, cuyo espacio era el centro de operaciones para desarrollar su acción de protestas a través de las artes y la cultura.
3ra. fase: Sin lugar a dudas, se originó tras el triunfo del llamado cambio. Esa vez encabezado por el PRD y su presidente, Don Antonio Guzmán Fernández, con quienes la juventud de los clubes hiciera causa común con esa victoria electoral, generando que ipso facto la caída del orgullo de lucha de estos clubes-por creer que se había alcanzado la liberación nacional con el triunfo del PRD en el 1978. La realidad fue otra. A parte que no se logró el paradigma de liberación, en ese triunfo quedó cercenado el movimiento de los clubes de los 70´s, ya que a pocos días, un batallón de guardias irrumpió al santuario de los clubes y los expulsó, como mercaderes del templo, como decía Yoyito Cabrera; con la mesa al caco.
4ta. fase: Sería la mecha encendida que dejaron los clubes en el pebetero del recuerdo, y aunque los sacaron del espacio que ellos mismos llamaron bellas artes, dije anteriormente, un cueco, sin embargo, a pesar, los remanentes de esa juventud, luego se hacerse hombres y mujeres, conformaron un comité pro rescate de bellas artes bordeando el 2010. No obstante, la lucha fue derrotada por la oligarquía social y política de ese tiempo, y como acción contraria, en el año 2014, , se asentó en dicho edificio el Palacio de Justicia, uno de los errores garrafales de la terquedad del momento, en el sentido, de que al estar frente a frente a una escuela-la Manuel Aybar-, mismo era escenario del mas contrapuesto modelo, ya que la presencia de los niños y niñas cuando entraban a su escuela eran testigo de todo el aparataje de la policía al llevar los presos a ser ¨juzgado¨ en dicho palacio judicial.
5ta. fase: Sin lugar a dudas, sería la cosecha de la siembra de su lucha de los culturólogos de Bonao, que habíamos dejado la mecha encendida para lograr rescatar su edificio de bellas artes, quien quedaba pendiente como deuda histórica de la juventud del pasado, la del presente y de la propia cultura de Bonao. Tras el involucramiento del Senador del momento, Félix Nova, los gestores, conseguimos que en el mes de marzo del 2016, se nos devolviera remozado ese espacio, y no sólo el edificio, sino, ya convertido en uno de los escenarios de mayor trascendencia, e imponente categoría arquitectónica, y uno de los más completo del país, ya que cuenta con todos mobiliarios de oficina, docencia de las artes, auditórium, instrumentos musicales para hacer una sinfónica juvenil e infantil, etc.
Cabe destacar que esta quinta fase sea, además de darnos la honra de haber rescatado ese espacio, como todo un santuario del arte y la cultura, quien registró en su haber uno de los más intensos programas de gestión, sobrepasando las doscientas (200) actividades, y la docencia de más de 500 niños y niñas, que le colocan como uno de los espacios culturales y sociales de mayor utilidad para la sociedad de la Provincia Monseñor Nouel, pero además, se concretizaron todos los pasos para convertirse en una ONG, debidamente incorporada por Resolución de la Procuraduría Regional de la Vega, marcada con el número 001-2018, de fecha del 2018.
6ta. fase: Se podría decir que sería la reedición de lo que sucedido en 1978, que las nuevas autoridades, sin importarle el estatus jurídicos, que esta vez, el patronato tiene derecho legítimamente protegido para incoar una acción en contra cualquier autoridad que atentara con la potestades de dicho patronato a regentear ese espacio. Sin embargo, al Patronato le pasaría en prima fase igual que a la india Anacaona, traicionada por Nicolás de Ovando. Cuenta la crónica que un día de julio del 1503, bajo el engaño de paz, los indios celebrando su areito, le presentaron sus más nobles caras, pero, al final, los rodearon desprevenidos, y los quemaron vivos dentro de su bohío. Todos fueron exterminados, bajo la más severa soberbia del conquistador y bajo el manto de su ambición desmedida y con la superioridad de sus poderes (Vianco Martínez/Especial para Acento.com./ 18-9-2020)
Donde esta sexta etapa toma la dimensión de la crónica narrada, es cuando tras la visita-totalmente inesperada del nuevo director general de Bellas Artes, don Mario Lebrón, sería en los albores de septiembre, acompañado de varios gendarmes-, quien al momento de ver lo que había hecho el patronato- con la ayuda del Senador Félix Nova, prorrumpió en piropos y halagos, incluso, por carta felicita al Patronato por lo que en su mente resultaba imposible, que un simple patronato de pueblo, haya impulsado el más hermoso, equipado y glamuroso Palacio de Bellas Artes de provincia del país.
A partir de ahí se empieza un plan de sacar al patronato de ese espacio, que aparte de todos los ardides políticos, incluyendo, la actitud extrema de la señora gobernadora, Raquel Jiménez, quien reedita el plan Osoria, al llamar el lunes 9 de diciembre del corriente, a quien calza este artículo, por demás presidente y lo que entendía el suscrito que se trataba de fumar la Pipa de la paz, la flamante gobernadora, se tornó severa, amenazante y grosera, y expresa que nos daría hasta el marte-contaríamos a 15 de diciembre, para salir del edificio, o si no, ese mismo día estaría dando una orden al procurador fiscal, Joel López, -sin orden judicial competente, sino atento a su poder omnímodo-, para que desarrajara todos los candados y en su lugar pusiera nuevos para que el patronato no entrara. –La discusión se tornó álgida y le pusimos en advertencia a la "coronela", así le dicen, que, si osara proceder en consecuencia, elevaríamos un Recurso de Amparo.
Y así estaba todo preparado para incoar dicho recurso. Sin embargo, cuando nos enfriamos, en la tranquilidad de nuestra humilde casa familiar, y al hacernos la pregunta. ¿Que defendemos y porqué luchamos, y qué mérito tiene crear un escándalo jurídico-con causas gananciosas, porque el Patronato nació jurídicamente para operar el Palacio de Bellas Artes, o sea en la avenida Pedro A. Columna No. 41, frente a la Escuela Manuel Aybar, con su misión establecida de regentear ese espacio físico, y sobretodo, guía, mentor y garante de la política administrativa de dicho palacio, de acuerdo a la ley 122-05.
Ante la fortaleza jurídica del patronato como organismo de dirección, y estar en presencia de un abuso de poder de una autoridad,-tipo dictadura-, y por demás, una desconocedora de los derechos, en vez de darle curso al Recurso de Amparo con tenida razón y muy ganable, procedimos el miércoles 16 de lo corriente a renunciar a nuestro derecho, y proceder desprendernos de la tutela de los bienes que el patronato consiguió en donación, y en efecto, entregar todo, y más, mudar la oficina del Patronato- porque nadie podría disolverlo por voluntad medalaganaria-, y con ello, como dijimos en el "acto de entrega voluntaria", aunque nos sepulten, ya estamos dejando una huella indeleble en la historia artística y cultural de la provincia como uno de los mejores legados en la especie, al tiempo, que en vez de armar la confrontación, dimos paso a la tolerancia, y la mejor convivencia por la paz social y cultural de Bonao. Y como acota Sun Tzu, autor del arte de la guerra, hace cinco mil años. "triunfan aquellos que saben cuándo luchar y cuando no"! La historia nos absolverá, dijo Fidel.