«He comprendido que mi bienestar sólo es posible cuando reconozco mi unidad con todas las personas del mundo, sin excepción». -León Tolstoi-
No había escuchado sobre el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), una entidad monetaria y financiera que fue creada en la década del 60, con una actuación comercial de carácter internacional y cuyo objeto principal, hasta donde hemos podido averiguar, es promover como, su nombre lo indica, la integración y el desarrollo de los países socios, en su mayoría, en vías de desarrollo.
Parecería extraño que pese a haber sido fundada en 1960 y que ya como nación llevamos varios años de haber firmado el Tratado General de Integración Económica Centroamericano, hasta hace poco, para muchos dominicanos, era una institución ajena al desenvolvimiento socioeconómico multilateral de nuestro país y casi nada se sabia de la interacción existente con esta tierra de playas exóticas y exuberantes.
No fue sino, con la llegada de una joven promesa a la dirección para República Dominicana y el interés del presidente en buscar soluciones financieras que coadyuven a la generación de empleos y a elevar el bienestar y la calidad de vida los dominicanos, a través del incentivo a la producción por medio del financiamiento blando, que nos dimos cuenta de esta entidad de suma importancia, que estaba dormida en manos inexpertas.
El banco, apoya al sector público y privado mediante la canalización de recursos externos, los que utiliza para promover inversiones y brindar oportunidades de desarrollo en sus diversas áreas de acción, destacando: Infraestructura productiva y energía, agricultura y desarrollo rural, desarrollo humano e infraestructura social, industria, desarrollo urbano y servicios para la competitividad, entre otros rubros importantes para la sostenibilidad y viabilidad productiva de los Estados socios.
En ese sentido, y bajo la coordinación del actual representante local del BCIE, se están evaluando un conjunto de propuestas destinadas a la inversión de capital en la construcción de obras de infraestructuras que motorizan la economía nacional y mejorarán los servicios públicos, así como la puesta en marcha de otros proyectos enfocados en la reducción de la pobreza, como es el caso de la aprobación de una línea de crédito al BANDEX para la reactivación de los sectores productivos.
Informaciones vertidas en los diarios dominicanos, apuntan a que el gobierno de Luis Abinader y el BCIE, están en permanente conversación y estudian la posibilidad de brindar apoyo mediante la recuperación de la economía lacerada por el Covid-19, a partir del fortalecimiento de las pequeñas y medianas empresas, proveyéndoles los recursos que les ayuden a paliar la situación actual y superar las dificultades causadas por la pandemia.
Otro dato que resalta sobre el interés mostrado por la entidad financiera plurinacional, es un estudio minucioso que establecerá la factibilidad de un ambicioso proyecto presentado por el gobierno para la construcción de un tren eléctrico que mejoraría significativamente el tránsito local a través de la red ferroviaria, entre Santiago de los Caballeros y la ciudad de Santo Domingo, con lo que se pretende incrementar la seguridad del transporte y reducir tiempo de viaje; de igual manera, colaborar con la política de la preservación del medioambiente.
Nadie está ajeno a la flagelación que ha sido sometida nuestra ya malograda economía por los pasados gobiernos morados, mucho menos, la situación en que ha provocado a los empresarios y generadores de empleos en el país, el auge del virus que ha descontextualizado los mecanismos de producción nacional. Pero alegra saber que hay una entidad dispuesta a invertir en la recuperación y normalización de la economía, lo que significa un verdadero alivio para el estado financiero local en tiempos de crisis.