La configuración geográfica como se estructura la provincia de Baoruco y su entorno la convierte en una demarcación con la capacidad de aprovechar el potencial natural existente para presentarse ante el país y el mundo como una ventana de sostenibilidad en la zona fronteriza. Con una superficie territorial de 1,256.35 Km², integrada por los municipios de Neiba, Galván, Tamayo, Villa Jaragua y Los Ríos, cuenta con una población proyectada de 101,235 habitantes (ONE 2021), convirtiéndose en la segunda provincia de mayor población de la zona fronteriza, por debajo de la provincia de Monte Cristi y duplicando el número de habitantes del resto de provincias correspondiente a la frontera sur (Independencia y Pedernales).

En atención al potencial del recurso suelo y las características ambientales de todo el territorio circundante a la provincia, el desarrollo productivo se encuentra sustentado en un sistema natural orientado a la conservación, la investigación y la producción en la zona fronteriza.

En primer lugar, la conservación de este territorio es fundamental para diferenciar la oferta de esta demarcación con el resto de las provincias dominicanas y destacar a nivel global el sistema natural que predomina en este punto de la geografía continental, como atractor de visitas locales e internacionales. La localización de la mayor depresión orográfica de las Antillas, situada en la hoya de Enriquillo (44 metros bajo el nivel del mar), contrasta con la sierra de Baoruco, la cual es contenedora del pico Loma del Toro, como el punto más alto de la zona Fronteriza (2,367 metros); esto combinado con el resguardo compartido de los suelos que circundan el lago Enriquillo, entre Baoruco e Independencia, hacen de este hábitat un escenario idílico para quienes residimos en un mundo contaminado y maltratado por ciertas acciones cotidianas.

En segundo lugar, la investigación, se deriva del potencial natural donde se registran altos niveles de biodiversidad. Los bateyes 9 y 10 del municipio de Cristóbal y los parajes Guaragurito y Preparo del municipio de Galván, integran ecosistemas xerófilos con niveles pluviométricos que no sobrepasan los 570 mm/año y donde se desarrollan especies con adaptaciones únicas a condiciones de alta salinidad. Lo cual hace de este emplazamiento una zona de investigación, junto al entorno próximo a la misma, lo cual permite impulsar un nuevo nicho de dimensiones locales, nacionales e internacionales.

Finalmente, la producción en este territorio se orienta a dos áreas complementarias, por un lado, la producción agrícola y por otro lado el impulso al ecoturismo; ámbitos que permitirán conectar los éxitos de uno y otro para el bien de sus residentes. En el ámbito agrícola, la tecnificación del sector orientada a productos estratégicos de la demarcación como el plátano, la uva o el café, pueden mejorar la calidad de la oferta, para alcanzar nuevos mercados tanto dentro como fuera del territorio nacional y a su vez permite impulsar un nuevo segmento de industrialización para brindar al mercado internacional nuevos productos derivados de esta materia prima.

En cuanto al ecoturismo, la presencia en Baoruco de un patrimonio natural, cultural y arquitectónico desconocido coloca una nueva propuesta sobre la mesa para el turismo local, el cual también se complementará con el proyectado destino turístico de Pedernales, el cual se acercará a la provincia a través de la nueva carretera Cabo Rojo -Hoyo de Pelempito – Puerto Escondido, reduciendo así el recorrido a un tercio del tiempo actual; complementando la oferta de la provincia de Pedernales con paisajes y experiencias que no encontraran en otras provincias. Para esto se requiere entrenar las micro-empresas hacia la mejora del servicio, fomentando la construcción de una mayor y mejor oferta de habitaciones que garantice la comodidad de aquellos que optaran por disfrutar de este paraíso natural.

Sin lugar a dudas, Baoruco tiene en su territorio todo lo que necesita para situarse como la ventana natural de la zona fronteriza.