El presidente Danilo Medina acaba de batear un descomunal jonrón con las bases llenas al inaugurar el complejo habitacional modélico de La Barquita Nueva y anunciar el inicio próximamente de otro proyecto en las inmediaciones del Río Ozama, además de otros tres a futuro.
Con la misma persistencia y eficiencia con que su gobierno ha desarrollado los programas de visitas sorpresas, de alfabetización, del 911 y de construcciones escolares y tandas extendidas, el presidente Medina pudo llevarlo a feliz término, a diferencia de intentos de proyectos anteriores que se caracterizaron por los conflictos o tuvieron finales fallidos.
Pronunció un buen discurso sin desperdicios al inaugurar el proyecto que acoge a 1537 familias en apartamentos nuevos y reconocer los liderazgos y aportes ejecutivos y de coordinación de actores como el empresario José Luis González Cuadra y el padre Gregorio Alegría.
Habiendo nacido en La Vega el 30 de junio de 1909 y muerto el 1 de noviembre de 2001, a los 92 anos de edad, el jueves último se cumplieron 107 anos del natalicio del profesor Juan Bosch, olvidado en su exilio políticomoral. El más grande pensador dominicano luego de Pedro Henríquez Urena –guardando la distancia epocal entre ambos- dejó una impronta e influjo moral, educativo, político, literario, etc. Al igual que yo, muchos escritores dominicanos son tales gracias a su padrinazgo e influjo. Me inclino reverentemente ante su memoria y hoy más que ayer llevo una estatua suya en mi conciencia.
Los ex candidatos presidenciales, Luis Abinader, Pelegrín Castillo, Gillermo Moreno, Minou Tavárez Mirabal, Soraya Aquino y Elías Wessin Chávez acaban de ponérsela en China al Procurador General de la República, Francis Domínguez Brito, al solicitarle que investigue las curiosas y suspicaces denuncias de Roberto Rosario, Presidente del chin que queda de la Junta Central Electoral, sobre sabotajes al proceso electoral, renuncias masivas de técnicos, etc.
Habría que ver ahora si este Conserje Judicial de poderes supranacionales le prestará la misma atención que le presta a las instrucciones que suele recibir de sus mandantes. Lo dudo.