Los más cercanos colaboradores de Joaquín Balaguer se han ido o guardan todavía como un tesoro aquellos episodios relevantes de la vida del hombre que gobernó a la nación por más de 22 años y sobrevivió otros treinta en la cúspide del poder. El conocimiento que les dio esa cercanía es vital para ensamblar biográficamente la vida política de ese enigmático personaje de nuestra historia. Pero es casi seguro que se irán también a la tumba sin hablar de esos años decisivos que permitirían descubrir hechos y personajes cuyos papeles siguen siendo un misterio, a pesar del tiempo transcurrido de su muerte.
De Balaguer poco se sabe en realidad. Incluso el año de su nacimiento. El escritor residente en Nueva York, Francisco Rodríguez de León, sostiene que el ocho veces presidente de la República nació en 1905 y no en el siguiente como asegura su biografía oficial. El escritor dominicano de la diáspora sostiene que existe documentación, citada en su obra “Trujillo y Balaguer: entre la espada y la palabra”, que avalan su afirmación. También menciona en un correo electrónico que me enviara hace varios años que el ex presidente “acostumbraba falsificar su edad”. Como prueba de ello dice que uno de sus pasaportes consignaba su fecha de nacimiento en 1908, tal como aparece en la obra de Aliro Paulino, un cercano colaborador del líder reformista, titulada “Balaguer: el hombre del destino”.
Rodríguez se vale asimismo de investigaciones realizadas por el periodista y escritor Víctor Grimaldi, señalando que en una de sus obras hace referencia a un viaje de la familia Balaguer a Nueva York en 1916, en plena Guerra Mundial, en el que se habría registrado que la edad de Balaguer era entonces de once años, lo cual situaría la fecha de su nacimiento en 1905. Enigmático y solitario ni sus más íntimos pudieron penetrar su intimidad.