El sol sale para todos. Para algunos brilla más. A otros los deja en penumbras, no importando la hora del día o la época del año.
Dicen que hay dos condiciones incompatibles con una vida digna. Una es la cárcel y la otra la enajenación mental. Cualquiera de las dos resulta temible.
Barnes fue nuestro compañero de promoción. Inteligente, simpático, dicharachero. Peculiar en su forma de interactuar con los demás.
Recuerdo una cierta ocasión cuando cursábamos el internado rotatorio de Pediatría en la Maternidad de Los Mina. Le tocaba relevarnos en una de las áreas hospitalarias y no aparecía. Lo buscamos y encontramos en la azotea del hospital. Al llamarle por su nombre, se volteó y nos dijo amablemente: "No puedes despertarme de mis meditaciones bruscamente. Andaba en mi alfombra volando por el oriente".
Llegó a graduarse de Médico y luego se especializó en Psiquiatría. Laboró por un tiempo en el Hospital de Puerto Plata, hasta que se quedó en penumbras. Se había pasado de la raya.
A ratos lo vemos deambular por las calles de nuestra capital. En ocasiones nos detenemos e intercambiamos algunas palabras cariñosas. Provoca en nosotros una mezcla triste de compasión y pena. La mayoría de las veces conversa consigo mismo o lee trozos de periódicos viejos. La barba y el pelo largos denotan su deterioro. Dicen que cuando vivía su madre, se ocupaba de su apariencia personal a pesar de sus limitaciones de no vidente. Sin embargo, siempre nos reconoce y nos llama por nuestro nombre.
La salud en nuestro país está en manos de gente bien intencionada. El deseo de cumplir con la población se diluye en los medios de comunicación, postergando siempre las prioridades en nombre de la precariedad presupuestaria sempiterna.
Cada vez que vemos a nuestro condiscípulo nos asalta la idea de iniciar algún esfuerzo en conseguir para él la ayuda que le niega el sistema.
Tiene suerte Barnes. El encargado de salud mental del ministerio es también su compañero de promoción. Además de ser una persona de sensibilidad y calidad humana sin límites. Quisiéramos creer que hará un alto en sus múltiples ocupaciones y le devolverá una cierta dosis de luz a su antiguo colega.