¡Auxilio, no entiendo a los adolescentes!

Los jóvenes usan todo tipo de palabras y expresiones inventadas para comunicar sus mensajes e ideas. Intentar encontrarle sentido a lo que dicen, querer que dejen de usar su vocabulario o esforzarnos en enseñarles a comunicarse correctamente será casi imposible y, por el contrario, nos alejaremos cada vez más de ellos. Si no podemos contra esta realidad, intentemos escucharlos, comunicarnos y comprenderlos a través de sus palabras con nuevos significados. Será difícil al inicio, pero iremos aprendiendo a interpretarlos si nos interesamos y no los juzgamos.

Todos los que interactuamos con jóvenes los hemos escuchado decir que están “barajando” cuando dejan de hacer algo o que se ‘’guayaron’’ para referirse a que no les salió como esperaban. Dicen que “están en coro” cuando se gustan, ‘’montando’’ cuando están enamorando, ya no se usa eso de pedir amores o ser novios. Cuando dicen “literal” se refieren a exactamente y cuando dicen “de to’” es que es muy bueno. En fin, son muchas las expresiones y amplio el vocabulario que utilizan de forma creativa, generando complicidad y empatía entre ellos, diferenciándose de los adultos y sintiéndose parte del grupo al que pertenecen. La música que escuchan también influye en los términos que usan.

A pesar de que en todas las épocas los jóvenes han buscado formas distintas de comunicarse usando términos para provocar, rebelarse o simplemente divertirse, siento que en la actualidad es mucho más exagerado. Quizás porque estoy del otro lado y ya soy una adulta y lo veo con ojos de adulta. Esta forma particular de comunicarse también se evidencia en sus mensajes de texto y en las redes que utilizan. Descifrar lo que escriben y los emojis que utilizan es todo un reto. Todavía recuerdo cuando vi por primera vez “LOL” y “klk” en el whatsapp y no sabía lo que significaban. Ya no me espanto y pregunto aunque pase de ignorante.

Nosotros los padres y educadores no podemos competir con la comunicación de nuestros hijos y estudiantes. Tampoco podemos pretender que somos de su generación o contexto usando sus mismas palabras o expresiones. No somos sus amigos. Lo que si podemos es abrirnos y aceptar su realidad sin sacrificar nuestra relación y comunicación con ellos, promoviendo un uso adecuado del lenguaje y una forma apropiada de comunicación tanto oral como escrita. Interactuar con ellos constantemente y promover el amor y habito por la lectura ayudará bastante. Es importante que usen las palabras adecuadas con respeto en las distintas situaciones. No es lo mismo hablar entre ellos que conversar con los abuelos o con los maestros y esto debe quedar claro.

En vez de criticar a nuestros adolescentes por la forma de comunicarse, aceptemos que hay una brecha generacional y que tienen un vocabulario propio. Esto cambiará a medida que crecen. En vez de perdernos de la riqueza de la conversación con ellos, hagamos el esfuerzo por conocer el significado de las palabras que crean, adaptan o adoptan de otras culturas. No tengamos miedo a preguntar, a dar nuestra opinión, a reírnos con ellos de sus ocurrencias, a compartir las palabras que usábamos nosotros cuando éramos jóvenes. Yo todavía uso una palabra inventada por mi mamá cuando era joven y para la cual no hay definición, por lo que solo algunos podemos comprenderla. Que lindo tener esa complicidad y pasar nuestra jerga de generación en generación.