BANGAÑA

Existe en el español dominicano una frase peculiar que la diferencia de lo que caracteriza las expresiones populares en general. Esta que se estudiará en este apartado tiene características de ser más bien elaborada fuera de los cánones populares. Esto y el origen de la palabra “bengaña” se estudiará más abajo.

La bangaña o bangaño es una planta trepadora, la lagenaria siceraria o lagenaria vulgaris que produce un fruto blanquecino y amarillento, calabaza, de tamaño y forma variable. El Diccionario del español dominicano (2013:71) reconoce e inventaría la palabra.

El fruto se conoce en Cuba también, y, por su “poco peso, su adecuado tamaño y sus paredes fuertes es muy utilizada por los campesinos”, Lenguas africanas y el español de América (2016:495).

En la última obra se refiere que Nicolás del Castillo Mathieu asegura que la voz bangaño/a es “una voz de procedencia kikongo, para lo que se basa en Karl Laman, además de señalar que en yolofe se llama bagaan a la calabaza grande”. Hay que lamentar que Sergio Valdés Bernal no haya especificado en la obra citada en cuál de las referencias que corresponden  a del Castillo Mathieu se encuentra el dato, pues en la bibliografía aparecen tres referencias.

Kikongo es una lengua bantú que se habla o habló en la República Democrática del Congo, en República del Congo y en Angola. En la zona de África occidental donde se hablaba esta lengua fue de donde los europeos traficaron grandes cantidades de seres humanos que fueron trasladados a América en calidad de esclavos.

Resulta interesante enterarse de que la palabra conocida en el español dominicano desciende de una lengua africana. En el español dominicano existen otras voces que se presumen que son de procedencia africana, sin que haya podido establecerse una relación cierta.

Para regresar a la frase que existe o existió en el suroeste de República Dominicana, esta es “misericordia en bangaña rota”. Algunos hablantes de esta zona dicen “bengaña”. De nuevo, se trata de una frase que fue o es de uso en el suroeste del país dominicano.

Como ya se acotó antes, la interpretación de la frase no es fácil de entender, pues se trata de que concedan “misericordia en una calabaza rota”. Lo que se propone que debe entenderse con esta frase es que como se trata de una calabaza rota, es para que “derrame misericordia”, para que la misericordia sea de gran magnitud, en abundancia.

El autor de estos comentarios ha estado haciendo acopio de materiales de estudio con el fin de documentar o descartar algunas pretendidas etimologías de voces propias del español dominicano. En un futuro no muy lejano podrá ofrecer datos ciertos sobre las voces que elegirá.

APOYADURA – APOYATURA

“. . . sin APOYADURA en ningún dato real. . .”

La realidad es que quien escribe no puede solo confiar en los recursos que las computadoras ofrecen para redactar de manera precisa y sin errores. El refinamiento de los procedimientos con que cuentan los ordenadores no ha alcanzado aún el grado en que pueda corregir todos los errores en que los humanos son capaces de incurrir en la redacción.

Lo que acaba de expresarse en términos generales e impersonales es lo que sucedió al redactor de la frase que se copió debajo del título.

Las dos palabras del título existen en español general. Por eso el computador no pudo señalar error cuando el redactor introdujo la apoyadura en el sitio en que debía incluir apoyatura.

Lo que hizo quien redactó la cita usada a modo de ejemplo fue utilizar la lógica para escribir el sustantivo. Colocó el sustantivo que le pareció más próximo al verbo apoyar; esto así porque en otras palabras relacionadas con el verbo apoyar aparece la letra de /d/ y no la te /t/. Lo que olvidó el autor de la frase fue que las lenguas no son siempre lógicas. Muchas de las incoherencias que se observan en las lenguas son el resultado del uso.

Apoyadura es la afluencia de leche a los pechos de las hembras de los mamíferos, es el raudal de leche que acude a las mamas cuando esas hembras dan de mamar. Debe hacerse constar aquí que es el único significado que consta para ese sustantivo.

Apoyatura es soporte, fundamento, apoyo; es lo que sostiene una cosa o sirve de fundamento a una doctrina, ideario, a un conjunto estructurado de enseñanzas o teorías. Esta apoyatura cuenta con otro significado exclusivo de la música.

Aunque parezca ocioso hacerlo, se escribirá que en el texto reproducido más arriba debió aparecer apoyatura y no lo que escribió el articulista. Es posible que este error se haya deslizado en el escrito como fruto del refinamiento rebuscado de la palabra, escribir allí apoyo era suficiente.

INTRODUCTOR/A – INTRODUCTORIO/A – *INTRODUCTIVO/A

“. . .demanda INTRODUCTIVA de instancia. . .”

En los últimos tiempos se ha observado una tendencia continuada a componer adjetivos con la terminación –ivo, cuando estos ya existen en el español reconocido con la terminación –or, orio.

En el título se ha marcado la palabra criticada con un asterisco, a sabiendas de que en un futuro podría acreditarse y llegar a ser palabra de curso legítimo en el español internacional.

Resulta pertinente preguntarse si hace falta que se “invente” otro adjetivo para expresar la misma idea para la cual ya existen dos en el español reconocido por la mayoría de los hablantes y escribientes. Esto es, si hay que componer otro adjetivo, *introductivo/a, para que desempeñe las funciones que los dos primeros del título ya ejercen.

No puede negarse que la terminación –ivo, a, existe en el español de todos los días, pero eso no concede licencia para que se creen nuevos adjetivos amparados en ella. Entre los más conocidos pueden citarse “regresivo, activo y relativo” que usan terminación que deriva del latín ivum.

La terminación –ivo, iva forma adjetivos que expresan disposición o capacidad para hacer lo que el verbo o nombre del tema indica. Ejemplo de este tipo de adjetivo es el aceptado “bajativo”, que se usa en Chile para la bebida alcohólica que colabora con la digestión. El Diccionario de la lengua española a Chile añade con esta acepción a Argentina, Bolivia, Ecuador, El Salvador y Perú.

No puede negarse que en el español internacional existen muchas palabras acreditadas que terminan en –ivo, –iva que tienen larga historia en el seno de la lengua. Sobre todo en América es donde se observa la mayor tendencia a crear nuevas voces con estas terminaciones.

Lo que se sugiere es ser muy medido en la utilización de nuevas voces para no exceder los límites de la tolerancia de la lengua misma. Lo más apropiado es mantenerse en los márgenes de lo más conocido para que los mensajes trasciendan sin tropiezos.