Existe en muchas provincias y comunidades una niñez que convive, se cría, trabaja y se divierte en medio de la basura. Un estudio etnográfico que hicimos para FUNDEBMUNI/PAIDEIA/ AECID (2013) presenta esta cruda realidad desde distintas provincias del país.
La población infantil y adolescente estudiada se inserta en la vida laboral en edades tempranas que oscilan entre los 9-14 años. “Esta inserción se realiza a través de actividades económicas variadas anteriores a los vertederos, en algunos casos, como son el trabajo en colmado, agricultura y vendedores ambulantes”. (Vargas 2013)
“El trabajo en vertederos se desarrolla para algunos niños y niñas en su etapa de crianza, “yo me he criado en el vertedero”, por el hecho de que el vertedero y el mercado se convierte en un espacio familiar al que asiste o asistieron: padres, madres, abuelas/os, tíos y tías, hermanos/as”. (Vargas 2013)
“Comunidades y barrios de San Juan, San Cristóbal, Haina y Azua que se encuentran en las periferias de los vertederos han desarrollado su vida económica con una fuerte vinculación con los basureros en los que este espacio es el eje de sobrevivencia de muchas familias en condiciones de pobreza extrema y el lugar de abastecimiento de materiales para la construcción de sus viviendas”. (IBIDEM)
“Los vertederos son espacios de actividades familiares en las que niños y niñas entran no solo con fines de sobrevivencia económica sino también como el lugar a donde “pasan el tiempo” para así “cuidarse” de posibles situaciones de riesgo en sus barrios y comunidades al quedarse solos mientras sus padres, madres y familiares están en la búsqueda de ingresos”.
El trabajo en vertedero y mercados para niños, niñas y adolescentes se convierte en la actividad que garantiza su sobrevivencia y ayuda a la familia así como su permanencia en la escuela porque con lo que consiguen pueden cubrir los gastos de transporte, libros, uniformes y materiales.
Esta garantía entra en tensión con las condiciones de riesgos a que se someten cotidianamente niños, niñas y adolescentes en los vertederos. Algunas de estas condiciones son las siguientes:
- Accidentes por movimientos de los camiones y/o porque se suben a ellos
- Intoxicación por ingestión de alimentos obtenidos de la basura. Se observa a niños, niñas y adolescentes comiendo frutas, jugos y alimentos del vertedero.
- Manipulación de objetos cortantes, tóxicos(de industrias y hospitales) y explosivos (basura de las fuerzas armadas) que los exponen a riesgos de accidentes, enfermedades y muerte.
- Contagio de enfermedades de la piel, digestivas y epidemias como dengue, cólera toda enfermedad infectocontagiosa que pueda estar presente en objetos de desechos de hospitales y lugares de donde se transportan los desechos
- Riesgo de ser víctima de violencia o de formarse en la agresión y violencia permanente por las riñas que suceden cada día
- Riesgo de ser víctima de explotación sexual-comercial
- Posible inserción en redes delictivas
- Vulnerabilidad ante el consumo de drogas
La niñez y adolescencia que convive en la basura-vertederos se encuentra totalmente desprotegida. En muchos casos el vertedero es parte de la historia familiar, padres/madres, tíos, abuelos/as han vivido del vertedero y se sigue reproduciendo el círculo de pobreza extrema que los mantiene entre barreras insalubres y contaminantes, lejos de la intervención de los gobiernos locales y de las instituciones competentes.